Ir al contenido principal

Karina Varas Sares (Ecuador)


En la poesía de Karina todo fluye consistentemente.  Cada verso cuenta la historia de almas que se quiebran, de una realidad distinta a la que muchos conocen.   Las letras de Varas desnudan cualquier intensión, nos entusiasman hasta perdernos en las pupilas dilatadas del viento helado y fresco.  Su palabra viene con fuego, es la batalla gloriosa que se escribe debajo de las sabanas.  


La pensión de mala muerte

Paredes desgastadas y piso crujiente.

Se escucha a kilómetros el resorte de aquel colchón de la habitación 13 donde una mujer no salta sobre una ballesta como deporte olímpico, pero, ya es una campeona porque saltando ganó unas monedas para existir.

Cada piso cuenta su historia.

Cada colchón tiene un resorte gastado.

Cada hombre penetra a una mujer sobre una cama.

Cada mujer pierde la visión del verdadero amor mirando al techo al culminar su actuación.

Cada vez que pasa hay delitos en cada habitación, y son imperdonables.

No le encuentro el sentido a esa ropa que pasa por el piso apolillado. Si una tabla se quiebra es porque la batalla fue demasiado estrepitosa.

Cayó un colchón de un piso a otro. Alguien había perdido la vida por rodar en la escalera de caracol.

Pero murió glorioso.

 

Cocaine

Dibuje dos líneas entre tus pechos.

Inhale una a una entusiasmado.

Me hundí en tus pupilas dilatadas y me topé con el paraíso.

Quizás, con una sobredosis llegue al cielo.

 

El fondo de la taza azul

La brea se consume, sube y baja de la barrera, de aquella represa que tenemos entre las manos.

El mar negro posee olas que no se dominan y fondos no conocidos por muchos.

Todo fluye consistentemente, mares hierven dentro de nuestra alma, su aroma conquista naciones y crea mundos.

Nos sumergimos dentro del fondo, se considera infinito a los ojos del alma; la realidad es distinta.

La taza se quebró, el café se derramó.

No he llegado a sentir tanto desasosiego hasta que me topé con el fondo.

El fondo siempre marca el fin de las etapas de nuestro existencialismo.

Se me acabó el café y no puedo escribir más.

 

La mujer del bar

¡Recházame!

Quizás piensa que porque la naturaleza me mostró mujer ante el mundo intrépido no significa que no pueda ser la mujer de bar; aquella que entre su boca frotó el viento helado y fresco de una cerveza fría recién abierta o que quizás no pudo tener entre sus labios el cálido beso de un hombre, pero si la fascinante fragancia de la cerveza de malta fermentada entre mi boca.

¡Lástima!,

Que la sociedad se muestre así, que el poder de la “fuerza” varonil no sea de igual comparación para nosotras, pero, más lastima me da el saber que no puedo ser feliz dentro de este lugar que me trae paz, que al escuchar del blues o del jazz no pueda sentir la misma sensación de felicidad que un hombre pudiera dar. ¡Lástima!... Que yo solo sea llamada la mujer de aquel bar.


Sin ropa interior

Al mirarme con esa intensidad me desnudas sin tocarme.

Si te imaginarás que poso sin ropa interior, pero en tu corta, pero basta imaginación no te das cuenta que la misma no está presente.

No eres capaz de acercarte, pero, mientras duermo hurgaste en mi cajón y te deleitabas en el morbo de mi ropa interior.

Debajo de las sabanas yacía mi cuerpo recostado en el colchón, yacían mis kilos de piel y muslos sin nada, ni ropa interior.

 

Biografía

Karina Varas Sares. Nació el 20 de noviembre de 1994 en Guayaquil,  Ecuador.

Actualmente es estudiante de 4to semestre de la carrera de comunicación en la FACSO - Universidad de Guayaquil.

Hobbies: Leer, escribir, escuchar música, entre otros.

Obras publicadas:

“La bitácora de la ansiedad” Crónica perteneciente al expediente “La Bitácora del encierro” Editorial diecisiete en conjunto con la Universidad Autónoma Metropolitana de Cuajimalpa, CDMX.

“Historias del cuerpo” Marzo del 2018, El Quirófano Ediciones

“Feria de carnes” Junio 2017, El Quirófano Ediciones

“Memorias del Festival de poesía Ileana Espinel Cedeño” desde 2015 hasta la actualidad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Karina Gálvez (Ecuador)

La poesía de Karina es aquella perla que brilla en la noche. Sus versos se convierten en caricias que maniobran a rienda suelta hasta convertirse en nuestro centro de gravedad. Su voz abraza sobre lienzo y lona, llevándonos al remanso de la fantasía donde se galopa de rosa en rosa y donde el poema se convierte en piel. Derramará ríos de prosa para llevarnos a lugares en los que nunca estuvimos, entre el alma y el deseo, llenando madrugadas hasta que el secreto se vuelva luz. Amazona Él, con su amor, me ha raptado como a Antíope raptó Teseo, y una guerra ha desatado entre mi alma y mi deseo.   En vano elevé mi pelta para huir de su mirada, pues sus ojos traspasaron cual sol entre mis pestañas.   Como Hipólita, ceñí en mi vientre un cinto lleno de magia, que él maniobra a rienda suelta en todas nuestras cabalgatas.   Y es que, igual que Belerofonte, sobre Pegaso revuela.  Sus alas, que lo hacen libre, me vuelan a una luna llena.   Talestris y Ale

María Gloria Carreón Zapata (México)

La poesía de María Gloria nos hace reflexionar con calma. Mientras deambulamos de la mano del silencio sus versos posan sobre el firmamento para que nuestros ojos vieran a lo lejos a la florida primavera. En sus letras encontraremos sentimientos divinos, el frescor de la tarde, la belleza del paisaje y nuevos bríos.   Desbordante ilusión (Octava Italiana)   En el frescor de la tarde de otoño anduvimos la brisa, los caminos perdidos como tristes peregrinos el campo su verdura es prioridad sentimientos divinos, el sublime ocre de la belleza del paisaje disfruté de las aves, su lenguaje mostrando el sil tostado la bondad.   Desbordantes las aguas del riachuelo danzaban onduladas, por la orilla lograron salpicar la dura arcilla para que nazca solitaria flor y de tus ojos luz de mi esperanza, es chispa de fantástica ilusión en la realidad de la ficción la vida nos brindó mágico albor.     Nuevos bríos (Octavas Italianas)   Probé de la vida a

Paula Andrea Pérez Reyes (Colombia)

La poesía de Paula Andrea es la llama que danza sobre las melodías de cada momento. En sus versos se ha despertado mi deseo y encuentro vida. La escritora Pérez Reyes suspira sobre sus corrientes y mantiene encendida las palabras, los gritos y las líneas de nuestros cuerpos. Me refugio en su escritura para escapar hasta llegar a otro aire, otro tiempo. Ela sobre la laguna de Estigia A Gustave Doré que sigue en la barca Ela va en la barca sobre la laguna de Estigia Ela suspira sobre sus corrientes  Y en un vaivén de venenos para prolongar el recorrido  encuentra  un alma atrapada en una esquina de la barca. La vida es una débil llama que danza las melodías de momentos  Ela es una vela que se mantiene encendida  alumbra sobre la laguna de Estigia El tintineo de las monedas hace contraste entre las moradas de la tierra y el mundo del olvido. Esta noche no viene Flegias Esta noche no nos visitará Caronte Esta noche Ela deja los cuerpos a las puertas del abismo