Luego de leer a Kevin despertaremos intercalando realidades. Con su poesía podremos explorar la textura de los muros, sentiremos esa electricidad que agita con tanta fuerza y tanta aleatoriedad nuestra manera de palpar la vida. Sus versos harán la noche elocuente y sus letras serán el obsequio que llevaremos con alegría para siempre.
Amor(ío)
Te tengo al
frente para ponerte a mi lado
Cuanto pueda
durar el encanto de nuestra mezcla
En níveo abrigo
Nos mantenemos tibios
Y es elocuente la
noche que narra nuestros líos
Resuelve
nuestras dudas
¨Somos el premio
al recorrido de distintas vidas¨
(Distintas
vidas)
Son las seis
Tengo que irme
¨No hay prisa (…)
Te tengo al
frente para irme desvaneciendo
Cuanto pueda
durar el encanto de nuestra mezcla
En ciego afecto
Permanecemos
fijos
Y es inconsecuente
tu tenue charla del pasado
Porque no te
recuerdo
¨No importa lo
que hagas deberás romperme al menos un poco¨
(Es para la
suerte)
Son las seis
Tienes que irte
(…) no debería
haberla¨.
Los Mejores
Sitios
Muerte en la
cama
Amigos en el
bosque
Deseos al fondo del
pozo
Paseos a oscuras
Amables cuervos
Veloces tiempos
Profundos saltos
Canto errante
con voz tensa
Dibujan las
ventanas
Refuerzan el
aura
Quiebran el
parabrisas
En una promesa
no muy lejana; con pasto, río, basura, piedras, las aves y la lluvia. Fui
consolando el obsequio de mis portadores con alegría. De la mano de mi pradera crucé
al otro lado del invierno, ofreciendo brincos, espantando peces y otorgando
fisuras a mi estabilidad.
Llegando al
regazo del árbol juntamos dos mundos, los colocamos como pudimos y nos
designamos propietarios de ellos; el hogar de diferentes familias se convirtió
en un cuarto sucio alquilado, para que dos turistas entablen una conversación y
así el riesgo los contemple. Llena de vida y afecto era esa sombra mal tejida,
ese punto de color humano desde el cielo, los destellos audaces aprovechaban
los segundos en el aire para aparearse, caían al piso lentamente y explotaban
como burbujas al chocar con la realidad estrepitosa.
Cuando arribó el
peligro impetuoso en busca de salida, nos alejamos del paraje. No pude abandonar
nuestro techo así que volví por él, lo reclamé de los dedos deformes de los
desinteresados. Dimos unas vueltas sobre el húmedo cuerpo muerto de un gigante
altruista; él nunca había obrado, su corona quebradiza solía ser justificada
por dejar pasear a voluntarios y descuidados en el salón de trofeos de su
palacio. Entramos un poco más al fondo del túnel, hasta conseguir, más que una
salida, una vista estable. Anduvimos un tiempo y nos topamos con la imagen más
exótica de su historia.
Un peculiar
camino floral nos dirigía al hermoso lugar al que llegaríamos después de unos
minutos. Era su aorta. La electricidad se agitaba con tanta fuerza y tanta
aleatoriedad. Los cabellos bailaban. Vimos el reflejo de nuestro reflejo. La
biología perfecta. Lo que salía por nuestras bocas eran palabras y saliva,
unidas.
Más tarde la
hipertonía. Atravesar el cuero con un lapicero, sostener una víscera funcional
fuera del sistema y que éste lo ignore. Verificar que hay jugo espeso y viscoso
dentro nuestros pechos que no describen los libros (ya que se ha ocultado
durante cada una de sus pruebas, desde las más lógicas hasta las más
improbables). Era jugar y nunca fue más bello jugar…
El amor fue
hecho y rehecho esas fuentes, donde su piel era más suave. Sobre la húmeda y ancha
espalda de un gigante altruista; luego de cruzar su invierno, luego de reclamar
un techo que sería suelo, luego de comprender la energía y la apariencia de sus
riegos.
Aquel cuadro… un
ancla invisible sumergida en el clima nos sostuvo, la falta de oxígeno pulió
los detalles bruscos de un círculo a mano alzada, todo un espectáculo en
segunda y tercera persona, los mejores sitios.
Muerte en el
bosque
Amigos al fondo
del pozo
Amables tiempos
Dibujan el aura.
Tifus
Era opaco el ser
que hacia ronda en mis paredes, aprovechaba para acercarse cuando la luz se
descuidaba débil, impregnaba su rastro en el piso y al llegar a las esquinas
del cuarto se revolcaba… bailaba como un animal alegre para luego regresar a la
vigilia circular, que era su hábito.
Anita estaba
abajo, al lado del jardín, despegaba de la pared hojas blancas, ocupadas con
dibujos hechos por algún niño o algunos niños… eran varias hojas blancas
pintadas y las quitaba deprisa, todas, antes de que la lluvia empeorara. Nunca
había visto con detenimiento a su papá, pero un señor que tenía los zapatos
sobre unas pantuflas negras al revés, bajaba las gradas e iba a apurarla, ni
siquiera a ayudarla; me imagino que era él. Dentro de mí me preguntaba desde
cuando estaban esos dibujos ahí, ya que había pasado por el costado esa misma
mañana y no los había visto. Obstruí la ventana del comedor con una o 2
toallas, para que el agua no entrara o al menos no entre más de la que ya había
entrado. La gran lluvia recién había llegado y cayó encima como un fresco golpe
en el cuerpo, era el llanto progresivo del hijo pequeño del cielo, se tornaron
borrosos los cerros y las construcciones. Un poco de agua entró al comedor y se
agrupó en el piso, al bajar la mirada mis tenis secos eran inexplicablemente
diferentes. En la ventana se veían disparos en diagonal cayendo violentamente
sobre el patio, me quedé mirando un rato y desperté...
Era la fiebre...
la misma que tuve de niño, había vuelto.
Se libraba una
batalla dentro los canales, la corriente enfurecía, rumbo a elegir nueva realeza;
combate arduo en donde uno se fijase. La energía solar y lunar se gastaba tan
rápido como se reponía, y en las noches aparecían huecos en medio de nuestros
escudos, como si fueran tejidos y deshechos por insectos expertos en materia.
Un antiguo faro alto cerca de las aguas sagradas cristalinas era invadido por
la potente fuerza de la pestilencia, al amanecer era una playa de restos
animales; apenados todos por la pérdida combatían con menos fuerza las primeras
horas de la mañana. Ya era de conocimiento las noches de asesinato despiadado,
múltiple degollamiento, golpes contundentes que dejaban a cualquier ser atónito
y somnoliento. La gente se hacía ideas con los gritos.
Pasaron un par
de semanas y se arrojó un cuerpo al agua. Fue recogido por una embarcación
fantasma días más tarde.
A bordo
sintiendo las congruencias. Era la misma ondulación para 2 naves: Una viaja
pintada en óleo recién untado con aceite, otra viaja real en primera persona
cabalgando en cámara lenta las infinitas olas de rasgos extraterrestres. En
ambas, luego de haber recorrido, en el centro del camino se les dibujó una
piedra preciosa azul, con 4 semipuros fragmentos que giraban de atrás hacia
adelante formando una letra "X". Si es que eso fuese una trampa caer
en ella sería menos terrible que caer en cualquier otra, por su potente y
absorbente belleza. Era el mensajero mudo que con su sola presencia anunciaba
un acontecimiento importante, una tormenta.
El mismo mareo
Vistas similares
El mismo viento
Basura en el
aliento
Daño en el remedio
Los primeros
minutos del día, en el receso y aislamiento caía la misma singularidad, la
misma sensación, solo que envuelta por paletas de colores y dolores agrupados
distintos. Un día el dormitorio tenía 3 camas.
Un hombre de
madera con el tronco ahuecado a un lado y al otro un hombre hecho de bolsas
negras de plástico mojadas con agua turbia. Si alguien los presentara podrían
llegar a ser amigos, pero creo que están ocupados en eso del sentir. De estos
dos el último fue encontrado caminando apresurado en busca de dirección en uno
de los muchos callejones auxiliares del centro. Quizás buscaba una píldora.
—... abres
la píldora. Y pones el contenido sobre la herida. Ataque directo.
—¿Y
funciona?
—En
realidad... incluso podríamos comprobarlo... pero hoy no...
—Ya
veo... Yo me ocupo en ayudar a personas cuyos paseos son interferidos por
catástrofes, déjenme presentarme: Soy un hombre desahuciado. Yo si vengo a
resolver el caso, a investigar el asunto. Voy a llegar al fondo de esta
situación.
—Mucho
gusto Sr.... Por cierto, espero que pueda gozar en plena paz. Déjeme informarle
que encontramos un escrito y pienso que debería leerlo.
"El Diadí
Es una deuda con
todos
Un compromiso
con cada camino
Cómo harán los
ateos para amplificar el espíritu
Aparte de
ingerir rocas acarameladas
De poner todo el
peso contra el muro
Y confiarse de
un solo núcleo en el organismo
Quizás busquen
compañía para surfear en el fin del mundo
O para olvidarse
que existe uno
Para olvidarse
que se es, uno mismo...
Dos pilares, por
un tiempo está bien
Vuelve a estar
bien después de un tiempo
Siempre
Eso apacigua el
Diadí"
—… Lo
encontramos bajo los escombros de su departamento, el techo y dos muebles
gigantes aprisionaron su cuerpo en un extraño terremoto. No sé por qué tengo la
curiosidad de saber cuál de los muebles cayó encima primero y de qué manera.
Podría ser un dato importante...
—Eso
es irrelevante, y yo no puedo trabajar con este hombre... Él era ateo, no creía
en Dios, y seguro tampoco en Jesús… y seguro tampoco en los santos ni en la
virgen; es claro el origen, se acabó el asunto, no hay que darle más vuelta
amigos. A este hombre se le acabó por completo hasta la última gota de
voluntad.
Ojos Muertos
I
Con estos nuevos ojos muertos
Mucho
dinero
¿De
cuántos retoños podré cumplir sueños?
Con los
ojos muertos
¿Qué es
lo que haré el resto del día?
Con estos
mis ojos muertos y maldecidos…
Hey
Wow,
estas diferente
Las manos
hábiles
Las
neuronas ágiles
¿Y los
ojos?
¿Las
ventanas?
Sabes no
sé cómo decirte esto
Es algo raro,
un poco ilógico, pero...
Los ojos
muertos
La cara
hecha culo
El cuerpo maltratado a gusto
El cuerpo maltratado a gusto
La
personalidad moldeada
Huellas
dactilares
Toda la
superficie
La
fragilidad silenciada
Crías
débiles y consentidas
¿Los
ojos?
Últimamente
no te ves muy bien
Luces
algo modificado...
Sobre el
río, exhausto
Murmurando
un perturbado himno
Con la
fuerza e ira irregulares
A
sabiendas de las cascadas mortales
Que
tienen y tragan mucha vida
Las
piedras que despedazan cuerpos
Y se
rajan como disculpándose
En realidad
son serpientes sin rostro
Pobre
humano con remos
Está
tratando de pertenecer
Inconcientemente
a un club
Que él
cree que es bueno
O la
élite
Jaja
Los ojos,
viejo, los tienes muertos
Sabes, te
lo digo en serio, que le paso a tus ojos loco
¡Tienes los
ojos muertos!
Sabes
creo que ya no estoy viendo bien...
II
Todas las ofrendas fueron dejadas sobre un hermoso telar azul bien confeccionado, eran años gloriosos de antaño, accidentes en el camino que con el paso del tiempo fueron fotografías, en realidad buenas acciones, buenas oraciones, muchos amigos y sonrisas, muchos caminos empujados con el dedo índice por alguna dirección, difícil entrada; plasmado con otras palabras el destino que buscas se encuentra aquí. Descansa un poco, y sigue amigo mío, mi más grande composición.
III
(Sonido default)
Mucha diversión
y mucha aversión también
Una
infinidad de lecciones
Orina-sudor-mierda
lágrimas-sangre-diarrea-leche-hierba-recuerdos-carne
rosada-diplopía-flemas-hipnagogia-pezones oscuros-abandono-ruido-silencio y
muerte.
Ese
intimidante objeto es el único que puede resolver mis dolencias
¿Tú crees
que sea el empleado favorito del jefe? Vi una foto donde parecía darle
consejos, donde le dirigía la palabra, resolvía presencialmente sus dudas.
IV
La gente hacia fila para satisfacer a este traje rellenado de trapos, con duraznos de mocochinchi dotados de visión y visiones, poco respeto por los miedos habituales, extraño interés por el ser que habita en las proximidades.
Se
desvistió con conocidos, se desvistió en la multitud, se desvistió a solas y
estando solo... Todos tienen razón, es lo más relacionado a un semidiós en la
tierra.
Se movía
constantemente girando sobre el panal, cambiando de edades, diferente peinado,
atractivo de cerca y ausente a centímetros; a ver cuánto rescata del superyó en
su nuevo empleo este agradable conocido que es siempre honesto, pregunta al
instante, lo hace todo y conoce todo.
Las
cenizas el carbón y la mugre hedionda estuvieron al acecho del científico en la
fábrica de cemento, donde hacían su aparición en diagonales, en los ángulos 45
y 135 en sentido horizontal... Nunca al frente.
Al
realizar su gran aparición, la oscuridad más negra y violenta acogió al
curandero, él se introdujo sin pena ni sorpresa.
V
Confundido, despistado
¿Has
visto algún orificio de salida en este puente onírico? Creo que solo has visto
cuadros y más cuadros de lo lindo que iba a ser una diplopía completa, dos
imágenes simultáneas, quizá incompatibles, que parecieran ser lo mismo, pero
oye solo un lado ve más claro y pinta más nítido...
He confeccionado
una maldición para ti, espero que te guste, la he ideado en forma demoniaca:
"La omisión de ayuda va a condenarte". Tiene relación con uno de los
contrincantes.
Solo
podrá combatir con mi triste presente, mi regalo improvisado, quizás no tan profundo
"En el camino se arregla la carga".
Se ha
deformado el nombre que llevo adentro.
Mi
corazón cumple ahora los requisitos.
Cada vez
más cerca
Ser uno
de ellos
¿Lejos de
ser yo?
Estoy a
la vuelta de la esquina de...
Ser un
tipo des-interesante
Alguien
en quien des-confiar
En todo
al llamado
La cosa
pudriéndose verde adentro
Vida-puesta
en espera-en reparación constante.
VI
Mi amor, casi inexistente. Alguna vez pregunté por qué te apasionaba tanto ayudar al desafortunado, y no rescato la respuesta exacta. Me contaste la historia de uno de los trabajadores que fue lastimado profundamente con el deceso de su hermano a su corta edad, ahora lejos, por hacer de salvarlo una y otra vez, hace lo correcto cuanto puede en la obra.
Mi amor
lejano, silente y oscurecido; ayúdame a recordar, no quiero recapacitar,
quisiera creer una vez más de la única manera que podría hacerlo honestamente,
con un ángel al lado que me guíe con la tarea. Ojalá en un sueño vuelvas algún
día y caigas en un pozo conmigo de nuevo, esta vez llamándote vida y tratándome
mal. Muy ajeno al deseo de ser mejor en la obra, está tu empañada y bendita
compañía.
VII
Escuché las palabras de un sabio ancestro, dibujadas con claridad al frente mío adoptando la forma de un amigo narrándome historias cerca del mar…
Dice que
escapó ileso y de hecho bienaventurado… En si él no escapó, esperó la parada
final del tren del éxito.
Me habló
de los constantes intentos y la secuencia en la vida, los parecidos. Razonar y
no aprender era su refrán para mí.
Introduciéndome
la violencia como un arte: Cortar y curar, golpear para unir, quitar para
sanar, ojalá hubiéramos hablado del ADN allí en el reino de los cielos…
Hablamos de humanoides, de los gigantes que sostienen su escuela, que
emanciparon tantas realidades con su andar inquieto, cada uno era un
conquistador él afirmaba (tal como quería serlo yo), si quieres puedo
enseñarte, me dijo.
Mientras,
me encontraba anonadado, volando volteando entre ideas, parecía un bicho; un
insecto confundido con una bomba de tiempo en la cabeza que quizás nunca
estallaría. Entendí una vez más que la biografía de los genios se escribe sola
con cada marca que deja al mundo. En repetición… que inexorablemente cada
huella, incluso crepuscular, germina… Quise decirle que sí, pero me sentí un
traidor.
VIII
¿Cuándo de una vez vas a resolverlo todo?
El
rompecabezas de la vida
El lugar
donde yace el alma y también de donde sale cuando uno fallece
El
agujero del tiempo.
IX
Así como una mosca sin dirección que reposa sobre el dulce gusto, la cálida atracción de ambiente… Quizás tú, Federico Fredecio, amigo mío, encuentres vocación en tu jornada.
Así como
un empedernido niño, timorato e intranquilo, que viaja a buscar tesoros entre
las cumbres… Quizás tú, mi buen amigo, mi mejor amigo, alguien te venga a
buscar a esta colina y admire tu colección.
X
Bailan las cicatrices hoy en día
Los faros
amarillos de pesadilla
Los
agrios caminos sin salida
Se
cortan…
Los hilos
que sostienen el sueño…
Tienes
que enfrentarte al concreto
Adiestrar
tus manos
Enseñarle
a tu mente
Comprender
tu designio
Sé
Y sé tú
Dentro y
fuera del peligro
Siempre
Comprende
tu designio
Comprende
tus designios.
Rengx
Funambulista
¿Podemos
explorar la textura
Y no las historias de los muros?
Porque estoy algo cansado
Y creo que puedo sostener
Esta rama por un rato
Sin perder mi antebrazo.
Y no las historias de los muros?
Porque estoy algo cansado
Y creo que puedo sostener
Esta rama por un rato
Sin perder mi antebrazo.
Estoy harto de
los enunciados que llevan tu "Yo"
Aquí voy...
Meta triunfante,
salto acrobático o inmovilidad
En la cuerda no
quedan huellas
Y la infinidad
se camufla en 3 opciones
¿Es de crear
balance?
O dejarnos...
Atrás
Abajo
En todas partes
Frente a un
público no hay pierde
Solo si sabes
quién eres
¿Por qué olvidas
tan fácil?
(esta es la
cuerda)
Rengx
Recuerdos
mudos...
Caricia suave
eterna
Inmortalidad
acorde a los pasos acumulados
"Héroe"
Pienso que
podría quedar vida para gozar la gratitud
O quizás la haya
veloz para estar insatisfecho
Hay una medalla
enterrada en el mediastino de un semidiós, de eso no hay duda
Ya no pertenece
a este baldío lugar
Nadie puede ver
las evoluciones
Se es conciente
de ellas
Se transforman
en diseños
Despertar
intercalando realidades...
Sueños nítidos
de atardeceres nebulosos
Y sus 3 minutos
posteriores
Sin bordes
Como un secreto
depositado al hombro
Como un retozo
pueril de tono índigo
Transporte
expreso
Sencillo vaivén
Final simpático
y trágico
Me paro
Justo
Donde
Doblan
Los fierros
Vuelvo a casa
siempre, cada día...
Vuelvo a casa
Esta es mi casa,
este es mi sillón, ella es mi novia, esta es la cena, esta es mi casa.
Biografía
Kevin Quispe Vargas, nacido el 01 de octubre de 1996 en Sucre, Chuquisaca, Bolivia.
De profesión médico cirujano, diestro y profundamente apasionado músico y escritor. Participante recurrente de recitales de poesía en cafés y bares de la ciudad de Sucre.
Ha publicado la obra Automatismo Experimental (2018) [poemario ilustrado, con música instrumental exclusiva en CD de audio para complementar la lectura] junto al escritor Rodrigo Montellano, la artista gráfica-plástica Laura Balderrama y el músico André Vilar.
Owner Blogger del sitio/galería ¨Kjhordy: Letras Perdidas¨ donde alberga parte de sus poemas y narrativa.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue churo, felicidades Kevin!
ResponderEliminarFelicidades
ResponderEliminarMuchas felicidades
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