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Abel Cardejal (Perú)


La poesía de Abel destaca cada camino libre. Sus versos sujetan pesares, luego perdonan  los rencores y la libertad se vuelve carne ligera y tibia. Su palabra se hace tinta, va derramándose en los poemas que respetan el silencio mientras su voz se desata tomándose la vida. 


Amelia y Amanda 

Amelia se empaña de un recuerdo ingrato y Amanda se manda con el odio barato.

Amelia contamina su boca de chismes inciertos y Amanda abandona su calma, que está sin alma. 

 

Ellas no se conocen, son vecinas añejas que sujetan pesares y Amelia peca de inofensiva, con sus pecas sensibles.

Ellas no se hablan, son reinas del vocablo libre coqueto y Amanda se ríe sonrojada, por el silbido inquieto. 

 

Amelia cambió su hábito deseable, por la dieta visual; se negó a volver amar, sin obedecer a su intuición.

Desencadenó una barrera en su conciencia abandonada y jamás volvió en sí, por no olvidar que fue de mí. 

 

Amanda se calumnia de soltera, en paños módicos; destaca cada camino libre, que se desea en sueños.

Colmó su paciencia, por buscar el verdadero error y se enamoró de la mentira, por olvidarse de ella. 

 

Amelia vive con el espejo empañado de preguntas, no sabe si está despierta o si duerme en el bullicio.

Amanda se viste de bella, para el galante que la perdió y jamás lo buscó, para aclararle que siempre lo amó. 

 

Ellas no saben que escribo sobre ellas, por miedo a los celos; ellas viven muy lejos de mi tinta derramada por años.

Amelia no olvida al cegatón, que no se vio junto a ella y Amanda me odia, porque jamás se enteró que la amé… 

 

 

Tu voz en un beso  

Ruido estruendoso y vigilo mi calma en aquel bullicio, respeto el silencio que me grita la inocencia de aquel beso.

 

Resigno mi presente, con tu claudicación inesperada y aún te respiro sin oxigenar mi alma. 

 

La voz que desata un verso de tu labio, genera tentación de alquimia para mis manos. 


Ella no sabe que me encandilo con su bocado sensual y me quedo perplejo, al silencio que me vulnera. 

 

Ella destila su aura, cada vez que pasa por el viento y no me quejo del color fugaz, cuando verso sus palabras.

 

Su beso me delató, los cielos rezados del pregón y me hizo perder el presente, con su labio preciso. 

 

El asiento se desespera, por tu espera que me versa y te espero en la quietud, que baila con una musa… 



Romaña 

Su maña reinventa una mentira piadosa y contagia al inocente que ya no sueña.

Romaña descarta los enojos con su hipocresía, tomándose la vida en vaso con su ironía. 

 

Perdió los papeles en una apuesta con sonrisas, despistando los demonios de aquella falacia.

Romaña sonríe en su decencia cizañera y perdona los rencores, que defecó su demencia. 

 

Huyó de su espacio sin galaxia en la vía láctea, restó a la creencia para salvar su pellejo muerto.

Romaña restó cada silencio, en una sonrisa esquiva y prestó sentido a la vida, con cada peso ligero. 

 

Ganándose la vida con boleros de guitarra, escribe cada verso sin cielo claro confundido.

Romaña canaliza los pasos lerdos que olvidó y perdió amores, por el cinismo que recogió. 

 

Se alejó de su familia con el vicio vacío, su ropa se duerme bajo el puente del alcoholismo.

Las noches techadas, le regalan estrellas de enjambre y el señor dona vida al que se la quita. 

 

Romaña le da un sorbo a esa botella sin copa, se muere en vigilia con la sobra que malgasta.

Recita un sentimiento en su vida concluida y la lluvia empaña su realidad, en soledad… 



Cielo despejado

La lluvia moja las cenizas apagadas y se serenan por extrañar a la razón. 

Cielo despejado por las horas sabias, que inundó cada lágrima salada. 

 

Te veo en mi cielo taciturno de día y de noche, extraño abrazar a la vida. 

Cielo que se nubla para olvidar pesares, escuchando un saludo acústico en verso. 

 

Cielo calmo que refleja una lluvia seca y me siento esfumado de mis rencores.

Cielo que se culpa por las estrellas lejanas y despejo el viento helado de mi voz. 

 

Mi espera se desvela de luces azules, el cielo se rasga con sus nubes grises.
Cielo despejado que solea en tus ojos y recuerda que la pena a veces empapa. 

 

El cielo me despeja de los trucos vanos, la libertad se vuelve carne ligera y tibia.

Cielo calmado por un detalle invisible y te quiero verde, para recuperar la vida. 

 

Despéjate del complejo que es inservible y el cuerpo huesudo del muerto, resucita.

El vistazo se pierde el cielo, por los ciegos y me perdono por ser humano en vano… 



Muñecos 

Muñecos fantoches que se reprimen por un ventrílocuo y el mundo está lleno de masas perdidas en el más acá.

Mi cuerpo es de jebe, con piel de barniz lleno de culpas y me dicen el muñeco rumiante que se come a la tierra. 

 

Muñeco utilizado, para el bien o mal del cielo en la tierra y busco platicar con el autor que nunca me responde.

Muñeco del espacio invadido por una falda forastera y estoy feliz con el vacío, para caerme en ese socavón. 

 

Muñeco infalible, que se vuelve estatua de espectro y me vuelvo armazón de carne cruda para el hielo.

Muñeco inservible, que se equivoca sin callar la boca y me derrite tu fuego, que quema con el frío torrente. 

 

Muñeco desglosado que se hunde en caída libre y mis manos están marcadas, por el hola de tu adiós.

Muñeco que sabe olvidar los maltratos de la egoísta y mi corazón no tiene vida, para latir con un te pierdo. 

 

Mi espacio está infectado de plagas que me adoptaron y el muñeco vuelve a nacer, para crecer deletreando.

Muñeco que vive con el sabotaje de los años ingratos y la muerte lo espera resucitado, para ser el elegido… 


Biografía

Abel Cardejal (Lima,1984)

Cuerdo Ediciones es su sello de autor y editor en la actualidad.     

Ha publicado dos poemarios, dos microrelatos, dos novelas breves y un libro de cuentos infantiles.     

Embajador de Arte Poética Latinoamericana en Perú́.

Miembro del Colectivo Cultural Uniendo Sueños 2021.


Libros Publicados:

·       Monólogo de algún cuerdo. (Poesía)

·       Para que me odies como te amo. (Poesía)      

·       Ideas que esperan una pera. (Relatos breves)     

·       Historial de un escritorio. (Novela breve)    

·       CUEN TEN (10 cuentos).

·       El beso del hambriento. (Novela breve)    

·       Anónimo silente. (Relatos breves)

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