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Karla Páez Yánez (Ecuador)


La poesía de Karla se abre paso en la estampida. Sus versos confabulan para verse vivos en los ojos y van desenredándose para perpetuarse en el limbo. Las letras de Páez llegan a tiempo, remando sin parar y retumban en la línea de la vida como el eco que se resiste pero que se hace nuestro.  


De espaldas

No habrá cordel para perpetuar lo íntimo.

Tampoco una casa que conjeture sin error

su sombra

ni hormigas que den con lo que quede del día.

No habrá perro que quiera sernos fiel

ni gato para encararnos de reojo.

De haber sido amantes

desenterrados

nos habrían encontrado de espaldas.

Nada nacerá siendo nuestro

ni un aguacate

ni el sueño de un hijo.

Ni siquiera lo ajeno caerá en el jardín

para ser medio nuestro.

 

(Inédito)


 

Confabulación para mi abuela

Algo en ti resiste:

como la física improbable

que les encuentras a los dobladillos

como el origami de papel brillante de galleta

colmando de luz tus cajones

como tus listas listando listas

como los sirgadores del Volga

remando sin parar

y la pastora pastando un rebañito

como desenredarse el cabello

empezando por las puntas

como el gesto didáctico,

origen de todo lo que nombras.

 

Nuestras falanges se tuercen del mismo lado

como si existiera una línea de la vida

y nos atravesara por el centro de los huesos

y quién sabe si también por un lunar futuro

y un hombro que todavía no se me ha caído.

Ahí quizás resistes

más que en el bote de La Alameda

más que en nuestros pies de lodo

aún confabulando.

 

(Inédito)


 

A lo mejor

A lo mejor eres el sigse mártir del monte

o la suma de todas las sombras del sol

o el peso de la primera piedra que sublevó tu papá

o la soledad abriéndose paso en una estampida

o el llanto de Moebio

que acomoda tu mamá en sus ojos

pero acaba en el borde inferior de tu mejilla.

 

A lo mejor eres como el perro que mató al caballo

sin testigos

y nunca más supo volver

ni esconder el rabo entre las piernas.

 

A lo mejor es porque aúllas

que tengo en el pecho

un eco bifronte.


 

29 de octubre de 2020

Insensini:

 

Ayer dejé los sobres con nuestros poemas para el Ileana.

Me atendió un hombre de bigote amable

como si la boca tuviera aún sus plumas de cría

y en el centro tibio, una voz rancia piara.

Le dije que eran para un concurso de poesía,

que debían llegar a Guayaquil el viernes,

pero el hombre se quedó callado

y dejó los paquetes junto a otros.

Había una caja pequeña.

Supuse que en ella iba envuelta una bujía

para que todo un pueblo cargue contra la noche.

Una bujía para partir la roca y que en ella respire una veta

parecida al rostro de un minero que llora.

Una bujía para que un pescador

lleve el nombre de su hija por el río.

Pablo, hay tantas cosas más urgentes que un poema.

 

El hombre dijo que el transporte demora dos días,

que ahora todo pasa por la aduana,

que con tantos despidos…

 

Dime, Insensini,

así, ¿qué poema merece llegar a tiempo?

 

Te mando un abrazo.

Karla.

 

(Con ciertas palabras, 2021)


 

Será

Será un tiro perdido

no estaré salvando a nadie

no alcanzaré a cerrar los ojos

dirán que me quedé viendo el sol

(como esos catzos

que tanto me fastidian)

por no decir que se acercaron

para verse vivos en mis ojos.

 

No.

 

Será un tiro justo

creeré salvarme

ya tendré los ojos cerrados

dirán que no me vieron desde el lunes

que nunca se imaginaron

que de haber sabido

que cómo tan joven

que en paz descanse.

 

Tampoco.

 

Será como bajarse del bus

pero a destiempo

y quedar volcada

como catzo

sin nadie que se fastidie.

 

Sí, así no más será.

 

(Con ciertas palabras, 2021)


Biografía

Karla Lucía Páez Yánez (Quito, 1991). Cursó una licenciatura en Lenguas, Letras y Artes y una maestría en Ciencias de la Educación. Sus poemas han sido publicados en Cuando E. P. Thompson se hizo poeta: revista de poesía comprometida y Con ciertas palabras, selección del taller de escritura creativa de Xavier Oquendo Troncoso (El Ángel Editor, 2021).  

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