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Elsy Santillán Flor (Ecuador)


Elsy es el bálsamo que sana las heridas. Su poesía es locura que camina por nuestras retinas cuando miramos con ojos de alegría sus escritos que nos sonríen con mohines seductores. Ella entrega todo hasta quedar desecha, sus textos aman más allá de la razón y nada detiene sus versos, ni siquiera la voz que canta una copla de tristeza o el desnivel que aparece sin sentido. Santillán vive y vivirá eterna, pues sus palabras calaron hondo en el alma de su pueblo.

Esta agua de mar
no se diferencia de ninguna,
es igual en todos los lugares
sabe a sal y lágrima furtiva.
Esta agua que me atrae más que nunca
líquido cruel frente a la pena
acaso sea el bálsamo
que sane las heridas.

En su vaivén eterno asoman grises
lejanas bandadas de gorriones
y buganvilla cubriendo las paredes.
La lejana casa volando entre los sueños,
los tres patios,
la pileta
y las macetas.
La niñez jugueteando en las esquinas
los canarios,
los pericos
y la luna.
Arroz de cebada para el lunes,
clase de música del martes,
refranes y poemas para el miércoles,
empanadas de mejido de los jueves,
alegres visitas en los viernes,
el cuarto de muñecas sabatino
y gozoso dominó para el domingo.
Recuerdos extinguidos como el agua
de este mar tan lejano y tan exacto.
Evocaciones de sal
en la memoria.
Voces de mar
y plenilunio.

Locura camina por la calle
va a paso lento
a sonrisa cruzada de ficciones.
Lleva un traje sastre,
tacos y cartera de oro,
joyas en su garganta seca.
Graciosa ve a todos lados,
ningún transeúnte se le escapa.
Los mira con ojos de alegría,
sonríe con mohines seductores,
palmotea alegre en sus espaldas.
La gente no la siente, ni presiente,
es invisible en esta hora,
su cuerpo se atraviesa como el aire.
Locura otea ansiosa las ventanas
no encuentra a nadie, se molesta y pasa
produciendo una grotesca risotada.
Salgo de mi rincón
abro mis puertas
le digo que esperaba su llegada.
Curiosa me mira
toca mis cabellos,
olfatea mi aura,
mi alma entera
y cadente avanza por la calle.

Hay una casa que estremece al solo verla
una casa devastada en su corteza,
en su profundo
y en su altísima muralla.

La he mirado siempre,
la he admirado
he pasado frente a ella por años y años
contemplando y evocando.

Sé a quién perteneció,
fue mi amiga en los años de la infancia;
más en la travesía de la estación obligatoria
nos olvidamos mutuamente de nosotras.

Recuerdo como eran sus salones,
los altos techos,
los muebles exquisitos.
En mi memoria aún se guardan los diálogos,
la espontánea risa,
el despreocupado encanto
de la vida fatua.

La niña que se juntaba conmigo
amaba los acordes del piano,
el canto de la lluvia,
los juegos con muñecas,
el dulce de leche,
y el pop de los setenta.
Crecimos juntas.
Ella se enamoró primero
y se casó primero.

Ahí la perdí.
El amor la extravió por recodos imperfectos
y profundas aguas
desconocidas,
salobres
e inquietantes.
Amó más allá de la razón,
entregó todo hasta quedar desecha.
Y cuando solo había ruinas
puso fin a su tormento,
apretando su escote
en la escalinata alfombrada.

Han pasado los años implacables,
no hay herederos,
no hay nadie que reclame un poco de nostalgia
o un reducto de alegría.
La casa permanece
con su altísima muralla
que impide al ojo
auscultar en sus entrañas.

Hoy he pasado por allí…
la hierba mala florecida,
el pasto en infinita altura.
El cielo empezó a tornarse oscuro,
la calle por demás oronda.

(El Recuerdo y yo
dos niños afligidos y asustados)

Largos años pensando en mil maneras
de hallarle en una calle,
en una casa antigua,
en un bar
de madrugada.
Imaginando palabras,
frases cortas,
vaciando alcuzas y excusas,
echando la suerte a ficha
y dados.

Toda la vida invertida en charlas breves,
arengas largas,
y pretextos transparentes.

Cien mil veces inventando cuentos,
poblando el sueño con mentiras,
despertando más sola y más anciana.
Pero no quiere doblegarse todavía.
(Acaso el tiempo le depare una sorpresa)
Y sigue comprando los diarios –por si acaso-
y mira la tele como siempre
intuyendo
que puede aparecer
un día de estos.
Y le busca en Facebook,
en el Twitter,
y en el chat de los solos sin remedio,
mientras se sirve un té de hierbas finas
con una pizca y media de esperanza.

Después…,
peina coqueta su cabeza,
orlada solo
por cabellos blancos.

Todos vamos dejando sitios
_espacios temporales_
donde quedan
invisibles huellas.
minucias,
hilachas
y partes grises de existencia.

La retirada se instala de golpe
sin darnos cuenta,
sin una lágrima,
un grito
o una luz de intermitencia opaca.

En estos sitios se dejan
verdades expuestas,
mentiras deshiladas
pliegues
de nuestro peregrino paso.

Perfume terroso,
estallido de vidrios que se trizan,
silencio que estremece al escucharlo.

Nada.
Ni un deseo encaramado en lontananza,
ni una voz que cante una copla de tristeza.

Nada.
Un vacío espectral,
una invisible sombra
un desnivel que aparece sin sentido.

Los sitios son eso
vacío,
nada,
desmemoria

A veces
solo a veces
inconfesable desdén,
delatora mirada
u
odio helado y exquisito.

Biografía
Elsy Santillán Flor. Nació en la ciudad de Quito, Ecuador.
Doctora en Jurisprudencia y Abogado de los Tribunales del Ecuador, por la PUCE.
Ha escrito obras en narrativa, poesía, narrativa infantil y teatro.

 EN NARRATIVA
-“De mariposas, espejos y sueños” 
-“De espantos y minucias”. 
-“Furtivas vibraciones olvidadas”. 
-“Gotas de cera en la ceniza”. 
 -“Los miedos Juntos” 
-“Las ficciones de la soledad”,
-Tiniebla 13. 
-“Algaradas”. 

EN TEATRO
-Danza imperfecta.
-Cena para estúpidos.

EN POESIA
-En las cuevas ajenas de la noche. 
-Aristas en el tiempo nuevo.
-Proscritas nimiedades.
-Canción de lo injusto.
Narrativa infantil:
-Las doce habitaciones de la magia. (Novela corta)
-Maravilloso Agustín. (Libro para lectores iniciales)
-Llegados con el viento. (Doce cuentos para niños) INEDITO
-Santuario de ángeles. (Poesía para niños)INEDITO
-Felicidad. INEDITO
-Cinco miedosos. INEDITO
-Fantasmagórica aventura del Grupo 21 (novela juvenil) INEDITO

EN COLECTIVO es coautora de los libros:
-DESEABULOS 1.  Quito, Ecuador
-DESEABUIOS 2.   Ibiza, España,
-La certeza de los presagios.  Cinco narradoras  ecuatorianas. Quito.
-Sinfonía de sal. Colección 2 alas. (Elsy Santillán Flor / Raquel Lanseros) El Ángel editor. 2015

PREMIOS:
-Premio Nacional “Jorge Luis Borges”.  1995
-Premio Nacional “Pablo Palacio”.  1998
-Mención de Honor del Premio “Joaquín Gallegos Lara” a la mejor obra publicada en Teatro. Consejo Metropolitano de Quito, 2011
-Premio en colectivo de La Casa Internacional de Escritores y poetas de Bretaña, París, 2012 - 2013
Consta en antologías del país y extranjeras de cuento y poesía.
Recitales de poesía internacionales en Casa de América (Madrid), Aula Magna de la Universidad de Salamanca (Salamanca) y Palacio de los Serrano (Ávila)  Traducida parcialmente al Húngaro, Francés y Yugoslavo.

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