Ir al contenido principal

Paolo Macay Vivar (Ecuador)

 


La poesía de Paolo se convierte en el regazo sutil del verbo que nos conjuga en todos los tiempos.  El escritor Macay hace de un breve instante un recuerdo imborrable que entre la comprensión y la razón nos cubre de colores, prosas y metafóras.


Daltonismo

Limpié sus lágrimas con el azul de mi sangre

y pinté sus vacíos con el rojo de mis lágrimas.

 

Teñí sus malos momentos con el morado de mis días

y cubrí sus errores con el verde de mi comprensión.

 

Le ofrecí el amarillo de mis sueños,

el blanco de mis amores

y el negro de mi bondad.

 

De mi piel arranqué un alma gris,

de mi espíritu una carne celeste,

y con ella cubrió su daltonismo.

 

Soy tu poema

En el regazo de tus afecciones,

o en el vibrar de tus cuerdas vocales.

 

Al reír, al llorar, al amar,

correr o caminar;

 

En ti siempre vivirán las prosas

de quien por sangre lleva tinta en las venas;

 

El que sobresale de entre la penumbra,

como la sombra más oscura.

 

De quien llenará de versos tu literatura,

porque yo soy tu poema.

 

Dígitos

Las sutilezas del tiempo

junto a sus atardeceres

que en su fallecimiento

dejaron una infinita noche en mi interior.

 

Las lágrimas inexistentes,

fruto de los recuerdos,

de los inviernos en los que

sentía tu frío.

 

Escuchaba el palpitar de tu corazón

acompañado de esa melodiosa voz,

que se convirtió en mi mayor vicio.

 

Y en un breve instante

pasamos de ser un dígito más,

a ser equivalencias de una razón.

 

O tal vez…

solo el dividendo de una ilusión.

 

Biografía

Paolo Macay nace en Guayaquily es autor de Mil Poemas en Uno. Amante de la palabra, la música y los silencios donde nacen historias. Escribe para quienes buscan sentir, recordar o renacer. Entre versos, viajes y café, deja un poco de  en cada página.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sócrates Ospino Ordóñez (Colombia)

  La poesía de Sócrates me sostiene, es el alivio, mi única posibilidad. Sus versos con aroma a jazmín me abrazan y me miran como un niño lleno de sueños y proezas. Aunque la muerte es el destino de todos, me cobijo cuando el escritor Ospino acuchilla con su perspectiva las temporadas que nos envejecen. I. a cuál dios rezo cuando el miedo sostenga mis manos de niño en noches         vacío de ti         de tus ojos         de tu aliento a jazmín en las que abrace al aire pese y nadie responda sostenga el espejo y vea en mis ojos al niño/hijo de un dios muerto     II. mis ojos dejaron de hablar   cómo pido ayuda     III. me vi en el pájaro y el pájaro se vio en mí   sin nido sin alas sin brazos   en la mirada del otro adivinamos la caída     IV. respiro aire puro miro los árboles señalo las cosas pienso en la vida  ...

Luis Enrique Yaulema (Ecuador)

La poesía de Luis Enrique nos permitirá seguir creciendo. Sus versos tienen el olor de la lluvia, la frescura de una cascada madura. Cuando nos quedemos sin palabras sus letras serán el recuerdo  del nido húmedo sonoro que se desgrana con el roce. Con sus poemas repasaremos la piel con los dedos y todo rincón se volverá invierno. [ ] en el cuenco de su espalda las amapolas siguen creciendo mis manos despiertas recrean lluvia y niebla vuelvo a su tersura me quedo empapado en rojo “Hoy me da por llover” El Ángel Editor 2017. [ ]     mi casa es antigua está perdida ¿dónde están sus piedras? los pájaros olvidaron trinar disimulan como niños sin recuerdos el olor de la lluvia ¿dónde está la casa? las piedras sin memoria arrastran las palabras antiguas semillas que se niegan a germinar “Hoy me da por llover” El Ángel Editor 2017. [ ] los pájaros de tu voz amenazan lluvia gotas en blanco y neg...

Lorena Salazar Suquilanda (Ecuador)

La poesía de Lorena parece que vive en el viento. En sus versos es posible explotar desde adentro y perder no solo el juicio, también el aliento. Vamos por la vida tropezando entre líneas viendo a la poeta Salazar recoger el asombro y escribirlo a la intemperie mientras saboreamos el cuerpo de su texto. En el vilo de sus manos, su palabra se atreve. La odalisca No puedo pedirte que no te marches, Los fantasmas de mi closet,  se cuelan en el tiempo  y dicen a gritos  que la noche  será espesa  y fría si te vas.   No puedo atreverme a no tocarte. Caminar ingenua en tus lagunas  y arriesgarme a no beber Acampar en tus fangos Abismos estridentes Bañar mis manos  deshabitadas si te vas.   No puedo escribirte sin dejar de saborearte Encontrarte en el olor a tamarindo Imaginar tu lengua aleteando como abeja Posándose en mis flores  abiertas al rocío Gotas frías Evaporadas Si te vas.   ...