Ir al contenido principal

Fernando "Pantera" Salazar (Ecuador)


La poesía de Fernando nos devora por el asombro y la belleza. Todos morimos un poco cada tarde porque la vida es una equivocación permanente y Salazar mientras levanta barricadas y hojas volantes que luego son llamaradas nos clava una interrogante poderosa ¿cómo lograr que la paciencia llegue a tener tantas reservas como el petróleo?

Sus versos salvajes crecen entre paredes y calles como girasoles gigantes y nos aventuramos a capturarlos por un instante, aun sabiendo que serpentea el texto a su antojo, desbordando el poema. Luego de leerlo amaneceremos más cerca de lo que deseamos, en ese mundo que construye donde se derraman pétalos de leche, donde los tambores retumban, las guitarras eléctricas aúllan y el amor se vuelve líquido.


Yo también muero un poco cada tarde

Yo también muero un poco cada tarde sabes, Padre, cuando la melancolía me consume como un cigarrillo entre sus dedos de humo y sus ladridos de viento ah la infinita saudade postpunk shoegaze newwave void blues jazzafterdark (trompetasllamaslejanas) fado tango pasillo yaraví el vacío la Nada desintegrándome atómicamente sobre un mar gélido y gris desesperación ansiedad aburrimiento tristeza mierda qué mierda tan triste el monstruo del tedio y peor el del espejo roto dentro del propio metro cuadrado donde bufo estoy harto de este encierro psiquiátrico en mi propia casa en mi propio cuarto-celda-caja de fósforos que siniestran esta página en blanco antes de que yo logre tatuar en ella los versos que en mis oídos azulan las moscas del silencio ah la “locura” y la droga y los malos hábitos y las “malas compañías” combinación explosiva ah “patología dual”, triple inclusive pues para mí parece ya no haber cura ni el valium ni el litio ni la quetiapina han dado resultado oh balada para un loco y para colmo poeta que aún espera el regreso de los dragones con todo su fuego purificador de ciudades enteras oh réquiem para un condenado a la Caverna de la a-normalidad y la des-adaptación social Yo, meteorito humanoide perdido en el orbe para siempre con un pie en la tumba y el otro en la estratósfera Yo, enésimo aborto de aterrizaje de un Pegaso en llamas náufrago de un barco ebrio (oh, Nicanor, perdóname porque a ratos me cuesta tanto ser tierrafirmista) y para colmo bajo el azote del desempleo la pobreza la deuda la angustia la soledad día tras día noche tras noche el insomnio y sus buitres estoy harto por eso, Padre, bájate que tengo hambre bájate hasta aquí con tus migajas de pan desde el cielo del puto Dios dinero que nunca hay para todos pero mata a muchos como a mí un poco cada tarde, Padre, bájate que tengo frío bájate hasta aquí con tus migajas de atención y de amor desde el Olimpo de la ausencia que también mata a muchos como a mí un poco cada tarde qué mierda tan triste qué mierda.

 

P.D. Hasta que una tarde me cansé de morir. Pero esa ya es otra historia.

 


Tríptico para tu ausencia

 

El amor no es más que el desamor con piel de oveja

Euler Granda

 

1

 

Y cuando no estás aquí, amor,

cierro los ojos y con la otra mirada

veo los girasoles de tus ojos

huelo las madreselvas de tu cuello

acaricio la orquídea de tu Monte de Venus…

árbol de luz tu cuerpo

que levita sobre nenúfares eléctricos

en el gran lago de la noche

y derrama pétalos de leche

fulgor violeta y tibia sangre, amor,

ninfa ya lejana

y sempiterna en mi deseo

te veo en un jardín

el jardín de mis fantasías

en el palacio de tu ausencia.

 

2

 

maldito vuelo de ansiedad que calmo sólo con verla

aullidos de cristal despegan y planean raudos sobre su propio eco

la heroína fucsia de la música se riega y quema dentro de mis venas

mis ojos son túneles y carreteras dilatadas en la noche a toda velocidad y puestas las intensas

en cuestión de segundos salgo disparado en nubes de humo verde y polvo blanco hacia su

madre tirana mujer fatal madeimoselle satán ninfa despiadada vampiresa asesina:

la Luna

(así ya te llamaban antes de mí, amor)

a lo lejos

              yace

          incinerado

          el mar

saudade postpunk infinita

resplandor

        bruma

         resplandor

fiebre y sequía de amor

maldito vuelo de ansiedad que calmo sólo con verla

y maldita su ausencia

  dueña de mi corazón 

  que lívida y plácida

             chupa

            mi alma

 

3

 

entre suspiros de arena, sollozos de niebla y lágrimas mutuas

tu estatua de sal se desintegra

     tu lámpara de carne se apaga de a poco

ahora sólo tu recuerdo y el brasier y la braga que olvidaste en mi cama me acompañan

tu recuerdo es decir tu mirada tu alma tu piel tus aromas tus gemidos, mujer,

ah y tus tabacos de sabores y tu canción y este poema

todo eso se esfuma lentamente dejándome abierta una herida y entonces tu recuerdo es la sal

pues una noche de abril, el mes más triste comenzamos a alejarnos

cientos de kilómetros y obligaciones pendientes hoy nos separan, amor,

y el mañana todavía no es

pero ya huele a soledad y nostalgia

esperar el fin es desangrarse en añil agonía

ambiente enrarecido y taciturno que succiona al vacío la memoria de nuestros cuerpos que unas cuántas noches atrás fundimos en el fuego de la pasión y la ternura como si se fuese acabar el mundo y nos diese ganas de decirnos aquella mentira llamada “para siempre” (¡maldición!: ¡cómo te extraño, mujer, cómo te extraño!)

¿a dónde vamos? ¿dónde estaremos? ¿qué seremos? ¿aún seremos, amor?

dime ¿cómo atravesar y dejar atrás el recién inaugurado templo de tu ausencia?

¿cómo lograr que la paciencia llegue a tener tantas reservas como el petróleo?

¿cómo escalar y ver juntos el mundo desde aquella colina?

dime cómo, amor, dime cómo...

¿haló?… ¿haló?…

“¿oyes clavar el ataúd del mar?”

es nuestro corazón que se rompe.

 

***

 

Epílogo Antipoético

 

Tu ausencia y este poema comenzaron a morir

cuando me pediste “un tiempo”…

           por WhatsApp,

entonces discutimos

y me dijiste que no vas cambiar de actitud

–es decir que no vas a salir de tu zona de confort–,

ni porque te dije

quédate una noche más, niña rica,

quédate, que mi alma es una bulería

para la rosa de tu oído

y para el oído de tu rosa...

        ni así,

pues terminamos

diciéndonos Adiós para siempre…

                          por Facebook.

¡Ja!: ¡vaya “idilio bobo”, como todo amor interclasista!

No se puede pedir peras al olmo,

el fruto nunca cae demasiado lejos del árbol,

y, al final de cuentas,

todas las calaveras son blancas...

Blancas como tú, niña rica,

que después del último polvo

huiste de mi pobreza y mi “locura”:

al final de cuentas, yo sé bien que

un hijuepueta de Saturno, del viento y de la calle

que sólo te puede dar un yogurt

y orgasmos de colores libres de ataduras

como yo,

no es un “buen partido”

para una princesa con auto de Cumbayork

que prefiere su Borges

con todo lo que le rodea y le hace tal

como tú.

Entonces huiste de mí, líquido amor,  

y de nuevo me quedé solo

como la última flor de látex desechada

en el último cuarto del último hotel del mundo,

como el último silbido de un bandoneón azul

en el último puerto del último rincón del mundo,

así: solo, íngrimo, un poco vacío… pero vivo…

Sí, vivo, porque al final de cuentas, niña rica,

el amor a uno mismo es y debe ser más fuerte.

Las lágrimas y las cenizas también son abono.

Aún conservo el fuego y la sonrisa.

                   ¡Salud!

 


thriller distópico

 

y en el 2049 se instauró la madrugada nuclear permanente

el Apocalipsis perpetuo

las mil y una temporadas en el Infierno

la dictadura a sangre y hierro del dios Moloch-Dinero

con sacrificios humanos y animales a millares surgir en su altar

el estado de excepción indefinido

con sus patrullas sus sirenas sus terrores y sus crímenes de Estado

el reinado mundial e irreversible de todas las Mafias

la nueva edad media postindustrial-postporno-postgore

la Matrix en toda su crudeza al rojo vivo

el peor y más putrefacto de los mundos posibles a la n potencia

el Sol está lejos y turbio pero está

gran astro de luz tiznado de oscuridad

estrella tercera atrapada en tinieblas

las nubes de smog gangrenan el cielo / pero abajo aún existe el Fuego

la Resistencia es un mito real / una leyenda viva

a lxs Rebeldes les criaron alas y garras de zánganos mutantes

con las que hacen parkour de guerrilla

en las alturas de los edificios devastados por la Guerra Civil

otrxs los okupan y cultivan lechugas y hacen el amor pan y libros dentro de ellos

mientras abajo se levantan barricadas y hojas volantes que luego son llamaradas

contra los simios autómatas que vigilan y reprimen las desérticas ciudades

los tambores retumban y las guitarras eléctricas aúllan  

jardines salvajes crecen entre paredes y calles como girasoles gigantes

jardines salvajes crecen entre paredes y calles como girasoles gigantes

 

 

parto cósmico

 

ser

apenas tocado por una epifanía

y así alumbrar

el profundo instinto del océano

entonces lanzarse a perseguir

con una escafandra y un atrapasueños

aventurarse a capturar por un instante versos

como quien captura prestidigita y saborea

las moscas azules del silencio

 

masticarlas regurgitarlas moldearlas esculpirlas

tatuarlas en llamas

no sin denuedo y esfuerzo

devorado a su vez por el asombro y la belleza

tatuarlas sobre el busto calcáreo de la página en blanco de la muerteviva

 

y entonces escribir y escribir

y arder y arder

danzando

cual muñeco vudú

marioneta posesa por el canto índigo de la ballena sideral de la poesía

cetáceo cósmico que lentamente atraviesa buceando el sacrílego bosque de la vida

 

pero al final

ella sólo se aleja

ingrávida e inasible cual cometa se aleja / yo apenas la rozo y ella sólo me deja

sensualmente esparcidas

medusastornasoles serpenteando el texto a su antojo     

palabrasanguilaseléctricas desbordando el poema

 

al final ella

divina y profana

bella y perversa ella

sólo se aleja

pero a cambio me deja

algunas de sus gotas-escamas-plumas-lapislázuli-iridiscencias

que vis-co-sa-men-te se expanden y esplenden

y su luz me destruye para ipso facto parirme

bastardo creador de al menos una constelación de pájaroscatedrales

abrasando con su vuelo una negra primavera


eneatipo 8

 

lejos

quise irme lejos

con las ninfas orientales de la lujuria

montado en las verdes nubes del cáñamo

y los paraísos artificiales de la dopamina

pero esto sólo es placebo

 

cerca

aterricé más cerca de lo que deseaba

dentro de mí mismo

en mis recuerdos fantasmas

que clavan sus frías garras en mi pecho

y me empujan al otro lado de la luz y del espejo

 

turbulencia e iluminación

de repente comprendo mis más bajas pasiones

mis bestias sombrías la voracidad y la venganza

los horrores que he cometido y me atormentan

las vendas y las trampas que me ha puesto el ego

lo real es el espanto y el vacío

 

respiro

cierro los ojos y miro

una pagoda en medio del lago

un sauce llorando sus hojas al viento

un guerrero sin su armadura subiendo la montaña

una tenue vibración expandiéndose desde la cima

 

respiro

cierro los ojos y miro

la dorada sonrisa de Milarepa

las raíces y los gusanos de mis plantas

la flor de los pantanos

el lado frágil de la rueda del equilibrio

 

silencio y tiempo

la ecuanimidad es un fruto del viñedo del exceso

la vida es una equivocación permanente

y un despertar súbito en los actos más mundanos

oh espiral del amor universal que desborda el yo

poseído por el goce efímero y el sufrimiento


Biografía

Fernando "Pantera" Salazar nace en Quito, 3 de abril del Año 1 de la Era Orwell (1984). Sociólogo de profesión y poeta por pasión. Jardinero de estrellas mellizas. Hasta el momento ha publicado: “Más allá del Panecillo: un proyecto audiovisual participativo en barrios del Sur de Quito” (artículo, Revista “Imaginaria” N° 2, Quito, 2007); “Contribución a la crítica y superación de la cultura racista dominante desde una interculturalidad contrahegemónica y liberadora” (ensayo, Ministerio Coordinador de Patrimonio, Quito, 2010); “Análisis crítico del discurso del ‘empleo precario’ y el ‘trabajo decente’ de la Organización Internacional del Trabajo y el Gobierno de la ‘Revolución Ciudadana’. Periodo 2008-2013” (ponencia académica, Universidad Central del Ecuador, 2015); “El Oscuro Abono del Árbol de la Vida” (plaqueta de poesía, autopublicación artesanal con “La RojiNegra Ediciones”, Quito, 2018); y, “El Rugido del Silencio” (plaqueta de poesía, autopublicación artesanal con el apoyo del Grupo Literario “Ébano, Tsáchila y Marfil”, Santo Domingo de los Colorados, 2019). Algunos de sus poemas (psicológicos, filosóficos, sociales, cyberpunks, políticos, eróticos y cósmicos) también han sido publicados en: la revista-fanzine “El Rostro” N° 3 y N° 8 (Quito, 2018); la revista internacional de poesía “Innombrable” (México y Colombia, 2018); el libro colectivo de cuentos y poemas “Sayana, Voces de Agua” de “Sombragrís Editorial” (Quito, 2019); el libro digital internacional “Escritos de cuarentena. Letras para salvar el pellejo” del Colectivo Flor de Guanto (Pasto-Colombia, 2020); y la revista literaria digital “Matapalo” N° 9 (Quito, 2020). Ha participado en múltiples recitales poéticos y ferias de publicaciones independientes junto con diversos colectivos artísticos y editoriales de Ecuador y Colombia, así como también en un par de entrevistas de radio. Sin embargo, prefiere mantener un perfil bajo y vivir la poesía más que hablar sobre ella. Tampoco le interesan los premios y la fama. Así, su primer libro de poesía todavía se está madurando en los viñedos del Silencio, y brotará espontáneamente alguna noche en las orillas del río del Tiempo. Maneja el blog antipsiquiátrico Locura Proletaria como una trinchera humana, situada fuera de La Norma, para el autoconocimiento crítico y la autotransformación integral. Su lema es Pan y Poesía para Todos. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Karina Gálvez (Ecuador)

La poesía de Karina es aquella perla que brilla en la noche. Sus versos se convierten en caricias que maniobran a rienda suelta hasta convertirse en nuestro centro de gravedad. Su voz abraza sobre lienzo y lona, llevándonos al remanso de la fantasía donde se galopa de rosa en rosa y donde el poema se convierte en piel. Derramará ríos de prosa para llevarnos a lugares en los que nunca estuvimos, entre el alma y el deseo, llenando madrugadas hasta que el secreto se vuelva luz. Amazona Él, con su amor, me ha raptado como a Antíope raptó Teseo, y una guerra ha desatado entre mi alma y mi deseo.   En vano elevé mi pelta para huir de su mirada, pues sus ojos traspasaron cual sol entre mis pestañas.   Como Hipólita, ceñí en mi vientre un cinto lleno de magia, que él maniobra a rienda suelta en todas nuestras cabalgatas.   Y es que, igual que Belerofonte, sobre Pegaso revuela.  Sus alas, que lo hacen libre, me vuelan a una luna llena.   Talestris y Ale

Paula Andrea Pérez Reyes (Colombia)

La poesía de Paula Andrea es la llama que danza sobre las melodías de cada momento. En sus versos se ha despertado mi deseo y encuentro vida. La escritora Pérez Reyes suspira sobre sus corrientes y mantiene encendida las palabras, los gritos y las líneas de nuestros cuerpos. Me refugio en su escritura para escapar hasta llegar a otro aire, otro tiempo. Ela sobre la laguna de Estigia A Gustave Doré que sigue en la barca Ela va en la barca sobre la laguna de Estigia Ela suspira sobre sus corrientes  Y en un vaivén de venenos para prolongar el recorrido  encuentra  un alma atrapada en una esquina de la barca. La vida es una débil llama que danza las melodías de momentos  Ela es una vela que se mantiene encendida  alumbra sobre la laguna de Estigia El tintineo de las monedas hace contraste entre las moradas de la tierra y el mundo del olvido. Esta noche no viene Flegias Esta noche no nos visitará Caronte Esta noche Ela deja los cuerpos a las puertas del abismo

Lorena Salazar Suquilanda (Ecuador)

La poesía de Lorena parece que vive en el viento. En sus versos es posible explotar desde adentro y perder no solo el juicio, también el aliento. Vamos por la vida tropezando entre líneas viendo a la poeta Salazar recoger el asombro y escribirlo a la intemperie mientras saboreamos el cuerpo de su texto. En el vilo de sus manos, su palabra se atreve. La odalisca No puedo pedirte que no te marches, Los fantasmas de mi closet,  se cuelan en el tiempo  y dicen a gritos  que la noche  será espesa  y fría si te vas.   No puedo atreverme a no tocarte. Caminar ingenua en tus lagunas  y arriesgarme a no beber Acampar en tus fangos Abismos estridentes Bañar mis manos  deshabitadas si te vas.   No puedo escribirte sin dejar de saborearte Encontrarte en el olor a tamarindo Imaginar tu lengua aleteando como abeja Posándose en mis flores  abiertas al rocío Gotas frías Evaporadas Si te vas.   No puedo oír sin cantarte alaridos y arañazos Corea