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Eduardo Narvaéz Erazo (Colombia)


La poesía de Eduardo ilumina la senda de la vida.  Sus versos ayudan a olvidar las penas del pasado besando cada mañana la tímida rima. Narvaéz alumbra el pensamiento hasta extinguirlo en el cuerpo y en el crujir de las cosas.


Enséñame

Enséñame a quererte eternamente,

y enséñame a besar cada mañana,

haz que brille tu amor sobre mi frente,

y alumbrará la estrella más lejana.

 

Enséñame a vivir enamorado

y alegra mi angustiado corazón,

quiero olvidar las penas del pasado

con tu inmensa y benévola pasión.

 

Son tus ojos estrellas fulgurantes

que iluminan la senda de mi vida,

tú y yo somos sonámbulos amantes

que vivimos de dicha enceguecida.

 

Enséñame a tenerte vida mía,

pues tu amor, en mi espíritu perdura,

enséñame mi bien en este día

a estampar en mi mente tu figura.

 

La vida

La vida es un pensamiento,

un laberinto es la vida

y cruza en mi pensamiento

desesperante es la vida.

 

Cuando uno muere, se aleja

el alma hacia nuevos mundos,

y sólo el cuerpo se aleja

de aquellos arcanos mundos.

 

El cuerpo queda en la tierra.

Y el alma vuela del cuerpo

y sólo queda en la tierra

el gélido extinto cuerpo.

 

La carne vuelve al gusano

y el alma al jardín celeste

y polvo será el gusano

y el alma estrella celeste.

 

Y si queremos vivir

vivamos para morir,

porque morir el vivir,

nueva vida da el morir.

 

En la capilla

En el altar solitario

de una rústica capilla

se extingue al pie del sagrario

la exámine lamparilla.

 

Cuando las luces volaron

se oyó el crujir de las cosas

y entre el perfume expiraron

las mustias pálidas rosas.

 

Y ya avanzadas las horas

de la noche sosegada

se aromó de voladoras

oraciones de la nada.

 

Y allí en el recinto obscuro

de la inocencia perdura,

percibe el alma a un Ser puro

de una invisible blancura.

 

Yo quisiera

Yo quisiera cantar como tú cantas,

ser las cuerdas melifluas,

ser el canto que tu beldad inspira

y adormece a las almas que tú encantas.

 

Yo quisiera mirar como tú miras,

ser el agua cristal de tus pupilas

y en sus aguas profundas y tranquilas

ser el cielo divino de tus iras.

 

Yo quisiera llorar como tú lloras,

ser la fuente apacible de tu llanto,

ser el Genio que bebe de tu encanto

las divas embriagueces seductoras.

 

Yo quisiera labrar tu transparencia

en mi tímida rima alabastrina,

sumergirme en tu esencia cristalina

y ser fuerza vital de tu existencia. 



Biografía 

Eduardo Narvaez Erazo

De Linares, Nariño, Colombia.

Docente.

Licenciado en Lingüística y Literatura.

Con treinta años de experiencia en educación me han permitido cultivar no solo la labor pedagógica sino mi inclinación hacia la literatura y más concretamente al arte poético, al igual que otras expresiones como la música y el dibujo artístico.

Está en mi haber un libro de poemas “El Alma de las Palabras” producto de esa tendencia hacia las letras.

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