En la poesía de Iván Mauricio reside la belleza. Sus letras nos detendrán en el tiempo y sentiremos la sola agitación de los sentidos. Cuando sus versos lleguen a nuestras retinas cerraremos los ojos y sin ninguna consideración, querremos acabarlo todo. La voz del poeta Lombana es el fruto del estímulo, el fuego vacilante y el medicamento para perplejos.
Intranquilidad
Baten las alas, las aves cernidas,
suspendidas en el aire;
cuelgan, sin desplazarse,
en un punto fijas.
“Abstumpfen”; ansiedad
por una palabra –más que aburrido–,
por la seducción de voces intrusas.
Detenido el tiempo,
miles de plantas inermes
sin defensa ni espinas,
sufren el ardor del verano.
Tracción
Liberarse del tiempo,
mentirse un amor
y elevarse del suelo.
Muerte prematura:
tratar de levantarse
y volver.
Arrinconar
Cerrados los ojos
y sin ninguna consideración,
acabarlo todo;
quitar avisos y vitrinas,
y clausurar de una vez.
Negarle la atención
a una pupila que cambia de colores
para alzarse contra la revolución.
Aguzados los sentidos
y sin rezongar,
advertir el mal en tu amor.
Revelación
Recordaba el camino de descenso al limbo,
ventana del Cruel sin paisaje;
tapia, espeso bosque.
Cargó el cisne durante todo el trayecto,
las alas le golpearon la cara;
los oblicuos rayos desde la cúpula,
ya al interior de la catedral,
no alcanzaban el suelo,
y en lo alto del techo,
una sola águila bizantina,
colorida, con su geometría circular
y su porte recio,
en actitud de desplante, cristalina,
envanecida, a los ojos del hombre
sin remanso.
Resguardo
Escudo del pasado,
en retardo del amante,
y pospuesta la entrega,
la de la amada,
que no despierta; hallar.
Del texto Critias
A punto de
partir,
jugó a dilatar
sus labios con los dedos
al verse
admirada.
Observa la
inteligencia femenina
en el movimiento
del cuerpo,
fruto del
estímulo y la excitación.
Al ocultarse
unas en otras,
se alargan las
sombras y se recogen;
sin cautela,
brota el ansia y la preocupación,
de la sola
agitación de los sentidos.
Observa también la
inteligencia masculina
producto de la
repetición en el lucro y los negocios,
en sus recintos
cerrados, sin huella o sangre.
Tras acometer en
el sexo, una vez acabas,
devienes un
ratón arrinconado, te aíslas y apartas;
y te aprestas a
salir de prisa, para quedarte como estabas,
en la soledad a
la que te constriñe la ciudad.
Reside la
belleza del hombre en su femineidad,
y la de la mujer
en su masculinidad, sin exceso,
a juicio de
Critias.
Cuánto se
extingue en el amor raso.
Del texto Meditaciones
“Si
alguien imagina ser amado por alguno,
y
no cree haberle dado causa alguna para ello,
lo
amará a su vez”.
Espinoza. Ética.
Amar para que te
amen y a poco más aspirar;
tan poco de tu
amor disciernes,
si amas porque
te aman,
aunque de ti no
depende que te paren mientes.
A su vez te
amarán, si consigues que imaginen
que sin causa tu
amor reciben;
que imaginen que
amas, para que te amen,
aunque de tu
amor no dependa.
Que te amen,
para amar, y a poco más aspirar.
Admite que te
rebasó el amor;
y a poco más
asientas; como a Abraham,
a mí me dio –Deus–,
sin correspondencia,
una hija hermosa
con una sirvienta.
Tampoco
disciernes que tu amor nada puede,
para que te
paren mientes; por algo de cariño
has que sientan
que tu amor reciben;
que te amen para
amar, aunque lo imagines.
Solo si el amor
aceptas sin que te amen,
porque amas sin
motivo, amarás a su vez,
a quien sin
alguna causa, te ame bien.
Tan poco de tu
amor concibes, que imaginas que amarán
si no creen que
haya causa para ello, aunque sí amor;
uno que nadie
consigue ni lograr imaginar
ni que imaginen.
Amar por amar,
si de ti no depende;
que imaginen que
amas,
o que tu amor
reciben.
Del texto Sentir occiduo
Inoportuno
“Quod tarda fatu est lingua, quod quaerit
moras
Haut te quidem, magnanime, mirari addecet”.
Séneca. Edipo (p.
14).
Dulce dolor el deseo de revelar lo horrendo
y amargo placer, la incertidumbre;
tarda la lengua para hablar.
Repugna la cura ambigua
del medicamento para perplejos.
Más mustio el corazón, si demora el amor,
en incierto recordar que serpentea en la
hiedra,
y en el fuego vacilante, alisada la cabellera
de la virgen, que finge ardor.
Se retarda la lengua que pide y cuestiona;
saña de los dioses, impía preñez de la
tierra
que alumbró hombres violentos,
presos en su propia red de guerra
–empeño, fidelidad, compañerismo–,
entre valores que engendran la
confrontación,
incapaces de elegir una muerte lenta.
Expiación de los males, sin vaciar aún los
ojos;
impotente para prevenir a otros,
nuevos sufrimientos.
Calla los consejos que no convengan,
en desacuerdo con la ocasión.
Nada obtienes, conveniente en el azar.
Biografía
Iván Mauricio Lombana Villalba. Nació en Bucaramanga, Colombia, el 28 de diciembre de 1969, pero desde muy niño ha residido en Bogotá. Estudió filosofía en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, tras de lo cual, publicó el texto, Sufrimiento que no sufre: La ética intelectualista del Maestro Eckhart (Medellín: Biblioteca jurídica dike, 2007). En síntesis, el Maestro Eckhart nos enseña a desaferrarnos de lo que queremos, para alterar la percepción del dolor y transfigurar la textura del sufrimiento en una experiencia alegre, conforme a la voluntad divina.
Después cursó la especialización en bioética y la Maestría en Comunicación en la Pontificia Universidad Javeriana, y obtuvo un Master en Comunicación Política del Instituto Ortega y Gasset. En estas instituciones, su tema de estudio residió en la percepción del dolor y temas relacionados, en el contexto de la medicina, de los medios de comunicación y las humanidades. De ahí que escribiera textos como: La abstracción cultural del sufrimiento en los medios y Bioética y dolor, El caso Leganés: daños causados por la mentira en la comunicación política institucional y la mala práctica periodística, en los que denuncia problemas relacionados con la explotación de las imágenes del sufrimiento y la venta de terapias para el dolor.
Luego su interés dio un vuelco y se dedicó al estudio de la felicidad, en el Doctorado en Humanidades de la Universidad Carlos III de Madrid, con una tesis, “Los saberes de la felicidad: cortes epistemológicos en el concepto de felicidad por abstracción del sufrimiento e indiferencia ante el dolor, disponible en internet.
Se ha desempeñado como asesor en varios ministerios e instituciones de control de su país.
Ha publicado entre otros artículos académicos: Incidencia ética del multiculturalismo terapéutico en el ámbito comunicativo, en: Revista Signo y Pensamiento; Prácticas periodísticas en los medios de comunicación referidas a los delitos de injuria y calumnia; en: Lombana, J. Injuria, calumnia y medios de comunicación; Séneca y Nerón. Conjura y poder político, en: Pasado, presente y porvenir de las humanidades y las artes, de la Universidad Autónoma de Zacatecas; Supuestos sociológicos y comunicativos a la base del declive de los valores por el origen del self help, en: Signo y pensamiento; Vivere est cogitare, Filosofía terapéutica para el sufrimiento por temor a la muerte en las Tusculanas de Cicerón, en: Filosofía y dolor. Cardona, F (Editor); En defensa de la cultura literaria, a propósito de “Lecturas anglosajonas del Quijote”, en: Revista Rostros y rastros IEMP; y “Una genealogía de la ética pública”, en: Integritas, PGN.
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