1.
Los pasos se quedan grabados
en la memoria de los días.
A veces se aproximan
sigilosos
o se pierden como ecos en la distancia.
Otras se deslizan bañados
por la energía que brota del universo.
Se despiden
marcados por el desamparo.
Tiemblan sin dar la
vuelta
o transcurren incompletos y perturbados.
Seguirlos es estar alerta
a sus desvaríos
es acercarse a su agitado rumbo
es entrar en su cómoda manera
o en su coqueto andar.
Como escribir las letras
que faltan a las palabras
acomodando su enigma
a un sentido
a una señal
completando
su correspondencia
con el destino.
2.
Hay pasos que nunca se
repiten
pasos que vigilan minuto a minuto sus
secretos.
Pasos como palabras
escritas en el viento
o gotas de lluvia en el desierto.
Pasos cortos y pasos
largos
apresurados o lentos.
Pasos de los que vienen y
se van.
Pasos como cometas o
frutos que ruedan.
Pasos que se quedan que
dan vueltas.
Pasos que esperan ser
alcanzados
por otros pasos.
Pasos que sueñan con que los quieran.
3.
Hay pasos que duelen
como punzadas en el corazón.
Pasos que me encuentran
en el tiempo depurándome.
Pasos que aguardan el
devenir
de otros pasos.
Son casi un murmullo
cuando me sorprenden pensativa
examinando su complicidad interna
como un movimiento
entre las estaciones y los sueños.
Hay pasos que van
por el mismo rumbo
y otros que dejan de paso
a un ser querido.
Algunos llevan idéntico
ritmo
otros siguen juntos
aunque caminen separados.
Breves y continuos pasos
los que no se rinden en la dura faena
los que no se detienen
los que llevan su estigma.
4.
Mis pasos son la
escritura
de
mis pies.
Mis pies tándem
en el que descansa mi cuerpo.
Hay entre mis pasos
sendas femeninas y nocturnas.
Travesías que abren
caminos
para cruzar el firmamento de los días.
Mis pasos danzan
se suspenden levitan.
Planean y me inician
en la perspectiva.
Con ellos contemplo
lo recóndito.
Mis pasos miran amanecer
detrás de la ventana
sienten el nuevo día
y se acicalan para conquistarlo.
Luego se diluyen
en las aceras de la tarde
vuelven a la puerta que se abre
entran contentos
se visten y desvisten
absortos frente a la llegada
de la noche
como regalos de flores abiertas
detenidos
en lo más preciado del aire.
5.
También
son
los que resuenan
por los caminos
recordando deudas
o reclamando justicia.
Los que se hunden
en pensamientos que los llevan
a recorrer los confines.
Los que se corresponden
con el misterio de las vísperas.
Los que cruzan
los campos minados.
Los que ignoran dónde
terminarán sus días.
Silenciosos en la
floresta
y de colores en las montañas
siguen la línea imaginaria
de los puentes colgantes del mundo
alcanzando una nube de seda
o llevando una rosa en el ojal.
Son pasos negros
pasos blancos
amarillos
y morenos.
Pasos de pies desnudos
y de barro humano.
Al igual que las letras
y poco después las palabras.
Biografía
Sulma Montero nace en La Paz - Bolivia, con estudios superiores en Literatura,
Diseño y Artes, publicó: Mujer con muñecas, 2007. Infancia, 2008. Tania
en flor, 2013. Capricho, 2017.
Adenda (antología íntima), 2019. (poesía). Estuche original, 2011
(relatos) y Serena, 2015 (novela) destacada en el Premio
Internacional de Literatura Independiente Dino Buzzati, Italia, 2015.
Recibió
la Beca de fomento a la Cultura Herrmann y el Premio Plurinacional a las
artes y la cultura Eduardo Abaroa.
Nombrada Visitante Distinguida Del Poder Legislativo de la Provincia de Córdoba, Argentina en 2019, en 2020 fue una de las ganadoras del Primer Concurso Mundial de Poesía organizado por la Asociación de Periodistas en Beijin – China.
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