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Mostrando entradas de diciembre, 2020

Pablo Aurelio Jara (Ecuador)

La poesía de Pablo Aurelio es el puro instinto de perseguir lo divino. Sus versos de fuego vienen acompañados de ese optimismo desmedido por perderse, con la intención de entender el universo que uno puede ver en los ojos del otro. Sus letras pueden llevarnos por el camino de la incertidumbre, donde los celos se convierten en la electricidad que corre desde el interior; pero que finalmente si tienes diez motivos para estar triste, sus poemas encontrarán cien razones para hacernos sonreír.  Para ti querido soñador Sé del fuego, de las ganas, de la electricidad que corre desde tu interior y sobre tu piel por ese sueño que te brilla dentro. • • Sé de tus planes de cambiar el mundo, de ese optimismo desmedido, de tus noches sin dormir por andar soñando con los ojos abiertos cuando todas las luces de tu casa se apagan. • • Sé que quieres que tus padres se sientan orgullosos, demostrarles a todos que lo intentaste y lo lograste. Sé que te imaginas grande, exitoso y sobre todo entiendo

Silvia Favaretto (Italia)

La poesía de Silvia desata los ríos y mares. Sus versos nos recuerdan que el tiempo pasa rápido, por eso Favaretto multiplica los minutos para ser feliz. La poeta nos mira y enseña el camino para realizar un sueño, y nos ayuda a entender cuál no debemos tomar porque ahí se ahoga la esperanza. Sus palabras son el reflejo del asombro y las esquinas sin nombre rememoran los poemas que valen la pena recordar. Alicia en el país de lo ya visto Alicia da pocos pasos En la ciudad gris, Se aburre y tiene frío, El conejo descuerado la mira triste Del escaparate de la carnicería, No hay tazas de té́ para su sed, Ni setas mágicas para su hambre, Pero lo peor fue espejarse En el sucio charco de la vereda Y ver a la reina de corazones Mirándola asombrada en el reflejo. Alice nel paese delle quotidianitá Alice muove pochi passi Nella città grigia, S’annoia ed ha freddo, Il coniglio scuoiato la guarda triste Dalla vetrina della macelleria, Non ci sono tazze di tè per la sua sete,

Ivo Maldonado (Chile)

La palabra de Ivo es la lágrima que vive, la melodía que crece. Su lenguaje es un laberinto que destruye la monotonía. El poeta Maldonado acaricia los sueños inconclusos y les da un final que no se resiste al lector. Sus versos juegan, alimentan, murmullan y nos atrapan en lo prohibido de la ciudad. Lo acompañan los excesos y la velocidad de una luz que ilumina su poesía. La invasión de los lobos No hay bomba atómica que destruya la primavera. El hombre ni con sus anteojos derrotó al relámpago. Así venimos trepando, encrucijada de eclipses. Humo de las piedras.   No hay guerra que resista el poder de la naturaleza. Caídas desde el resplandor hasta el abismo. En Pekín la nieve es obscura como la luz agonizante.     Barco de mármol   Dentro de mí vive una lágrima Dentro de mí crece una melodía Un océano de peces como botes antes de la tormenta  Dentro de mí vive un planeta de golondrinas y boletos tachados Dentro de mí crece un puente atrap

Rolando Revagliatti (Argentina)

La poesía de Rolando logra que las cosas sucedan. Sus versos son el testimonio de lo memorable. Uno no sabe bien a donde va, pero Revagliatti nos devuelve al suceso, al presente con sosiego exultante. Nadie quiere ser presa de la confusión,  por eso la palabra del poeta crea una atmósfera de seguridad, lo que yo llamo el poema brújula. Encarnación Nosotros los pensamientos del afiebrado "encarnamos" testimonio del pasmo trasmitido a la empuñadura del objeto punzante que hiende el guiñapo que es su mujer. Uno no sabe Uno no sabe muy bien a dónde va   porque algo en uno no va del todo a donde uno quiere creer que va o cree que va   o va. Aún hoy Logré que sucediera y no sólo una vez sino dos   y que una de las veces fuera memorable   El alcance de mi logro aún hoy me devuelve al suceso. Humano ¿En el mismo río cuántas veces me ahogué?   He sido en eso de ahogarme tan estándar   Y lo he sido en eso de ser mi propio río no sé cuantas veces ahogándom

Ricardo Maruri Castillo (Ecuador)

La poesía de Ricardo nos deleita. Sus versos se mecen, se desvanecen y consolidan, habitan en todas partes.  Los fantasmas van borrándose mientras atravesamos de extremo a extremo su valioso trabajo poético. Las letras de Maruri crean un evidente ambiente de jazz. Al Conde Drácula El problema puntual del planeta es que financistas financieros y demás fantasmas se crean más que nosotros poetas pedestres (“de a pie” convoca orgulloso Saramago) una pulga Mr. Trump atracada en su cuello entre Versace y epidermis esquina en pleno down town de Guayaquil chupándole la sangre al mundo (PetroEcuador central y sucursal) deleitándose borrándose según Mr. Gates del sistema desde un teclado chino   La vida de Dios debe ser un infierno Ya ves que todavía hay tela que cortar por ejemplo cuando descubres que la vida de Dios debe ser un infierno (Huidrobo un pequeño Dios) si no como estar en todas partes y en todo ser sin ser ni de