La poesía de Diego es la más pura
libertad de expresión. En sus versos
nadamos a placer en los profundos mares del aire. Sus letras traen una lluvia de pasiones
incendiarias que hacen llover hasta en el desierto. Rojas escribe el verdadero
poema, con su corazón listo para la guerra, con la belleza enterrada en las
palabras.
Corazón para la guerra
que
no me vengan ahora con esa canallada
de que el arte por el arte
que la más pura libertad de expresión
que ninguna verdad es santa
que no me corran esa lámpara
de que la belleza enterrada en las palabras
que la poesía reparte bala en lugar de pan
a los pobres diablos de lectores hambrientos
que no pretendan entristecerme
contándome
las penas del preservativo
que se muere virgen esperando
en un rincón de mi billetera
porque polvo han sido
y polvo serán
los años quemados de mi juventud
porque fue el vino el que se emborrachaba de
mí
cada
vez que abría las botellas
no crean que fue al revés
porque fuimos cuatro sobre tu cama
aquella vez:
tú
yo
nuestras dos soledades juntas
abrazados hasta el amanecer
con el corazón abombado
en perica barata
siempre a punto de guerra
no necesito jurarlo:
te amo tanto
que me encadenaría a tu tumba
cuando te estés pudriendo
bajo
un sol de perro
porque durísimo ha sido el camino
que me bebí todas sus piedras
para poder seguir
y hoy soy como la cabeza aplastada de la niña
bajo la rueda trasera del camión
¿por qué
no puedo llorar
si tengo la cabeza toda reventada mamá?
la
realidad es que la luna es el sol
pero travesti
no
se emocionen tanto:
también
hay primavera
en
el infierno
Dentro de este poema venden drogas cabalísticas
dicen
que Patti Smith estaba enamorada de Rimbaud y que aun cuando vinieron a nacer
en siglos diferentes su amor fue mucho más que un ridículo acto poético: lloró
durante semanas cuando aquellos malnacidos le destrozaron su libro de poemas
del primer niño del punk que siempre llevaba consigo mientras trabajaba en
aquella fábrica en su adolescencia de 1964
cuentan que Li Po murió ahogado cuando
borracho intentó abrazar la luna apoyado en la frágil rama de un árbol y que el
río fue este texto fugitivo de los tiempos y las cosas (de confirmarse este
hecho en particular cualquier ser humano podría entender que es lo que quiso
decir Roy Sigüenza cuando anotó: escribo como un buscador, no como alguien que
escribe – cuando un escritor escribe sabe que escribe, el que busca no, no
sabe- No hay certidumbre ni dioses que la den)
murmuran que García Lorca haciendo el amor con
Luis Cernuda eran como esa nebulosa cuando aún es apenas una larva en el
estanque dejado por una lluvia de pasiones incendiarias
yo sin querer una noche me topé con Alicia en
el Night Club “Las Maravillas” y estaba tan clara su piel como el labio del
cristal que duerme entre traiciones y su cabello rizado como el sol y micro
vestido de cuero negro
pero ya lejos de toda suposición y sospecha
con todo este barro con el que se tejen las palabras desnudaría la sangre de
esa mujer que ha de estar esperándome en ese lecho de sal y tinieblas impuesto
en el corazón meado por el día venidero
les
juro que no dudaría en fumarme todas las grietas del asfalto
Mi ex novia era la versión femenina de la conciencia de Pinocho
(poema sin registro
sanitario)
si
se te duerme el diablo
que no sea en mi cuarto
te lo pido
mucho
menos en esa cama
donde
descoqué a un ángel
que
por poco me denuncia con la DINAPEN
por
no cumplir con lo acordado
cuida
que el pipí de los cielitos
no
vaya a mearse en la leche de la guagua
para que no se nos dañe la noche buena
procura ser más cuidadosa esta ocasión
que es un derecho constitucional
de todo ciudadano ecuatoriano
montar la de sabido de vez en cuando
me queda claro hace mucho rato
si hasta llorando me juraste
que si te acostaste una sola vez
con ese viejo chulquero
fue
porque tu mamá necesitaba plata
y
como yo no trabajaba
no
te quedó de otra
mas no te preocupes
te creo porque yo también soy mentiroso
te creo porque te debo muchas noches de placer
y no tengo con que pagarte
(todito
me lo gasté chupando)
con eso estamos a mano
supongo
que ya no caben los reclamos
ni que nos dediquemos puteadas
en
nuestros muros de Facebook
que hay que seguir con esta guerra
pero
en paz
que hay que hacerlo todo
pero
en baja voz
porque doloroso es el peso del adiós
la masacre de los besos
tus orgasmos suicidándose
como la lluvia violando el aire
como papá creyéndome maricón
porque solo sirvo para escribir poemas
y ya que hablamos de eso
¿quién dice que muerto el perro se acabó la
rabia?
si
ni encerrados en sus tumbas
los
poetas dejan de fregarnos
cuídate de las aguas mansas
que de los escritores me cuido yo
imagino que ya no hay chance para reproches
que yo si fui buen dato contigo
no me rasuro la lengua para decirlo
que se me pudra si te miento
que me
hagan ver la sangre
a ver si soy drogadicto
y si soy drogadicto
que me mutilen el verbo
¿y si me meto por la nariz
todas
estas líneas que te escribo?
se
nos duerme el diablo en nuestro cuarto
y tiene pesadillas
de todos modos
la vida mata
As de polvo
miro
el rostro de los días de mis amigos
y se me caga de risa en mi propia cara
(soy el pajazo mal hecho de Satán intuyo)
contemplo sus prosperas vidas
desde chico supe que yo nunca la tendría
los que alcanzaron a graduarse de médicos
de abogados
ingenieros en cualquier cosa
funcionarios
públicos
el compañero de la primaria
que hoy es toda una señora doña ama de casa
en un pabellón de la cárcel de Machala
el
otro que estudió tanto
solo para terminar mantenido
por una vieja viuda billeteada
la bella chica que abandonó la poesía
después de recibir una brutal golpiza
de su noviecito novelista estrella
del
colectivo Buseta de Papel
miro
la mueca la mala leche la nata ensangrentada
de mi destino a medias
¿los latidos son ahora mis cicatrices?
ser todo lo contrario de lo opuesto
mi cerebro inútil
como cuando llueve sobre el mar
el mismo viejo cuarto
en
el que vivo de arrimado
y en el que guardo mis derrotas diarias
esa
clínica de rehabilitación para los adictos a fumarse
la luz salada de todo lo que me callo
digo que estudié solo para ser desierto
veredas
sucias que fueron mis hoteles
en
mis más infernales borracheras
terminar tan chiro
que solo te toca un arco iris en blanco y
negro
y desayunar la niebla imaginaria
del cementerio de Spoon River
si cuando toda la sangre corre
es porque le he prestado mis piernas
una cita perdida en un café de nadie
solo por no tener nada decente que ponerme
que yo también nado a placer
en los profundos mares del aire
veo el dedo de la desdicha
introducirse en el ano del tiempo
y huele a deseo insatisfecho
ya nada queda
nada me sale como quisiera
mis ridículos intentos de vivir del arte
nunca aprueban nada
el Ministerio de Cultura no aprueba nada
la Casa de la Cultura no tiene ninguna
posibilidad
de contratarlo para nada
no hay presupuesto
deje su interesante proyecto y lo analizaremos
vuelva en quince días
nosotros lo llamamos
¿tiene idea de cuantos pedazos
de hijos de las re mil putas
escriben poesía en este país y sueñan con lo
mismo?
Defenestrado
el padrinazgo de este desvanecimiento
cruce
de buitre con piraña
ya queda solamente nada
¿se
le antoja cervecita con Racumin joven?
ceniza
es la belleza
la
más guapa de mis ex novias
ahora preñada de distancias
el play list de sus gemidos
cuando
me la cogía grifota
(el
bosque de los signos diría Blat de Labarrère)
¿con
quién sale el sol cuando lo hace?
¿a
dónde es que realmente van?
el
suicidio del asfalto
la
colilla del miedo ajeno
el semáforo en verde
para que circule la baba fétida por el
pensamiento
digo que trabajé solo para ser menstruación
de
todas las que no me amaron
otra
vez vuelve a quedar nada
pedacito de infierno mío
tener
no solo el rabo de paja
sino que el cuerpo entero y, sin embargo,
acercarte
arrecho a la candela
eso es escribir el verdadero poema
la
escritura como origen de todo mal y derrota
pero
la buena literatura siendo siempre la peor de todas las estafas:
vino la muerte y no tenía tus ojos
imagínate
Vírgenes aladas con corazones de plomo
Para Andrea Rojas
Vásquez
el
amor es el perro de Dios
que dejó atado en el patio trasero de la
eternidad
y que se olvidó de alimentarlo
y de llevarle algo para beber
y que agoniza
y que duele
como esta agua herida por el viento
de vuelta esta lluvia sin sentido alguno
lluvia que se fuga conmigo
al país de los desentendidos
la mañana con sus ojos desnudos
y el frío de lo impronunciable
abandonado y enfermo he tocado fondo
¿o es el fondo el que me ha tocado a mí?
la
entretenida colección de insultos
proferidos por mi familia
por pasar de los treinta
y seguir perdiendo el tiempo
con la estúpida literatura
mis enemigos que se regocijan con mis caídas
pero nada puede doblegarme
un hombre podrá ser destruido
pero jamás derrotado
(bacansote Hemingway
gracias por el huracán que vive en mí)
tener que coserte a ti mismo
pero llevar las manos siempre atadas
no vale la pena nacer para otra cosa
toda esta basura desparramada sobre el
pavimento
como el mejor invento de la humanidad
mi destripada alma
los
pedazos de mi hígado que vomité
durante mi última borrachera
como
mis únicas herencias
en vez de ser agradecido con la vida
por no haber terminado muerto o encarcelado
como algunos de los tantos que bebían
y que se drogaban conmigo
sino que dedicarme a hacer todo lo contrario
abusar de mi suerte
como quien abusa de la mujer
que bajo los efectos de la escopolamina
débil como el relámpago
enamorado del silencio
da lo mismo esta música que se ahorca
con la cuerda de la guitarra
con la que no conquisté a nadie nunca
esta nostalgia que muerde
que difícil escribir sobre estos papeles
ciegos
que hartazgo
que obnubilación
que bella costa del espanto
de vuelta esta lluvia sin sentido alguno
que en casi nada se diferencia
con este pedazo de cristal tembloroso
cuando yo sea grande
quiero ser como ese hombre
que mató a su amigo imaginario
y que después se entregó a la policía
Biografía
Diego Rojas Arias.- Pasaje, El Oro, 1986. Ha
publicado en poesía “Amor Escupido” (Co-edición independiente, Portoviejo 2013)
“La poesía con sangre entra” (Marfuz editorial, Manta, 2015) “Con todos los
diablos encima” (Andesgraund-Todos tus crímenes quedarán impunes editores,
Santiago de Chile, 2017) y “El paraíso de los nadie” (Tinta ácida-
Cuerpodevoces editores, Manta, 2020) Algunos de sus poemas han sido traducidos
al francés e italiano.
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