Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2025

Paolo Macay Vivar (Ecuador)

  La poesía de Paolo se convierte en el regazo sutil del verbo que nos conjuga en todos los tiempos.  El escritor Macay hace de un breve instante un recuerdo imborrable que entre la comprensión y la razón nos cubre de colores, prosas y metafóras. D altonismo Limpié sus lágrimas con el azul de mi sangre y pinté sus vacíos con el rojo de mis lágrimas.   Teñí sus malos momentos con el morado de mis días y cubrí sus errores con el verde de mi comprensión.   Le ofrecí el amarillo de mis sueños, el blanco de mis amores y el negro de mi bondad.   De mi piel arranqué un alma gris, de mi espíritu una carne celeste, y con ella cubrió su daltonismo.   S oy tu poema En el regazo de tus afecciones, o en el vibrar de tus cuerdas vocales.   Al reír, al llorar, al amar, correr o caminar;   En ti siempre vivirán las prosas de quien por sangre lleva tinta en las venas;   El que sobresale de entre la penumbra, como la sombra más oscura.   De quien llenará ...

Laura Nieves Parco (Ecuador)

La poesía de Laura es la divina porción que se enlaza entre el silencio de la meditación y un lince hermoso. Los versos de la escritrora Nieves despiertan una eterna luz llena de vida y alegría en la que nos muestra sus papiros mágicos junto a un camino majestuoso de creatividad y pasión.     En Neuchâtel a la orilla del lago observé un inmenso árbol en medio del campo se erguía majestuoso Sus ramas cubiertas de hojas verdes se extendían ampliamente hacia el espacio Su figura me recordó al Hombre de Vitruvio que en medio de geométricas figuras extiende sus brazos fornidos celestiales Con ellos toca el cosmos se transmuta se hace uno con él Es la divina proporción el hombre hecho universo sagrado axis mundi árbol cósmico que con sus altas ramas toca el cielo asciende a la morada de los dioses Da Vinci lo sabía sus manos crearon obras portentosas las estrellas siempre lo acompañaron trazaron su camino su geometría de luz Así como ese inmenso árbol que a la orilla del lago perman...