Ir al contenido principal

Idoia Fradejas (España)


La poesía de Idoia hace del daño algo bello. Los versos de Fradejas  se posan con cautela donde nacen las ganas, donde se supera el anhelo, donde la piel toma memoria. Sin importar que nos depare el mañana sus palabras apaciguan a las fieras y reclaman paz. Desconozco sus intenciones pero me arriesgo y grito con la mirada, mi paragua roto no me protege ante la lluvia de sus poemas; en sus letras seremos mar, azul, libertad. 


NADA QUEDA AL AIRE

jugamos a ser niños pero no lo somos
no lo somos yo soy una mujer adulta
que te extraña y desea tu cuerpo sobre el mío
y el mío posándose con cautela
en tu vientre
tu vientre flaquito y cómodo
de donde nacen las ganas
donde por uno u otro motivo palpita fuerte
una roca a la que restas atención
escúchate como yo lo hago
tienes alas tienes sangre tienes todo
lo que enumeran las canciones tristes
que escuché antes mientras pensaba en llamarte
que ya sabes que correría hacia tus brazos
una y cien veces una y cien veces
sin importar qué nos depare el mañana
mientras hoy seamos la memoria de la piel
que la piel reclama y los ojos reclaman
y disparan y seguimos vivos
joder Idoia cosas que nunca pasan
tú lo dijiste yo te creí yo te creí yo te creí
quise rehacer lo que dicen que no se rehace
hoy tampoco te tengo pero quiero cuidarte
dime cómo se supera el anhelo

 

EL DESHIELO

desconozco las intenciones del viento
no entiendo pero quiero
me mira y se eriza la piel: no hiela

quisiera saber si se irá
si atardece en primavera

igual que atardece en sus pupilas

veo mecerse colinas azules
hasta la orilla la vida pasa
dónde queda lo que ya no está

me inquieta el recuerdo
el olvido apacigua a las fieras
pero no calma mi hambre y mi sed

quisiera saber qué piensa
cuando dice no pensar

 

[…]

hoy he llorado mucho
mucho mucho
y tanto
tanto tanto
que se atascaron mis ojos
por la cal

- ojú chiquilla cuántas fueron

y he llorado tanto
tanto tanto
que desperté a los corzos
y las vacas
y creyeron que era granizo
los payeses

leí la biodecodificación
nombrando resentimiento
suciedad enfado denegación

y he llorado tanto
tanto tanto
que llené el pozo
de vecina Isabel
y ya no puedo ver
con claridad

- mínimo tres rosarios y medio
necesitaré factura por favor

 

[…]

la mirada animal
los ojos del mundo
a punto de no existir

quienes pisaron primero
esta tierra que nos abraza
         reclaman paz

no sé si es frío o tristeza

la estampida
de la supervivencia

no todo está en orden
pero una madre que acompaña
hace del daño algo bello

 

SINESTESIA

Las palabras del viento cortan
como lluvia de cristal
en las pupilas blanquecinas.

¿Qué voy a hacer ahora?

He soñado con lo que no quería ver:

una puerta cerrada,
ventana abierta por la que caer.

Oigo las luces
el canto de las farolas fundidas
en mitad de esta playa sin mar que no
me deja volver a querer.

Ha llovido lo que no soy capaz de gritar.

Mi voz es un paraguas roto.
Un deseo afónico asfixiado en el lodo.

¿Qué voy a hacer ahora
que la noche ha caído para siempre?


Biografía

Idoia Fradejas (Mallorca, 1997). Formada en el ámbito de la Comunicación Audiovisual en la ciudad de Salamanca, decide marchar a Madrid para seguir sus estudios de Fotoperiodismo. Actualmente compagina en su pueblo natal su trabajo con la fotografía y el vídeo. Siempre atada a las letras, publica Liberosis (Ed. Letras de Autor, 2016), Seremos mar, azul, libertad (III Premio Valparaíso de Poesía, 2018), el fanzine Geografía de los sueños (2019) y No somos tan diferentes (Ed. Casa de Poesía, CR 2019). Invitada como poeta española en el XVIII Festival Internacional de Poesía de Costa Rica.

Con solo veintidós años tiene claro que va hacia donde el miedo, donde se halla la experiencia.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Karina Gálvez (Ecuador)

La poesía de Karina es aquella perla que brilla en la noche. Sus versos se convierten en caricias que maniobran a rienda suelta hasta convertirse en nuestro centro de gravedad. Su voz abraza sobre lienzo y lona, llevándonos al remanso de la fantasía donde se galopa de rosa en rosa y donde el poema se convierte en piel. Derramará ríos de prosa para llevarnos a lugares en los que nunca estuvimos, entre el alma y el deseo, llenando madrugadas hasta que el secreto se vuelva luz. Amazona Él, con su amor, me ha raptado como a Antíope raptó Teseo, y una guerra ha desatado entre mi alma y mi deseo.   En vano elevé mi pelta para huir de su mirada, pues sus ojos traspasaron cual sol entre mis pestañas.   Como Hipólita, ceñí en mi vientre un cinto lleno de magia, que él maniobra a rienda suelta en todas nuestras cabalgatas.   Y es que, igual que Belerofonte, sobre Pegaso revuela.  Sus alas, que lo hacen libre, me vuelan a una luna llena.   Talestris y Ale

María Gloria Carreón Zapata (México)

La poesía de María Gloria nos hace reflexionar con calma. Mientras deambulamos de la mano del silencio sus versos posan sobre el firmamento para que nuestros ojos vieran a lo lejos a la florida primavera. En sus letras encontraremos sentimientos divinos, el frescor de la tarde, la belleza del paisaje y nuevos bríos.   Desbordante ilusión (Octava Italiana)   En el frescor de la tarde de otoño anduvimos la brisa, los caminos perdidos como tristes peregrinos el campo su verdura es prioridad sentimientos divinos, el sublime ocre de la belleza del paisaje disfruté de las aves, su lenguaje mostrando el sil tostado la bondad.   Desbordantes las aguas del riachuelo danzaban onduladas, por la orilla lograron salpicar la dura arcilla para que nazca solitaria flor y de tus ojos luz de mi esperanza, es chispa de fantástica ilusión en la realidad de la ficción la vida nos brindó mágico albor.     Nuevos bríos (Octavas Italianas)   Probé de la vida a

Paula Andrea Pérez Reyes (Colombia)

La poesía de Paula Andrea es la llama que danza sobre las melodías de cada momento. En sus versos se ha despertado mi deseo y encuentro vida. La escritora Pérez Reyes suspira sobre sus corrientes y mantiene encendida las palabras, los gritos y las líneas de nuestros cuerpos. Me refugio en su escritura para escapar hasta llegar a otro aire, otro tiempo. Ela sobre la laguna de Estigia A Gustave Doré que sigue en la barca Ela va en la barca sobre la laguna de Estigia Ela suspira sobre sus corrientes  Y en un vaivén de venenos para prolongar el recorrido  encuentra  un alma atrapada en una esquina de la barca. La vida es una débil llama que danza las melodías de momentos  Ela es una vela que se mantiene encendida  alumbra sobre la laguna de Estigia El tintineo de las monedas hace contraste entre las moradas de la tierra y el mundo del olvido. Esta noche no viene Flegias Esta noche no nos visitará Caronte Esta noche Ela deja los cuerpos a las puertas del abismo