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Mostrando entradas de agosto, 2022

Aylin Herrera Solís (Ecuador)

La poesía de Aylin aflora desde lo más recóndito de su ser.  Sus versos se convierten en la pluma que dispara afectos y sentimientos nocivos. Para la poeta Herrera la palabra es el guardián que protege su corazón y el aura de los lectores.   Entierro Me llevó el aura al lugar  donde nos vimos por primera vez,  recordé tu mejor versión  y tu interés por mí,  mas ahora me lleva una ventisca a un cementerio... a llorar los sentimientos que debo enterrar porque tú ya los dejaste morir.    Rosas son abrojos Rosas son abrojos Me trajo rosas  diciéndome que eran intangibles y sublimes rosas rojas.   El sinónimo de las rosas  así él las describía mas yo las escribía  abrojos disfrazadas de rosas.   Me abrazaba… diciéndome que no me olvidara las rosas que eran perfectas a las luz de la luna mientras me besaba…   Otra vez…. trajo rosas otra vez… eran rosas rojas.   Me abrazaba… dejándome espinas de dolor me abrazaba  sin a

Yirama Castaño Güiza (Colombia)

La poesía de Yirama es la palabra que danza y que toma todos los lugares con un suspiro. Sus letras son la brasa encendida después del verso, la que alcanza transparencia en la mirada y que va marcando el tiempo. Castaño no tiene cabida en la simpleza por eso la agonía se pierde en los labios de la noche, en ese paraíso que la artista construye para el lector. La agonía del jaguar   Alcanzaste transparencia en la mirada y una vida de cristal entrecortado   Un viento alisio calma la pequeña herida, un solo tajo ocupa los silencios   La mujer del bosque sufre contracciones. En su vientre, la lágrima de Orión.     La canción del gondolero   I   Siempre supimos que estaba lejos, pero nunca la distancia entre esta línea y la que se borra cuando cerramos los ojos.   Cuando llegó el abrazo ya éramos círculo.   II   Detrás de la piel, las manos se pierden en el paraíso. Nacimiento y muerte en una sola página. La consolación, un inst

Ringo Cruz Gamba (Colombia)

La poesía de Ringo nos hará caer en un letargo mágico.  Sus letras se hacen humo en cada lectura y algunos perderán la fe mientras que para otros la tarde será de gloria.  El poeta logrará alejamos de lo civilizado que somos hasta convertirnos en selva o en cualquier otra cosa con tintes artísticos. Carne de iguana El que anda con la guahiba era un tipo pinta plata, hembras bonitas. Un Men con clase. Andaba en camioneta, cadenas de oro. Hasta que llegó a la selva. Preñó a una niña de 14, hija del Mamo. ¡Lo rezaron! Dejó su casa, sus hijos. ¡Todo! Se le cayeron los dientes Y ahora tiene diez bastardos verdes como iguanas con los ojos de blanco mediterráneo. Lo colgaron a la entrada del pueblo. ¡Te acostumbras! Las iguanas se insinúan por cualquier cosa cigarrillos, un espejo, iPhone XS.   Caes en un letargo mágico. Su baba la pone dura. Le das cabrilla, toda la del mundo. Te vienes varias veces, la leche es agua. No quieres sacarle la