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Mostrando entradas de enero, 2022

Paul Rico Espinosa (Colombia)

La poesía de Paúl viaja por distintos instantes. Sus versos son la emoción que transitan desde el salto a la esperanza a la absoluta perdición. El escritor se reinventa a todo pulso, dejando danzantes sensaciones hasta convertirnos en devotos de sus letras y correr el riesgo de navegar entre los caprichos y la razón. Devoto Me vuelvo a reinventar Divagó, fallo, me fallo y lo vuelvo a intentar Doy un paso hacia atrás, y esperando que las cosas cambien solas me vuelvo a equivocar. ¿Será correcto correr el riesgo? ¿Será que estoy perdido? Me siento perdido, pero...   Daré un salto con esperanza, Y aunque lejano, Sin rezo, O, aunque ausente y sin alabanza Daré el paso a ser devoto del beso, Del abrazo y sus sensaciones fluctuantes, De las horas andantes y de los amantes, De los sueños y anhelos, de los peros y las no afirmaciones, de las dudas y sus erróneas acciones.   Seré devoto del viento que se lleva mis palabras, devoto de mis palabras y las de tod

Gabriel Cisneros Abedrabbo (Ecuador)

La poesía de Gabriel destila vocablos. Sus versos son explosiones intrínsecas que nacen entre la levitación y la locura. El poeta Cisneros nos invita a nadar en su mar fogoso, donde todo se desmorona y huir es prácticamente imposible. El sonido de las palabras profana el deseo hasta obtener los frutos prohibidos de la cosecha para embriagarnos de la única redención posible.  Soy El camino sobre sus aguas, cántaro de hueso en sus profundidades que vuelve a sus entrañas y la ve temblar en la levitación y la locura.   El sendero más corto                  al campanario desde donde convoca las flautas y la fragancia, los alfabetos y la piedra, en el rito          siempre fuego de sus ojos.   Soy el verde que dobla la tarde, los pasos donde retumban las plazas llenas de globos, el homenajeado que se ve amanecer en una procesión de deidades negras.   Dejé de agonizar, de temer a la muerte, de pensar en los que se hacen nada en una e

Óscar Escobar Castañeda (Ecuador)

La poesía de Óscar busca la libertad a cualquier costo. En sus versos maduran las palabras, todo se vuelve vértigo y vino. En su texto probaremos el pecado, el calor de aquella luz, y el mar en el que habitan sueños esplendorosos. Arrancará de nosotros nuevas pasiones hasta hacernos vivir lo que ya no existe. Es enfático al recalcar que en la intimidad no hay mentiras. 6 Inevitable  Desesperadamente Y con necesidad vuelvo a ti, palabra roja: regalo de la cochinilla, delicia del primer fuego que alentó el paso de los primeros habitantes. Manzano de soles que da sus frutos  dentro de las crónicas difíciles de nuestra historia palabra pura de agua que la invocación vuelve vértigo y vino. Dolor que es la clave constante que nos recuerda que habitamos los confines de la misma piel. Lo que nos une a la bestia peluda, al pez, al pájaro— todos vivimos dentro de la sombra sagrada del árbol de la sangre. Punto cardinal de los enigmas rubor del maíz rojo, sonrisa entre