La poesía de
Omar nos hará caminar por la ruta de todos los supiros. Volveremos a casa y
limpiaremos el llanto para encontrarnos con el verso que nos arroja una rosa,
un clavel y un crisantemo. Iremos tras su palabra que nos susurra en cada paso
del viento y caminaremos por el sendero de las caricias sin dar alguna razón
imaginaria o fantasiosa.
Poemas
del libro
Bruma
Hoy,
que me encuentro en su oficina
abogando por la vida de mi pueblo,
le pregunto, señor presidente:
¿En qué lengua
están escritos sus sueños?
Parece que están escritos en inglés,
abogando por la vida de mi pueblo,
le pregunto, señor presidente:
¿En qué lengua
están escritos sus sueños?
Parece que están escritos en inglés,
ni
siquiera en español.
Los míos están escritos en camëntsa.
Los míos están escritos en camëntsa.
Así
jamás nos entenderemos.
Hugo
Jamioy
Un
día después de la guerra,
si
después de la guerra existe un día,
te tomaré en mis brazos, y te haré el amor.
Si después de la guerra tengo brazos,
si después de la guerra existe amor.
te tomaré en mis brazos, y te haré el amor.
Si después de la guerra tengo brazos,
si después de la guerra existe amor.
John Lennon
El Tomate
Hoy he vuelto a
mi casa. La he barrido, la he lavado, la he arreglado. Le quité las telarañas.
Boté las sillas rojas. Le limpié el llanto. Abrí las puertas y ventanas y me
asomé esperando ver la vida: Afuera todo sigue igual. El mismo paisaje inmóvil
desde hace algunos años cuando los hombres fueron trasquilados y las mujeres
teñidas de ceniza y las niñas pasadas por la inmensa hoguera de los llantos.
Hallé el
silencio enredado en las púas de las cercas donde no creció ninguna flor.
Yo busqué un
fruto donde ni siquiera había aliento, ni humedad en la tierra de El Tomate. El
cielo se llena con la luz de los ausentes. La noche renace con la voz de los
caídos en este río seco que vio morir ahogados a nuestros viejos, en este mar tiznado donde desembocó el cuerpo
calcinado de los niños.
Hoy he vuelto a
mi casa. La he pintado, la he arreglado, la reconstruí. Algo nada fácil porque
es lamentable llegar de nuevo después de tanto tiempo a limpiar pasillos como
si nada hubiese muerto, como si nada nos doliera en estas tierras de El Tomate
donde los montes se parecen más el cementerio de los hombres de los que no se
habla porque solo son higuera que no florecerá y por lo tanto ya no es
necesaria en esta tierra imaginaria y fantasiosa de El Tomate de la que nadie
sabe nada, de la que nadie dice nada.
Esperé a que regresaras de la guerra
A Luz Marina Bernal Parra
Fui tras la
caricia de tus dedos
pero ya no
estabas.
Fui tras una
palabra de tus labios
pero no te
conocían.
Caminé la misma
ruta de todos tus suspiros
para encontrarme
con el verso que te nombra sin hallarte.
Arrojo piedras
desde la orilla de los lagos cuando es martes
y son las once
de la noche en la edad de mi tristeza.
Me paro sobre el
borde de la vida mientras miro a todas partes.
Me pongo sobre
el filo de la noche esperando a que regreses.
Me pregunto cada
tarde qué será del mundo si no vuelves con tu luz
porque hacer la
misma cama, comer en la misma mesa
habitar esta
misma casa sin ti, sin tu latido,
es el más cruel,
el más doloroso, el más lamentable de los exilios.
Aún te espero,
mi amor.
Soacha sin ti
No es que mis
manos retraten las tuyas
/en la
inmensidad de la hoja.
No es que mi
corazón resienta tu rostro invisible
/sostenido en mi
pecho.
No es que mis
oídos te escuchen susurrándome
/en cada paso
del viento.
No es que mis
labios extrañen tus besos, ni que mis brazos
/anhelen tus
hombros, tu espalda, tu cuello.
Lo que pasa es
que estas calles aún te describen
/sin dar alguna
razón de tu nombre.
No es que mi
lengua todavía hable tu idioma.
Lo que sucede es
que no he dejado la costumbre de ejecutar
/tu conjuro
ese que me lleva
a sentirte en todas partes cada vez que te extraño
y que la noche
me dice que no estás conmigo
que ciertamente
no estás en ningún lado.
Una vez llovieron flores en El Aro
Para
Álvaro Uribe Vélez
Varios hombres
pasaron por mi lado caminando.
Yo los saludaba con
mis manos infantiles.
Sombras altas de mirada
fiera gritaban en el pueblo.
Yo las saludaba con
mis manos infantiles.
Gritos y destellos
asaltaban las casonas.
Yo tiraba flores que
el viento se llevaba
mientras
la tormenta terminaba y los chulos emprendían su vuelo de /partida.
Varios hombres pasaron
por mi lado para abandonar el pueblo
/muy
despacio.
Yo los
miraba mientras llevaba mis manos a mis codos contra el /frío.
Uno de ellos me
empujó. Caí, pero me levanté
y le arrojé una rosa,
un clavel y un crisantemo.
Él, a cambio, me
sembró una bala en la mitad del pecho.
Pero aquí estoy.
Y si ese hombre
fuerte de mirada roja volviera a empujarme un día
una vez más yo le
arrojaría una rosa, un clavel y un crisantemo
sin importar que una
vez más me siembre la muerte en un pulmón
porque una vez más la
vencería y le arrojaría otra y otra y otra flor
a ese y a
otras cientos de sombras que de cuando en cuando arrasan /los campos.
Una rosa, un clavel y
un crisantemo cuantas veces sean necesarias
hasta que
el peso de las flores en sus botas no les deje seguir /andando
no les deje seguir
gritando, no les deje seguir matando.
Abril en Bahía Portete
No cierres la puerta de la noche ante
mis ojos sin haberme
/resguardado
entre tus brazos.
No me dejes con este firmamento
acrecentado sin el calor
/de
tu mejilla en mi regazo.
No me señales el sendero sin llevarme a
través de él.
No me arrojes a la vida sin la guía de
tu mano.
No me digas por donde debo caminar.
No me niegues tu fuerza y tu perdón.
No me ordenes que te deje.
No te vayas sin mis manos.
No me pidas que te olvide.
No me dejes sin tu fuerza.
No me sueltes.
No te vayas.
No te mueras.
Biografía
Poeta y autodidacta radicado en Suba, Bogotá. Sus textos has sido
publicados en antologías, periódicos y revistas de Argentina, Chile, Colombia,
Costa Rica, Cuba, El Salvador, España, EE.UU., Guatemala, Guinea Ecuatorial,
México, Nicaragua, y Venezuela. Profesor de Humanidades en instituciones de
Educación Básica-Media y promotor cultural de colectivos artísticos (años
2008-2020). Trabaja como directivo en el Colegio Van Leeuwenhoek, Director
Ejecutivo de la Corporación ESHAC (2016-2020), Director de la Revista Occidente
XXI y Director del programa de radio Agridulce.
Sus poemas han
sido musicalizados por el cantautor Leandro Sabogal y traducidos al francés,
inglés e italiano. Blog: farodesnudo.blogspot.com
Libros
publicados por Omar Garzón:
Faro desnudo
(Liga Latinoamericana de Artistas. Btá. 2011), Flores para un ocaso
(Liga Latinoamericana de Artistas. Btá. 2013), Un poeta es un satélite en
constante caída (Senderos
Editores. Btá. 2015) y Bruma (Piedra de Toque. Btá. 2020).
Reconocimientos otorgados a Omar Iván Garzón Pinto:
· Mención de
Honor del Concejo de Bogotá: Participación como líder Distrital Constructor de
Paz. 2019 (Bogotá);
· Mención de
Honor: Cuarto lugar en el VII Concurso Internacional de Poesía El mundo lleva
alas. Editorial Voces de Hoy. 2016 (EE.UU.);
· Finalista del
Concurso Internacional de Aforismos. Cuponeta Ediciones-Logo Editorial. 2015
(México);
· Finalista en el
I Certamen de Poesía Rafael Maya. 2015 (Colombia);
· Tercer lugar en
el XIII Concurso Internacional de Poesía Eduardo Carranza. 2015. (Alcaldía de
Sopó, Colombia);
· Segundo lugar
en el I Concurso de microrrelato “Otoño e Invierno”. Diversidad Literaria. 2014
(España);
· Segundo lugar
en el Concurso nacional de poesía “Poetas en Carnaval”. 2014 (Pasto, Colombia);
· Finalista en la
segunda convocatoria "Mil poemas por la paz de Colombia". Fundación
Plenilunio. 2014 (Cali, Colombia);
· Finalista en el
concurso Nacional de poesía “Nuevas voces para la poesía colombiana”.
Corporación Ulrika. 2013 (Bogotá, Colombia);
· Tercer lugar en
el Concurso Distrital de estímulos para la creación literaria. 2011 (Suba,
Bogotá, Colombia).
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