Elsy es el bálsamo que sana las heridas. Su poesía es locura que camina por nuestras retinas cuando miramos con ojos de alegría sus escritos que nos sonríen con mohines seductores. Ella entrega todo hasta quedar desecha, sus textos aman más allá de la razón y nada detiene sus versos, ni siquiera la voz que canta una copla de tristeza o el desnivel que aparece sin sentido. Santillán vive y vivirá eterna, pues sus palabras calaron hondo en el alma de su pueblo.
Esta
agua de mar
no se diferencia
de ninguna,
es igual en todos
los lugares
sabe a sal y
lágrima furtiva.
Esta agua que me
atrae más que nunca
líquido cruel
frente a la pena
acaso sea el
bálsamo
que sane las
heridas.
En su vaivén
eterno asoman grises
lejanas bandadas
de gorriones
y buganvilla
cubriendo las paredes.
La lejana casa
volando entre los sueños,
los tres patios,
la pileta
y las macetas.
La niñez
jugueteando en las esquinas
los canarios,
los pericos
y la luna.
Arroz de cebada
para el lunes,
clase de música
del martes,
refranes y poemas
para el miércoles,
empanadas de
mejido de los jueves,
alegres visitas en
los viernes,
el cuarto de
muñecas sabatino
y gozoso dominó
para el domingo.
Recuerdos
extinguidos como el agua
de este mar tan
lejano y tan exacto.
Evocaciones de sal
en la memoria.
Voces de mar
y plenilunio.
Locura camina por
la calle
va a paso lento
a sonrisa cruzada
de ficciones.
Lleva un traje
sastre,
tacos y cartera de
oro,
joyas en su
garganta seca.
Graciosa ve a
todos lados,
ningún transeúnte
se le escapa.
Los mira con ojos
de alegría,
sonríe con mohines
seductores,
palmotea alegre en
sus espaldas.
La gente no la
siente, ni presiente,
es invisible en
esta hora,
su cuerpo se atraviesa
como el aire.
Locura otea
ansiosa las ventanas
no encuentra a
nadie, se molesta y pasa
produciendo una
grotesca risotada.
Salgo de mi rincón
abro mis puertas
le digo que
esperaba su llegada.
Curiosa me mira
toca mis cabellos,
olfatea mi aura,
mi alma entera
y cadente avanza
por la calle.
Hay una casa que
estremece al solo verla
una casa devastada
en su corteza,
en su profundo
y en su altísima
muralla.
La he mirado
siempre,
la he admirado
he pasado frente a
ella por años y años
contemplando y
evocando.
Sé a quién
perteneció,
fue mi amiga en
los años de la infancia;
más en la travesía
de la estación obligatoria
nos olvidamos
mutuamente de nosotras.
Recuerdo como eran
sus salones,
los altos techos,
los muebles
exquisitos.
En mi memoria aún
se guardan los diálogos,
la espontánea
risa,
el despreocupado
encanto
de la vida fatua.
La niña que se
juntaba conmigo
amaba los acordes
del piano,
el canto de la
lluvia,
los juegos con
muñecas,
el dulce de leche,
y el pop de los setenta.
Crecimos juntas.
Ella se enamoró
primero
y se casó primero.
Ahí la perdí.
El amor la
extravió por recodos imperfectos
y profundas aguas
desconocidas,
salobres
e inquietantes.
Amó más allá de la
razón,
entregó todo hasta
quedar desecha.
Y cuando solo
había ruinas
puso fin a su
tormento,
apretando su
escote
en la escalinata
alfombrada.
Han pasado los
años implacables,
no hay herederos,
no hay nadie que
reclame un poco de nostalgia
o un reducto de
alegría.
La casa permanece
con su altísima
muralla
que impide al ojo
auscultar en sus
entrañas.
Hoy he pasado por
allí…
la hierba mala
florecida,
el pasto en
infinita altura.
El cielo empezó a
tornarse oscuro,
la calle por demás
oronda.
(El Recuerdo y yo
dos niños
afligidos y asustados)
Largos años
pensando en mil maneras
de hallarle en una
calle,
en una casa
antigua,
en un bar
de madrugada.
Imaginando
palabras,
frases cortas,
vaciando alcuzas y
excusas,
echando la suerte
a ficha
y dados.
Toda la vida
invertida en charlas breves,
arengas largas,
y pretextos transparentes.
Cien mil veces
inventando cuentos,
poblando el sueño
con mentiras,
despertando más
sola y más anciana.
Pero no quiere
doblegarse todavía.
(Acaso el tiempo
le depare una sorpresa)
Y sigue comprando
los diarios –por si acaso-
y mira la tele como
siempre
intuyendo
que puede aparecer
un día de estos.
Y le busca en
Facebook,
en el Twitter,
y en el chat de
los solos sin remedio,
mientras se sirve
un té de hierbas finas
con una pizca y
media de esperanza.
Después…,
peina coqueta su
cabeza,
orlada solo
por cabellos
blancos.
Todos vamos
dejando sitios
_espacios
temporales_
donde quedan
invisibles
huellas.
minucias,
hilachas
y partes grises de
existencia.
La retirada se
instala de golpe
sin darnos cuenta,
sin una lágrima,
un grito
o una luz de
intermitencia opaca.
En estos sitios se
dejan
verdades
expuestas,
mentiras
deshiladas
pliegues
de nuestro
peregrino paso.
Perfume terroso,
estallido de
vidrios que se trizan,
silencio que
estremece al escucharlo.
Nada.
Ni un deseo encaramado
en lontananza,
ni una voz que
cante una copla de tristeza.
Nada.
Un vacío
espectral,
una invisible
sombra
un desnivel que
aparece sin sentido.
Los sitios son eso
vacío,
nada,
desmemoria
A veces
solo a veces
inconfesable
desdén,
delatora mirada
u
odio helado y
exquisito.
Elsy Santillán Flor. Nació en la ciudad de Quito, Ecuador.
Doctora en Jurisprudencia y Abogado de los Tribunales del Ecuador, por la PUCE.
Ha escrito obras en narrativa, poesía, narrativa infantil y teatro.
-“De
mariposas, espejos y sueños”
-“De
espantos y minucias”.
-“Furtivas
vibraciones olvidadas”.
-“Gotas de
cera en la ceniza”.
-“Los miedos Juntos”.
-“Las
ficciones de la soledad”,
-Tiniebla 13.
-“Algaradas”.
EN TEATRO
-Danza
imperfecta.
-Cena para estúpidos.
EN POESIA
-En las
cuevas ajenas de la noche.
-Aristas en el tiempo nuevo.
-Proscritas
nimiedades.
-Canción de lo
injusto.
Narrativa
infantil:
-Las doce habitaciones de la magia. (Novela
corta)
-Maravilloso Agustín. (Libro para lectores
iniciales)
-Llegados con el viento. (Doce cuentos para niños)
INEDITO
-Santuario de ángeles. (Poesía para niños)INEDITO
-Felicidad. INEDITO
-Cinco miedosos. INEDITO
-Fantasmagórica aventura del Grupo 21 (novela
juvenil) INEDITO
EN COLECTIVO es
coautora de los libros:
-DESEABULOS
1. Quito, Ecuador
-DESEABUIOS
2. Ibiza,
España,
-La certeza
de los presagios. Cinco narradoras ecuatorianas. Quito.
-Sinfonía de sal. Colección 2 alas. (Elsy
Santillán Flor / Raquel Lanseros) El Ángel editor. 2015
PREMIOS:
-Premio
Nacional “Jorge Luis Borges”. 1995
-Premio
Nacional “Pablo Palacio”. 1998
-Mención de
Honor del Premio “Joaquín Gallegos Lara” a la mejor obra publicada en Teatro.
Consejo Metropolitano de Quito, 2011
-Premio en
colectivo de La Casa Internacional de Escritores y poetas de Bretaña, París,
2012 - 2013
Consta en
antologías del país y extranjeras de cuento y poesía.
Recitales de
poesía internacionales en Casa de América (Madrid), Aula Magna de la
Universidad de Salamanca (Salamanca) y Palacio de los Serrano (Ávila) Traducida parcialmente al Húngaro, Francés y
Yugoslavo.
Comentarios
Publicar un comentario