La
poesía de Mariana se convierte en el oleaje donde nació el primer encuentro.
Sus versos son la cosecha fértil de los suspiros, el valle de los sueños, el
resplandor de la aurora. La palabra de la artista navega por cumbres y abismos,
por ese mar que tiene forma de manos, por esa boca que se hace fruta desnuda,
por las venas del tiempo y lo disuelve todo con un soplo de su arte.
El valle de los sueños
Sigue soñando precioso fauno con laberintos de jazmín,
con los labios de fruta desnuda de tu
ninfa cabellos de manantial,
que te arrulle el canto de las hojas
enamoradas del viento,
sueña que el amanecer es tu talismán.
Que nadie se atreva a despertarte del
valle de los sueños
porque es tuyo el secreto del
porvenir,
ya vendrá el resplandor de la aurora
para que los campos te besen y con tu
flauta de pan
invoques la fantasía de los bosques.
Anhelo de ti tienen las aguas del
arroyo,
llamado de ti pronuncian los cielos,
se acercarán las creaturas todas
para bailar contigo la danza del fuego.
Cuando despiertes hermoso fauno
abono fértil será tu aliento,
guía para el rebaño serán tus pasos,
con tus cuernos de carnero palparas la
alegría,
melodía será tu vida para el corazón de la
tierra.
Oleaje
Pongo mi mar en tus manos;
para que tu sol no muera de sequía,
para que tu sed beba sueños de corales,
para que tu cielo bese el canto de las
olas.
Pongo mi mar en tus manos; desnudo y
sincero,
desbordado en tu caricia, apacible en el
ocaso.
Desato mi mar en tus manos y recorro tu
figura;
te siento alga, pez, estrella marina.
Te conviertes en el oleaje imprescindible
para mi propio mar.
Aguas profundas (Genesis)
Antes
la tierra era el agua
nosotros
habitantes de la luz
Después
nos entregamos al agua
en ella renacimos
Descendientes somos
del mutable río
que fluye
por las venas del tiempo
Bajo la piel de los días
aguas profundas somos
laberintos ocultos
en busca de rostros
Aprendemos a ciegas
a surfear la tormenta
resistimos las espinas
jugueteando con el viento
Cubrimos el frío del alma
con máscaras y grietas
nuestro dolor
se palpa a sí mismo
en el gran espejo
que es el mundo
Aguas profundas somos
navegantes de cumbres y abismos
mareas sedientas inquietas fugaces
heridas abiertas
cicatrices sin nombre
Aguas profundas somos
hijos de la memoria y del olvido.
Amor (Agua que fluye cristalina)
En las profundidades
que no alcanzo
de mi memoria antigua
nació el primer encuentro
entre el amor y yo
Inmortal caricia
en el útero de mi madre
aguas infinitas
tiernamente protectoras.
El amor parió el abrazo
de la luz y la sombra
cicatrizó con manantiales
los abismos que separaban
tu dolor del mío
De un nuevo amanecer
son sus ojos cristalinos
jardines florecidos
alimento de la vida.
Amanecer
Amor mío;
fruta carnosa es tu boca
cosecha fértil de suspiros,
encendida está mi llama
en el ocaso de tu beso
Amanece en todo el mundo
con
la luz de tu mirada.
Biografía
Mariana Naranjo nació el 4 de septiembre del 2000 en Mariquita, Tolima, Colombia, pero toda su vida ha vivido en Manizales, Caldas.
Estudiante de lenguas modernas de la universidad de Caldas, integrante del colectivo poético El hervidero y de la Red departamental de escritoras de Caldas.
Ha participado en recitales poéticos y tertulias literarias de manera presencial y virtual, participó en la reciente versión del festival internacional de poesía de Manizales, al igual que en diversas acciones culturales en su ciudad.
Algunos de sus poemas están publicados en la revista digital Casa Bukowski y en dos antologías; su poema Eternidad en cartas al adiós con la editorial Ita de la ciudad de Bogotá, sus poemas Nación de orquídeas, para el amor quiero, en palabra-ando, en la antología mujeres sin molde, Manizales 2020, y su cuento El sueño rojo, en la revista El Acontista de la universidad de caldas.
Para Mariana la poesía es encuentro, refugio, y resistencia.
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