La poesía de Eduardo ilumina la senda de la vida. Sus versos ayudan a olvidar las penas del pasado besando cada mañana la tímida rima. Narvaéz alumbra el pensamiento hasta extinguirlo en el cuerpo y en el crujir de las cosas. Enséñame Enséñame a quererte eternamente, y enséñame a besar cada mañana, haz que brille tu amor sobre mi frente, y alumbrará la estrella más lejana. Enséñame a vivir enamorado y alegra mi angustiado corazón, quiero olvidar las penas del pasado con tu inmensa y benévola pasión. Son tus ojos estrellas fulgurantes que iluminan la senda de mi vida, tú y yo somos sonámbulos amantes que vivimos de dicha enceguecida. Enséñame a tenerte vida mía, pues tu amor, en mi espíritu perdura, enséñame mi bien en este día a estampar en mi mente tu figura. La vida La vida es un pensamiento, un laberinto es la vida y cruza en mi pensamiento desesperante es la vida. Cuando uno muere, se aleja ...
Espacio de publicaciones culturales donde la palabra del otro se transforma en poesía. Aquí mostramos el arte de poetas locales e internacionales. El poema abraza con fuerza y nos inspira a recorrer ese hermoso camino de la literatura desde Ecuador hacia el mundo.