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Ramón Sonnenholzner Murrieta (Ecuador)


La poesía de Ramón es una aventura imaginaria donde todo debe arder. Sus versos potencian el amor al infinito, y nuestros corazones madurarán sobre esas latitudes. Sonnenholzner, el artesano de la palabra hará que sus letras vibren en el oficio del exceso. Así sus poemas tomarán la ruta del viento restaurando nuestros seres, hasta que el verbo se haga carne.



Soy un artesano de la radiocomunicación

que hace su trabajo queriendo ofrecer herramientas para pensar,

por ello, me opongo a estas castas divinas que quieren darnos todo masticado.


 (Texto Inédito)


Y de lo fálico

El coito, sustancia infinita
donde todo debe arder
sin melancolía
ni sacrificio
no nos da tregua
y abre con asombro
mares sin nombre

¡El coito!

¡Para vencer, crear!

Que el corazón palpite
el instinto vibre
y el cerebro cree un apostolado.

 

La muerte es sólo
una aventura imaginaria
en la que he anclado mis sueños.
El hombre es un animal de harturas

 

Los políticos son muñecos
que mienten ante sus espejos.
Los vemos y olvidamos
nos contaminan de sed
hasta hacernos lamer
sus espejos.

 

Nuestro primer alimento
es el miedo
algún silencio debe haber
en el que todos coincidamos.
Espejismos en la lengua
palabras en las pupilas.
No hay oxígeno
hay dióxido de promesas.

 

Mis huesos estériles
marcan mi paso
mi pensamiento lisiado
es una ostra que vocifera
haberme movido a destiempo.

 

De políticos
que exterminan las nubes
y mellan las aguas
tenemos que deshacernos
para que el verbo se haga carne.

 

Algunos desean
que me quede mudo
yo no me duermo en los laureles
de esta mi tierra primitiva
escarbo nuestro pasado
para que Dios nos regale un futuro
que ni él ni yo creemos que existe.

 

Pan dormido
Pan vacío
Pan hundido
Pan disminuido
Pan ingrávido
Pan endurecido
Pan de la tristeza universal.

 

Nos acechan los golpes de verdad
la política es una trampa
que traspasa el alma
y los hombres quieren huir
de su ropa
de su piel
de su muerte
sin embargo seguimos atrapados.
Morir callados y temiendo
¿Será el gran misterio para
vivir privilegiados?

 

Vigilados
por el amor y el terror
por el misterio y la muerte
el deseo se enciende
y el goce transfigura
el ofrecimiento de la eternidad.
Ruinas de papel

 

Tanto papel escrito
depósito de incoherencias
sólo queda la mancha
entre tanta palabra.
Silencio, papel y tinta
cuánto temor tengo
de escribir otra palabra.

 

 

Glorioso simulacro
potenciar el amor al infinito.
Ignoramos nuestro destino
nos robaron el verbo
para que la miseria nos mine.

 

Bajo los materiales
del pan y el vino
está el hombre y la sangre.
Soy yo
la verdad está en mí
me honro a mí mismo
y a través mío
a cualquier Dios
que se me quiera subordinar.

 

El tiempo y la muerte
devastan la placidez del ser
no sabemos si nos quedará la espera
el tiempo no es una cualidad de las cosas.
Se agotó el tiempo
no alcanzo los trenes del infinito
el amor
es vacío y hierba
que aún no sé manejar.

 

Yo pienso
no sé si existo
sin embargo
lo exijo.

 

La ignorancia
y la soledad de la memoria
comienzan a gritar piedad…
piedad…

Sé que ignoré
Ignoro
Ignoraré
soy un elemento indivisible
de la sumatoria de la nada.

 

Silencio
Te retorno a la palabra.

 

Todo es edad
la vida humana
el movimiento de la tierra

La noche y su edad silente.

Todo es edad
laberinto de temporalidades
donde moriremos
sin haber encontrado
nuestra memoria.

 

Porto mi cabeza
calzando mi ignorancia
con paciencia
mas mi espíritu
toma la ruta del viento
y el flujo de mi sangre
sólo implora
algo de calma…

                                                                            

(Del texto En mi hambre mando yo)

 

Sobre tu humedad

Toda la noche nos tendimos emboscadas;
éramos amor en una precaria intimidad.

 

La intimidad, con sus oleajes ciegos,
restaurando nuestros seres.

 

Hosca es la vida, pero la amamos.

Las aguas de tu vientre aún baten mi memoria…

 

(Del texto La cueva del tiempo)

 

Silabario

Los golpes y las horas.

Los poemas y el hambre.

Los sueños y las consecuencias.

Los sermones y las bienvenidas.

El presente y sus caminos.

El sendero y las estrellas.

Sigo la ruta de tus ojos,

mi corazón madura sobre esas latitudes,

sin embargo te escurres

aunque te invente un soneto para dos voces.


(Del texto Obra manifestada)

 

El Espejo del Amor

Ahondo la eternidad.
Soy polvo sin metáfora.

 

Vibro en el oficio del exceso.
No he aprendido a separar el trigo
del oxímoron que es mi ser.

 

Con denso empaste te pinté.
Mi oficio de hombre se ha vuelto sombrío.

 


(Del texto Epigrámico)

 

 

 

Biografía

Georg Reinaldo Ramón Ottó Octavio Sonnenholzner Murrieta

Guayaquil, 20 de noviembre de 1958.

Escritor, radiodifusor, libre pensador y gestor cultural ecuatoriano.

Autor de los libros: En mi hambre mando yo (2014), La cueva del tiempo (2015), Epigrámico (2016) y Obra Manifiesta (2019).

En sus obras aborda temas filosóficos, políticos y poéticos.

Ha tenido la oportunidad de presentar sus libros en México -Yucatán (2014) Valencia España (2017) y ha obtenido múltiples reconocimientos por su labor cultural como la Presea al Mérito Cultural de la Muy Ilustre Municipalidad de Guayaquil.

Actualmente, hace parte del equipo del programa La Mañana en RTP, transmitido de lunes a viernes por RTP.ec 96.5FM, es Presidente del Comité Ejecutivo del Colegio Alemán Humboldt de Guayaquil, Miembro Directivo de Diario Digital Infograma.net y Director de Fundación Garza Roja, (Institución creada para promover el desarrollo cultural en el país a través del arte). 

https://ramonsonnenholzner.com/

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