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Mostrando entradas de diciembre, 2021

Alexander Ávila Álvarez (Ecuador)

La poesía de Alexander jamás cesa. Sus versos son las gotas que se suspenden sobre la noche para comenzar a florecer en una nueva hoja. Las letras de Ávila nos despiertan del olvido hasta pintarnos una y otra vez lo cálido que puede ser vivir. ****   A lo lejos miras el árbol que fue tu casa y de la misma rama que caíste ya brota una nueva hoja (más grande y verde) y no hay viento que te levante pese a que en el aire te resignas   la lluvia que viene desde adentro jamás cesa   Amitriptilina Land El desconsuelo de un hombre que con sus últimas monedas alcanza a comprar una botella para sobrevivir a su noche y que en un descuido la derrama por completo   un chat en línea dejando mensajes que se leen en otra habitación mientras la mente succiona hasta el tuétano de tu mirada el wifi intermitente que llega solo al rincón donde guardas su despedida para que no te alcance más el dolor   tu canción favorita que calla de pronto para siempre  

Zulema Albán Álvarez (Ecuador)

La poesía de Zulema llega cargada de emociones. Sus versos son el fruto maduro que se presenta en todo el esplendor. La palabra de la escritora Albán denota armonía e imponente presencia, refrescándonos con su brisa versátil la vida cotidiana.  Árbol de tamarindo En la casa de la infancia y también la juventud, el hogar paterno, donde la vida familiar se conformó,  en armonía, aprendizaje constante, del ejemplo laborioso de mamá y papá: organización, disciplina, estudio, juegos, arte, costura, amigos, vecinos... La vida misma, fortaleciendo afectos, costumbres, actitudes para, enfrentar una vida de bien. Cobijados por este árbol de tamarindo, que mi papi sembró, con el crecimos juntos mi hermana, mis primos, también los amigos,  viendo su follaje de oscuro verdor, su tronco engrosarse, sus frutos maduros sabor agridulce o verdes con sal en grano, delicia para mi hermana. Hermoso árbol, ya mozo, en todo su esplendor fue embellecido con luces de colores, para alegrar la imagen barrial du

Giancarlo Castro (Ecuador)

La poesía de Giancarlo es como el sol que golpea el rostro y se vuelve parte de uno. Sus versos incentivan volver al sitio donde fuimos felices y repetir el ejercicio hasta que la suerte juegue a nuestro favor. Las letras de Castro se reinventan en el poema, es como esa receta para dejar de ser prisionero hasta convertirse en prisión. Vivir es negarse He decidido que ya nada importa. Que debo esconder todas las emociones. Que es mejor caminar solo. Hablar solo. Quedarse en casa y escuchar la misma canción hasta que pierda sentido. He decidido guardar silencio. No responder más preguntas. No escuchar a nadie y solo sobrevivir. Porque vivir es negarse y ya no quiero mentir. Todos en el bus me miran raro. Ellos también sobreviven. Siguen intentando hablar entre ellos. Creen que hablar sirve de algo. Creen que hay que esperar algo del resto. No saben que vivir es negarse.  Negar lo que te hacía feliz porque siempre termina y no sabes qué hacer después. Y pierdes la cab

Yordan Arroyo (Costa Rica)

En la poesía de Yordan encontraremos todas las respuestas. Sus versos abren el corazón y deja que florezca. Su estilo agrega dulzura hasta acariciar nuestros ojos con esas letras que nos hacen felices. Al poeta le gusta vestirse de traje entero, porque la palabra es una gala para sentirnos vivos.                A Francisco García Jurado   Un poeta puede escribir novelas, Víctor Hugo escribió Los miserables .   Un poeta puede componer canciones, Bob Dylan compuso Shadows in the Night .   Una poeta puede reconstruir obras de teatro, Sor Juana Inés de la Cruz hizo La Segunda de Celestina.   Una poeta puede acariciar nuestros ojos con un cuento, Marguerite Yourcenar lo hizo con Cómo se salvó Wang-Fô.   Un poeta puede dibujar los traumas de muchos niños, Federico García Lorca le dibujó un payaso a Josefinita.   Un poeta puede crear el espacio donde muchos temen morir, Dante Alighieri creó los nueve círculos del Infierno.   Un poeta puede arrancarse el alma para reinventar un poema, Virgili