La poesía de Janis es revolucionaria. Sus versos hacen explotar sensaciones en la oscuridad mientras llueven flores y las voces no dicen nada porque la piel se vuelve orgasmo. Habrá noches que se hacen episodios en los que monstruos despedazan no solo el alma, hasta la risa desemboca en lágrimas. Su palabra toma forma de cuerpos estelares y buscamos en todos lados la algarabía o el silencio. Andrade nos espera entre sus poemas.
Cosas que no siento
De todos los estacionamientos,
has escogido mis
piernas abiertas
para descansar
un rato.
Mirada
hambrienta,
me desnudas para
buscarla,
recuerdas que su
sangre no está en mis venas,
entonces,
sientes mi piel como caucho.
Me gustan los
ojos tristes
cuando no son
los míos.
Soy un
estacionamiento,
a veces, de 20
minutos.
Y me agrada.
Grietas y pétalos
En la lluvia de
flores,
espinas astillan
su piel.
A mi niña le
duele el costado
cerca del órgano
hambriento;
cuando la noche
aruña párpados
sueña con su
cadáver
encima de
grietas y pétalos lilas.
El mar se
acurruca en la garganta
de mi
adolescente,
desaparece en
forma de bilis
vistiéndola de
huesos.
Ella, pluma
caída del pájaro enfermo;
yo, trueno sin
voz;
somos, fruta que
pudrió primero,
un nacimiento
sin llanto.
Murieron otoños
frente a los
ojos de mi anciana.
La artritis
degradó su corazón;
el tiempo fue
maleza disecando ojos,
hurtando
colores…
Mi anciana
anhela su cadáver
encima de
grietas,
pero sabe que a
los pétalos
les falta algo.
Papá
El monstruo que
me asusta
tiene garfios en
lugar de manos,
en cada toque
despedaza mi alma.
Le atrae el olor
de los cuerpos frescos…
“mi niña, qué
linda luces esta mañana”.
No todos los
monstruos aparecen en la madrugada,
el mío el
desayuno prepara.
El crujido de la
puerta es la señal
de que llegó y
comerá:
“no digas nada,
mamita se puede enojar”.
Agua salada moja
la almohada,
mi piel tibia
congelada;
cuando él se
aproxima,
mi ternura se
mancha,
Génesis
La infancia se
escurre entre las sábanas,
sudor, luces
apagadas,
ha iniciado la
revolución.
Salvajes se
desconocen.
Explotan
sensaciones en la oscuridad;
entre
movimientos las voces no dicen nada,
las manos se
pierden,
y sienten como
si naciera un sol.
Seguro el mundo
comenzó así.
Si una mirada se
asoma y los encuentra
diría que son un
solo cuerpo,
una agitación,
una voz.
Las bocas
apresuradas chocan,
así nacen las
estrellas se crea una luna
y los cuerpos
estelares se sostienen en un lugar.
Han creado algo
que la cima pronto destruirá,
el apocalipsis
disfrazado de orgasmo,
pero qué importa
si en ese
momento son su propia luz,
si han
contemplado a sus propios dioses.
Seguro el mundo
termina así.
Eco
Escupo tu
recuerdo,
sepulto bajo
sábanas que huelen a otros.
No hay luto ni
silencio.
Qué bien luzco
de rojo.
Encima otro
cuerpo, al lado tu fantasma
grosero,
imprudente,
contándome un
cuento.
Mi risa
desemboca en lágrimas.
Y te posas en
rostros de desconocidos,
te haces
escuchar en carcajadas ajenas,
atraviesas las
paredes llenas de lamentos
hasta llegar a
mí.
Eco sonámbulo,
siempre puntual repitiéndome:
estoy aquí.
Mi admiración
ResponderEliminarMi admiración
ResponderEliminarOrgullosa de ella mi eterno amor ATT:PACA
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