Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2021

Andrea Rojas Vásquez (Ecuador)

La poesía de Andrea deshace la palabra más allá del lenguaje, es toda la vida que no se puede nombrar. Sus versos son una fiesta de carnaval, una rama suave, escándalo y combustión que se mece sobre el cuerpo. Rojas nos habla desde el lugar donde habita la imposibilidad, desde un espacio pixelado, en el que no necesita detenerse y que solo existe en sus ojos. LEER EL PERIÓDICO ES COMO VER UNA PELÍCULA DE RAMBO DONDE TODOS MUEREN Y NADIE SABE POR QUÉ   Escribí once años y no entendí nada. Fui a la escuela y no entendí nada. Fui a la secundaria y no entendí nada luego pública fui al Banco para ir a la universidad privada y privada pedí permiso para levantar la                                                                                 mano permiso para ir al baño y permiso para no ir dos                                                                                               días o mejor no llegar o llegar desnuda                                      

Pamela Simoncelli (Chile)

  En la poesía de Pamela podemos amar libremente. Sus versos surgen, tienen pies y manos, en ellos podemos crear nuevos mundos. Cuando tomamos sus textos nuestras manos se llenan de fuego y nos embarga el precioso silencio. De su boca huracanada despiertan las verdades, y podemos sentirla en su arquitectura impenetrable.  Página del silencio Quiero escribir una página del silencio,  sólo para mí...sin ruidos, sin estridencias. Para luego aparecer en Avenida Matta con Duble Almeyda. En medio de dos grandes quesos... Frente a la casa muda, silente cazurra... bañada toda de ése sol de Marte. Sol no terrenal. Me siento en la cuneta con las piernas dobladas, cruzadas y abiertas. Aquí hay sólo silencios,  que la gente coge y los hecha en sus bolsillos... muerden una fruta o un silencio. todos pasan desnudos... con preciosos silencios oscuros. Vuelvo a mirar la casa del frente. ¿Puede uno enamorarse de una casa, sus silencios, sus miradas...? veo sus ventanas

Karina Gálvez (Ecuador)

La poesía de Karina es aquella perla que brilla en la noche. Sus versos se convierten en caricias que maniobran a rienda suelta hasta convertirse en nuestro centro de gravedad. Su voz abraza sobre lienzo y lona, llevándonos al remanso de la fantasía donde se galopa de rosa en rosa y donde el poema se convierte en piel. Derramará ríos de prosa para llevarnos a lugares en los que nunca estuvimos, entre el alma y el deseo, llenando madrugadas hasta que el secreto se vuelva luz. Amazona Él, con su amor, me ha raptado como a Antíope raptó Teseo, y una guerra ha desatado entre mi alma y mi deseo.   En vano elevé mi pelta para huir de su mirada, pues sus ojos traspasaron cual sol entre mis pestañas.   Como Hipólita, ceñí en mi vientre un cinto lleno de magia, que él maniobra a rienda suelta en todas nuestras cabalgatas.   Y es que, igual que Belerofonte, sobre Pegaso revuela.  Sus alas, que lo hacen libre, me vuelan a una luna llena.   Talestris y Ale