Ir al contenido principal

Karla Jazmín Arango Restrepo (Colombia)


La poesía de Karla nos hará perder la brújula. Sus versos despiertan la noche y la emoción se desviste, brota el océano.  La perspectiva de la realidad enloquece con el amor, toda vez que sus letras tienen el sonido dulce de la lira. Arango se declara culpable porque sus alaridos tienen sabor a selva, ella es el epicentro de los aplausos. En sus poemas no hay secretos, solo el camino que nos conduce por el ritual de la confianza.   


Luna de buda

Buscaba mi ritual de primavera

mi maga entre curiosa y encantada

pedía los secretos de algún hada

la febril contundencia de la hoguera.

 

La noche caminó por la ladera

y de su mano, vos ¡buena jugada!

Selene apareció tornasolada

trayendo entre sus brazos mi quimera.

 

Nacimiento del hoy, Luna de Buda

la emoción se desviste, el miedo calla

y frente a vos el mito se desnuda

 

para contrarrestar lo que avasalla.

Ya no necesité bañarme en ruda

me bastó con tu rostro en la pantalla.

 

Invenciones

Un hombre

en el borde de la noche

sueña con ser barco.

 

Yo lo miro dormir

como si de mis ojos

brotara el océano

que le permite navegar.

 

Dos mundos fusionados

en un mismo despertar.

 

El amor no es un puerto,

es la confianza

de entregarse al viaje,

de inventar juntos el mar.

 

Nociones

Mis angustias más profundas

son hijas de aquello que no alcanzo.

 

La sobrevalorada imagen de la perfección

el sonido dulce de la lira

el gesto eterno que llene de regocijo a quienes amo

la máscara coronada de laureles

el epicentro de los aplausos.

 

Y lloro por ser esta convulsión torpe

de neuronas, nervios y latidos.

 

Y se me revuelve la ansiedad

por ser el espejo que esté a la altura del otro,

pero es inevitable ser el sonido del sable,

la mueca de terror ante el striptease de mi sombra.

 

Y tantas veces me pregunto

¿Qué es lo que desborda mi maleta?

 

Cargamos con el lastre

de lo que no somos

para ignorar lo que a buen pulso

nos delata.

 

Perspectivas

Yo de pequeña,

en lugar de hacer resorteras

escribía pájaros...

 

Perder el juicio

Me acusan de ser bruja

de cocinar pociones con mis sueños

de enloquecer de amor

de perder la brújula por un puñado de besos

de dibujar nubes con los momentos fugaces

de convertir en estrellas mis deseos.

 

Me acusan de despertar la noche

de quedarme callada

de gritar a todo pulmón

de susurrar como el viento

de tratar de estar a la altura del silencio

de traficar con ideas y emociones

de ser volátil, neurótica

de que la humanidad

se me escurra entre los dedos.

 

Me acusan de traicionar las reglas

de dejar salir mis garras

de mudar de piel

de que mis alaridos tengan sabor a selva

de desafiar el asfalto con mis pies descalzos

de inventarme otro guión en esta tragicomedia.

 

Me acusan,

me acusan y me acusan

y yo en mi defensa diré

que soy culpable. 


Biografía

Karla Jazmín Arango Restrepo (1986) Poeta y editora, nació en Medellín el 28 de febrero de 1986. Sus poemas han sido publicados en los libros Iberoamérica en décimas, Una historia por una sonrisa, Antología de mujeres poetas: La jaula se ha vuelto pájaro y Mujeres en la memoria de Antioquia, y en diversas revistas y blogs como Revista de Sur a Sur, Puesto de Combate y El Pez Soluble. Participó en el XXX Festival Internacional de Poesía de Medellín y en diversos eventos literarios de carácter departamental, nacional e internacional.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Karina Gálvez (Ecuador)

La poesía de Karina es aquella perla que brilla en la noche. Sus versos se convierten en caricias que maniobran a rienda suelta hasta convertirse en nuestro centro de gravedad. Su voz abraza sobre lienzo y lona, llevándonos al remanso de la fantasía donde se galopa de rosa en rosa y donde el poema se convierte en piel. Derramará ríos de prosa para llevarnos a lugares en los que nunca estuvimos, entre el alma y el deseo, llenando madrugadas hasta que el secreto se vuelva luz. Amazona Él, con su amor, me ha raptado como a Antíope raptó Teseo, y una guerra ha desatado entre mi alma y mi deseo.   En vano elevé mi pelta para huir de su mirada, pues sus ojos traspasaron cual sol entre mis pestañas.   Como Hipólita, ceñí en mi vientre un cinto lleno de magia, que él maniobra a rienda suelta en todas nuestras cabalgatas.   Y es que, igual que Belerofonte, sobre Pegaso revuela.  Sus alas, que lo hacen libre, me vuelan a una luna llena.   Talestris y Ale

María Gloria Carreón Zapata (México)

La poesía de María Gloria nos hace reflexionar con calma. Mientras deambulamos de la mano del silencio sus versos posan sobre el firmamento para que nuestros ojos vieran a lo lejos a la florida primavera. En sus letras encontraremos sentimientos divinos, el frescor de la tarde, la belleza del paisaje y nuevos bríos.   Desbordante ilusión (Octava Italiana)   En el frescor de la tarde de otoño anduvimos la brisa, los caminos perdidos como tristes peregrinos el campo su verdura es prioridad sentimientos divinos, el sublime ocre de la belleza del paisaje disfruté de las aves, su lenguaje mostrando el sil tostado la bondad.   Desbordantes las aguas del riachuelo danzaban onduladas, por la orilla lograron salpicar la dura arcilla para que nazca solitaria flor y de tus ojos luz de mi esperanza, es chispa de fantástica ilusión en la realidad de la ficción la vida nos brindó mágico albor.     Nuevos bríos (Octavas Italianas)   Probé de la vida a

Paula Andrea Pérez Reyes (Colombia)

La poesía de Paula Andrea es la llama que danza sobre las melodías de cada momento. En sus versos se ha despertado mi deseo y encuentro vida. La escritora Pérez Reyes suspira sobre sus corrientes y mantiene encendida las palabras, los gritos y las líneas de nuestros cuerpos. Me refugio en su escritura para escapar hasta llegar a otro aire, otro tiempo. Ela sobre la laguna de Estigia A Gustave Doré que sigue en la barca Ela va en la barca sobre la laguna de Estigia Ela suspira sobre sus corrientes  Y en un vaivén de venenos para prolongar el recorrido  encuentra  un alma atrapada en una esquina de la barca. La vida es una débil llama que danza las melodías de momentos  Ela es una vela que se mantiene encendida  alumbra sobre la laguna de Estigia El tintineo de las monedas hace contraste entre las moradas de la tierra y el mundo del olvido. Esta noche no viene Flegias Esta noche no nos visitará Caronte Esta noche Ela deja los cuerpos a las puertas del abismo