Ir al contenido principal

Victoria Arce (Argentina)



La poesía de Victoria nace fruto de la persistencia. Sus versos atraviesan el sonido del mar buscando una salida, otro aire, una realidad. Leer a la poeta Arce conmueve, nos llena de emociones, nos invita a navegar por corrientes donde impera el arte. 


I

me atraviesa el sonido del mar

que se oye desde la arena

tengo los ojos abiertos, pero hacia adentro

afuera todo sigue:

las conversaciones, los gestos, las risas

 

yo tengo mis propias aguas

tan mías como mi nombre

me dejo ir con la corriente dulce

yo tengo mis propias aguas

aunque temo permanecer

en mi propio vientre.

 

II

permanecí cien años en el desierto

sin profetas

buscando una salida

fui precavida

el viento soplaba en contra

nublándome la vista

 

es tan blando ahora el camino

que temo que sea una trampa

un último rodeo y habré salido

de este pozo inmenso de arena

 

llevo conmigo una flor de cactus

                   fruto de la persistencia


III

en esta tarde

inapelable como las estaciones

la cáscara del tiempo brilla         

sin que su sustancia me conmueva

 

es simple acallar la queja

no levantar la pregunta

hacia el barullo que entra por la ventana

en este cuarto de estudio

donde el sol ingresa sin sombras

pronto será otra vez verano

y no hay niños que me interrumpan.


Biografía

Victoria Arce nace en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el año 1979, en la cual reside actualmente. Sin embargo, vivió en La Plata durante su niñez y juventud.

Es estudiante de la carrera de Licenciatura en Letras de la UBA y concurre al taller de poesía "Tierra fértil" que coordina Ivana Szac desde marzo del 2020.

Comparte sus poemas en la cuenta instagram (@toriajandra)

Comentarios

Entradas populares de este blog

Karina Gálvez (Ecuador)

La poesía de Karina es aquella perla que brilla en la noche. Sus versos se convierten en caricias que maniobran a rienda suelta hasta convertirse en nuestro centro de gravedad. Su voz abraza sobre lienzo y lona, llevándonos al remanso de la fantasía donde se galopa de rosa en rosa y donde el poema se convierte en piel. Derramará ríos de prosa para llevarnos a lugares en los que nunca estuvimos, entre el alma y el deseo, llenando madrugadas hasta que el secreto se vuelva luz. Amazona Él, con su amor, me ha raptado como a Antíope raptó Teseo, y una guerra ha desatado entre mi alma y mi deseo.   En vano elevé mi pelta para huir de su mirada, pues sus ojos traspasaron cual sol entre mis pestañas.   Como Hipólita, ceñí en mi vientre un cinto lleno de magia, que él maniobra a rienda suelta en todas nuestras cabalgatas.   Y es que, igual que Belerofonte, sobre Pegaso revuela.  Sus alas, que lo hacen libre, me vuelan a una luna llena. ...

Carlos López Sarmiento (Ecuador)

En la poesía de Carlos los corazones perdidos encuentran su refugio.  Los versos del escritor López Sarmiento susurran de pasión en el aire mientras aparece la calma en nuestro último suspiro. La vida se ira deslizando en cada lectura, de tal forma que el tiempo se volverá un destello de esperanza que renace una y otra vez en el mar de los sueños que navegaremos con el autor. "Melancolía" Soy el príncipe olvidado  de un reino que nunca fue,  donde las sombras danzan,  y el dolor se convierte en mi fe.   Melancolía, dulce compañera,  en tus brazos encuentro calma,  bajo el manto de la tristeza,  mi corazón encuentra su alma.   ¿Qué queda de aquellos sueños,  de amores efímeros y fugaces? Solo el eco de un suspiro,  y el recuerdo de viejas frases.   En esta vida de ilusiones rotas,  donde las estrellas son mentiras,  busco refugio en tu abrazo,  en tus lágrimas que alivian mis heridas.     "Eternidad" Ent...

Lorena Salazar Suquilanda (Ecuador)

La poesía de Lorena parece que vive en el viento. En sus versos es posible explotar desde adentro y perder no solo el juicio, también el aliento. Vamos por la vida tropezando entre líneas viendo a la poeta Salazar recoger el asombro y escribirlo a la intemperie mientras saboreamos el cuerpo de su texto. En el vilo de sus manos, su palabra se atreve. La odalisca No puedo pedirte que no te marches, Los fantasmas de mi closet,  se cuelan en el tiempo  y dicen a gritos  que la noche  será espesa  y fría si te vas.   No puedo atreverme a no tocarte. Caminar ingenua en tus lagunas  y arriesgarme a no beber Acampar en tus fangos Abismos estridentes Bañar mis manos  deshabitadas si te vas.   No puedo escribirte sin dejar de saborearte Encontrarte en el olor a tamarindo Imaginar tu lengua aleteando como abeja Posándose en mis flores  abiertas al rocío Gotas frías Evaporadas Si te vas.   ...