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Mostrando entradas de febrero, 2021

Karla Páez Yánez (Ecuador)

La poesía de Karla se abre paso en la estampida. Sus versos confabulan para verse vivos en los ojos y van desenredándose para perpetuarse en el limbo. Las letras de Páez llegan a tiempo, remando sin parar y retumban en la línea de la vida como el eco que se resiste pero que se hace nuestro.   De espaldas No habrá cordel para perpetuar lo íntimo. Tampoco una casa que conjeture sin error su sombra ni hormigas que den con lo que quede del día. No habrá perro que quiera sernos fiel ni gato para encararnos de reojo. De haber sido amantes desenterrados nos habrían encontrado de espaldas. Nada nacerá siendo nuestro ni un aguacate ni el sueño de un hijo. Ni siquiera lo ajeno caerá en el jardín para ser medio nuestro.   (Inédito)   Confabulación para mi abuela Algo en ti resiste: como la física improbable que les encuentras a los dobladillos como el origami de papel brillante de galleta colmando de luz tus cajones como tus listas listando lista

Katherine Mera Pereira (Ecuador)

La poesía de Kathe llega como tinto de verano. Sus versos rasgan el cielo sin pudor hasta desplumar el plexo solar. Nos abraza fuerte en cada poema, como si el amor fuera perfecto. En sus letras nace la emoción, el susurro galante, la identidad, la sinfonía. 25, julio de 2018 Una tarde h ablábamos del amor, filosofía barata condimentada con h umor oscuro la palabra amor debería escribirse con “ H ” amamos con el h ígado y acabamos esterilizados o envenenados.   Amor con “ H ” que h iere y repara durante la conquista h ilvanamos dulcemente a la presa, h asta que caiga rendida o h undida, nos h urta la razón y nos quita el piso y cuando las alas nacen en el omóplato, nos glorifica al paraíso, o nos pesan por lo que no dejamos ir.   Amor se debería escribir con “ H ” porque se h ace o se des h ace h uele a jazmines o a riesgo de h uir en estampida amor con “ H ”, porque cuando escasea duele hasta los h uevos.   De cualquier forma, o color el d

Adrián Calderín Gutiérrez (Cuba)

  La poesía de Adrián abraza la esperanza que florece tras el llanto. En las postrimerías sus versos arden sin saber dónde termina el fuego de la belleza o cual fue el origen de la palabra perfecta. Calderín se atreve, por eso tiembla la tierra, porque sus letras son como esa boca que se besa una y otra vez, sin miedo y con placer. Una historia antigua Estoico, un griego se dirige a un río cuya corriente no será la misma; sin duda sabe que es profundo el cisma entre el pretérito y el hoy. El frío del agua lo detiene. El albedrío es la piedra en su cuello. Se ensimisma y abraza la esperanza de un sofisma incapaz de salvarlo del vacío, de las tribulaciones, de la nada. Medita largas horas. Vacilante, busca apoyo de Júpiter Tonante, de oráculos, de astros y de sabios. El teorema es cruel como una espada: no se pueden besar los mismos labios. Apocalipsis Dragones, bestias, ángeles, trompetas, libros, sellos, visiones, teofanías manifiestan que las postrimerías del mund

Ana Lucia Narváez (Colombia)

La poesía de Ana Lucia es fortaleza inquebrantable.  Sus versos riegan de fertilidad el licor oculto que embriagan a las flores. Cada una de sus historias guardan en su mirada el fuego y canto, por ello el brillo ineludible de sus ojos. Sus letras nos abrazan en todos los idiomas y la energía que transmite vibra en cada pueblo, en cada ojeada, en cada silencio. Todo se convierte en lluvia mientras leemos sus poemas que destilan el aroma irresistible del pasto mojado. Mamaquilla Luz de mis ancestros, los hombres luna Quillacingas, riega de fertilidad la siembra de este sur y llena de vida a una humanidad en caos y peste. Que tu energía vibre esta noche con el ciclo de sangre de tus sacerdotisas las que danzan a tu nombre, con el fuego y el canto del lobo. (En lengua quechua, Quilla significa luna.)   Warmi (Mujer en lengua quechua) Eres una historia guardada en tu mirada, echaste a andar, sin el mapa del dolor en búsqueda de tu origen. Eres ese ser