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Valeria Aspiazu Saucedo (Ecuador)

 


La poesía de Valeria es la melodía que entona armoniosa dulzura. Sus versos son la ilusión de un sueño que busca contemplar el alba. La palabra de Aspiazu se siente tan pura al punto de hacer flotar nuestras almas. Su texto tiene la virtud de convertirse en luz y encanto.


Brújula del tiempo 

Voy caminando sin rumbo ni afán,

por un mundo lleno de soledad,

 careciente de razones para amar,

que intriga mi azorado pensar.

 

Los rayos de lluvia suelen mostrar,

 la luz existe en la oscuridad,

mi alma busca contemplar el alba fulgurar,

y la ilusión de un sueño retoñar.

 

No tengo prisa ni ahínco,

sólo me dirijo a mi destino,

que a veces parece naufragar en sinsabores,

haciendo que la brújula encuentre soluciones.

 

Las flores de las aceras perdieron su brillo,

el viento apagó su respiro,

los colores siguen vivos,

y las auras con tonos sombríos

 

Recorriendo mi ciudad, a lo lejos me percato,

un pintor en un parque dibujando,

inspirado en nuestro mundo, en uno transformado,

dando paso a uno nuevo, uno mejorado, una utopía de escenario.

 


Luna de encanto

Miles de estrellas se han alineado,

mi corazón se está entibiando,

el cielo está deslumbrando, luceros han despertado,

el frio ya se ha marchado.

 

Galaxias enteras siguen brillando,

mi mente sólo te ha encontrado,

rebusco en los libros matemáticos,

la ecuación de mi estado amartelado.

 

La brisa se siente tan pura,

las flores irradian dulzura,

mis ojos contemplan embelesados una luna de encanto,

las noches se tornan doradas, como pétalos deseados.

 

Escalando esta montaña, a la cima he llegado,

el horizonte se ha despejado,

desde arriba todo es más claro,

mi alma se ha enamorado.

 

Mariposas andan rondando,

los capullos de mi jardín han brotado,

el alba ha comenzado,

mis alas las han sanado.

 

 

Lirios y doncellas

Melodía que entona armoniosa dulzura,

suave pintura de tonos albos,

gema escondida en las profundidades,

buscada por marineros y capitanes.

 

Virtud magnificente de un sueño renaciente,

cándidos suspiros de aroma a peonías,

deseo inexorable de colores vibrantes,

cálida aurora pletórica de poesía

 

Lirios y doncellas,

anhelada pureza,

como el sol y la luna,

      almas gemelas.     

 

No opaques tu belleza, sigue enaltecida,

deslumbras entre tanta fruslería,

se la luz, se la alegría que alguien necesita,

retoña con el sol de un nuevo día.

 

Conserva tu aura perlada,

oculta tus alas a la noche,

deja flotar tu alma,

en el océano de gracia diáfana.

 

Biografía 

Valeria Elizabeth Aspiazu Saucedo nace el 24 de junio del 2002, en la ciudad de Guayaquil. Estudió la primaria en la Escuela Nuestra Sra. De Fátima en el cantón Palenque Provincia de Los Ríos, lugar donde radicaba su familia paterna. Luego estudió en el Colegio San José La Salle de la ciudad de Guayaquil. Actualmente estudia en la Universidad Estatal de Guayaquil en la Facultad de Filosofía y pronto será Licenciada en Educación Inicial. 

Gusta de la lectura y la escritura, componer canciones, poemas y la creación de frases. Disfruta de la naturaleza, del deporte, especialmente atletismo y pertenece a la religión católica, siendo integrante del Regnum Christi, movimiento eclesial que brinda la oportunidad de ayudar a personas de bajos recursos. 

Su inspiración en el género musical siempre ha sido Selena Gómez y Laura Pausini, y en la poesía, Pablo Neruda. Desde niña tuvo muchas mascotas, lo que le permitió tener respeto y amor hacia los animales.

Su motivación principal es la familia, en especial su abuela Lucía y sus hermanos Connie, Aquiles y Nathalia.

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