En la poesía de Luz el miedo no cuenta. Sus versos son poemas que extrañan besos y justamente ahí los encontraremos tatuado en la boca. Su palabra se atrinchera para tomar el rumbo del despertar estallando todos los colores y acallando los silbidos del invierno. Pineda surgió del silencio rompiendo cristales, atrapada en rituales de humo y conjuros, embriagando la lengua y seduciendo al mundo con sus frutos. Último grito De paso por el crisol del destino no están tus ojos. Solo el ruido de lámparas viejas habitan el cielo de la habitación. Faltan tus manos acallando los silbidos del invierno. Sabemos que el encanto es un pacto de cicatrices que se difumina al dormir cada noche. Sabemos que el amor escucha cantos de sirenas antes de colgar ...
Espacio de publicaciones culturales donde la palabra del otro se transforma en poesía. Aquí mostramos el arte de poetas locales e internacionales. El poema abraza con fuerza y nos inspira a recorrer ese hermoso camino de la literatura desde Ecuador hacia el mundo.