En la poesía de Luz el miedo no cuenta. Sus versos son poemas que extrañan besos y justamente ahí los encontraremos tatuado en la boca. Su palabra se atrinchera para tomar el rumbo del despertar estallando todos los colores y acallando los silbidos del invierno. Pineda surgió del silencio rompiendo cristales, atrapada en rituales de humo y conjuros, embriagando la lengua y seduciendo al mundo con sus frutos.
Último grito
De paso por el crisol del destino
no están tus ojos.
Solo el ruido de lámparas viejas
habitan el cielo de la habitación.
Faltan tus manos acallando los silbidos
del invierno.
Sabemos que el encanto es un pacto de
cicatrices
que se difumina al dormir cada noche.
Sabemos que el amor escucha cantos de
sirenas
antes de
colgar
el
corazón
sobre
las fauces del olvido.
Bajo los balcones
Hoy el mundo recoge sin prisa su siesta.
Esponja las alas sobre las avenidas,
sin pulsos ni apetitos.
En las entrañas de un alarido surgió el
silencio.
Se aferra a los agobios en las ciudades
y observa como descuelgan cantos entre
balcones.
Los niños sueltan pedazos de asombros
que van deshojando los últimos ruidos en
los tejados.
¡Despertamos!
Y somos todos despertando en todos,
en todos los días en un mismo día.
El miedo no cuenta.
Lo hemos atado a un cardumen de globos
para retardar su bullicio.
A veces, las palabras se rasgan sobre los
ojos de las sombras.
Quizás son poemas que extrañan besos
o tienen prisa porque recordaron la última
palabra del crucigrama.
El mundo no olvida la lluvia.
Esperamos el nacimiento de un nuevo
plumaje que nos cubra las cicatrices.
La otra
Fuera de mi
llueve el sol.
Cae mojado entre mis ojos
y zarpo en sus gotas al abismo.
Encuentro allí un beso tatuado en la boca
y entonces
me marchito
olvido los apegos
los pasos perdidos
la agonía de un tango rompiendo cristales.
Y entonces
me quiebro
canto a las embriagadas pupilas
bebo el llanto de las copas
baño los labios en conjuros.
Fuera de mi
huyen los pies hacia el
manicomio.
Fuera de mi
baila mi alma con el
tormento.
Fuera de mi
se deshacen las calles en
mis huesos.
Afuera es mar.
Yo soy madrugada.
Ritual de ecos sobre una piedra
Atrapada en rituales de humo
la palabra era un crujido con sangre,
abrevadero de espíritus,
una huérfana
vocal
desgarrada en
llamas.
Junto al tálamo de la tierra
copuló en estallido los colores
y fue zurciendo laberintos
estremecidos en sus ecos.
Alguien
embriagó la lengua
con un diluvio de arrullos,
sedujo al mundo
en un atardecer
de frutos sin cáscaras
que crecieron en el follaje del
tiempo.
El centro
fue orilla
la palabra se atrincheró
en la roca tallada de un camaleón
donde cierra las cicatrices de la
eternidad
en un
círculo de tierra.
La palabra se desgajó así misma,
parió silencios
donde los suburbios lloraban letras
raídas
y bebían demonios.
Hoy son huellas
diálogos
que nombran todo lo invisible.
Visitando rincones
Las ráfagas del cielo me acuchillan.
Te espero con las costillas rotas
semidesnuda
siempre en alerta.
Este vacío de látigo
extraña la caricia silente.
Estoy deshecha
mirándote
tomar el rumbo del despertar con bríos
al galope de los perseguidos
Biografía
LUZ
MARY PINEDA
(Bogotá) Poeta, periodista y docente de ciencias sociales. Profesional en periodismo de la Escuela Superior Profesional Inpahu, con estudios de perfeccionamiento en Radio. Sus poemas están publicados en los libros “La hora de los búhos” (2018), “Caligrafía de la araña” (2018), “En AmorArte” (2015), “Cóncavo y Converso” (2014) en conjunto con el Colectivo Esperanza y Arena. “Antología de poetas facatativeños” (2006). Ha escrito dos libros inéditos de poesía “Amalgama de telarañas” y “Poemas de breve murmullo”. Participante en encuentros literarios como el Encuentro Internacional de escritores de Facatativá (2017), Encuentro Departamental de escritores en Chaguaní Cundinamarca (2018 y 2019), Tertulia virtual Internacional “Palabras en el ático” (2020). Actualmente hace parte del grupo literario Esperanza y Arena y el Colectivo Literario Colibríes.
Hermosos poemas Luz Mary.
ResponderEliminarMuy bellos versos mi querida Luz Mary!!💝🦋👏
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