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Mariana Naranjo (Colombia)


La poesía de Mariana se convierte en el oleaje donde nació el primer encuentro. Sus versos son la cosecha fértil de los suspiros, el valle de los sueños, el resplandor de la aurora. La palabra de la artista navega por cumbres y abismos, por ese mar que tiene forma de manos, por esa boca que se hace fruta desnuda, por las venas del tiempo y lo disuelve todo con un soplo de su arte.


El valle de los sueños 

Sigue soñando precioso fauno con laberintos de jazmín,

con los labios de fruta desnuda de tu ninfa cabellos de manantial, 

que te arrulle el canto de las hojas enamoradas del viento, 

sueña que el amanecer es tu talismán.

 

Que nadie se atreva a despertarte del valle de los sueños

porque es tuyo el secreto del porvenir, 

ya vendrá el resplandor de la aurora

para que los campos te besen y con tu flauta de pan

invoques la fantasía de los bosques.

 

Anhelo de ti tienen las aguas del arroyo, 

llamado de ti pronuncian los cielos, 

se acercarán las creaturas todas

para bailar contigo la danza del fuego.

 

Cuando despiertes hermoso fauno

abono fértil será tu aliento,

guía para el rebaño serán tus pasos, 

con tus cuernos de carnero palparas la alegría,

melodía será tu vida para el corazón de la tierra.

 

Oleaje

Pongo mi mar en tus manos;

para que tu sol no muera de sequía,

para que tu sed beba sueños de corales,

para que tu cielo bese el canto de las olas.

Pongo mi mar en tus manos; desnudo y sincero,

desbordado en tu caricia, apacible en el ocaso.

Desato mi mar en tus manos y recorro tu figura;

te siento alga, pez, estrella marina.

Te conviertes en el oleaje imprescindible

para mi propio mar.

 

 Aguas profundas (Genesis)

Antes

la tierra era el agua

nosotros 

habitantes de la luz

     

Después 

nos entregamos al agua

en ella renacimos 

    

Descendientes somos

del mutable río 

que fluye  

por las venas del tiempo 

 

Bajo la piel de los días

aguas profundas somos

laberintos ocultos 

en busca de rostros

   

Aprendemos a ciegas 

a surfear la tormenta 

resistimos las espinas

jugueteando con el viento

  

Cubrimos el frío del alma

con máscaras y grietas 

nuestro dolor

se palpa a sí mismo   

en el gran espejo 

que es el mundo

   

Aguas profundas somos

navegantes de cumbres y abismos 

mareas sedientas inquietas fugaces

heridas abiertas  

cicatrices sin nombre     

     

Aguas profundas somos

hijos de la memoria y del olvido.

  

Amor (Agua que fluye cristalina)

En las profundidades

que no alcanzo

de mi memoria antigua

nació el primer encuentro

entre el amor y yo

 

Inmortal caricia

en el útero de mi madre

aguas infinitas

tiernamente protectoras.

 

El amor parió el abrazo

de la luz y la sombra

cicatrizó con manantiales

los abismos que separaban

tu dolor del mío 

 

De un nuevo amanecer

son sus ojos cristalinos

jardines florecidos

alimento de la vida.

  

Amanecer

Amor mío;

fruta carnosa es tu boca

cosecha fértil de suspiros,

encendida está mi llama 

en el ocaso de tu beso 

       

         Amanece en todo el mundo

                    con la luz de tu mirada.

 

Biografía 

Mariana Naranjo nació el 4 de septiembre del 2000 en Mariquita, Tolima, Colombia, pero toda su vida ha vivido en Manizales, Caldas.

Estudiante de lenguas modernas de la universidad de Caldas, integrante del colectivo poético El hervidero y de la Red departamental de escritoras de Caldas.

Ha participado en recitales poéticos y tertulias literarias de manera presencial y virtual, participó en la reciente versión del festival internacional de poesía de Manizales, al igual que en diversas acciones culturales en su ciudad.

Algunos de sus poemas están publicados en la revista digital Casa Bukowski y en dos antologías; su poema Eternidad en cartas al adiós con la editorial Ita de la ciudad de Bogotá, sus poemas Nación de orquídeas, para el amor quiero, en palabra-ando, en la antología mujeres sin molde, Manizales 2020, y su cuento El sueño rojo, en la revista El Acontista de la universidad de caldas.

Para Mariana la poesía es encuentro, refugio, y resistencia.

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