La poesía de Mayarí nace, crece y se manifiesta en la rudeza de la vida. Los versos de la escritora Granda tienen sabor de encuentro y despedida, de tinto rojo y silencio profundo, de noche lluviosa y cuerpo impetuoso. La palabra de la literata quiteña se ha vuelto un conjunto de truenos que nos alivia y sacude, que nos invita a despertar. BAJO EL SIGNO DE LA BESTIA Nacen muchos cada día miles y millones para tragar escombros, suciedad y hollín. Con la falsa expectativa de beber en esta vida la más pura gota de rocío, de sentir el amor más tibio y desinteresado. Nacen y crecen ambiciosos, egoístas, ciegos, pero la vida es ruda la vida es sedimento y piltrafa. La vida nos golpea aunque los ilusos la llamen *soplo divino* pero cuando estás en la cuerda floja es caída cierta. Y así nacen, nacen y nacen bajo el signo de la Bestia Humanidad, bajo el signo de la Bestia Hambre, miseria, racismo. Bajo el signo de la Bestia Soledad. En fin… no hay de qué preocuparse; la muerte es el vino de
Espacio de publicaciones culturales donde la palabra del otro se transforma en poesía. Aquí mostramos el arte de poetas locales e internacionales. El poema abraza con fuerza y nos inspira a recorrer ese hermoso camino de la literatura desde Ecuador hacia el mundo.