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Aníbal Bonilla Flores (Ecuador)


La poesía de Aníbal palpita en la retina. Los versos del escritor Bonilla llegan como un aluvión que devora la siembra hasta devolvernos a la realidad. A veces naufragamos por la vida hasta que el literato otavaleño llega con sus textos como aquel presagio que muestra la desnudez del alma.


XXXVIII

 

Hemos transitado en plena lluvia

entretejiendo el rostro a la inclemencia.

El vino y la sonrisa en nuestros labios,

mis latidos en la profanación de tu cuerpo,

dureza de la roca sosteniendo

aquel presagio adolescente,

dos pétalos en tu vientre florecido,

reciedumbre que doblega a la penumbra,

invierno efímero

ante la fortaleza de nuestro amor de largo aliento.

 

 

XXXIX

 

Niebla en tu rostro

pálido en la estocada final,

reminiscencia furtiva

que acaricia la noche,

zumbido de amor

en la mejilla.

 

Fragmento de habitación ajena

cuyas paredes desteñidas

nos devuelven a la realidad,

ojos que observan

la luz interior de las aguas,

ritmo inacabado como el bolero.

 

 

XLII

 

Latidos similares en el tiempo.

Aprendizaje del padre en pos del surco 

la rueca en la confección del sueño palpitante,

los hijos como raíz y aliento

en la ardua travesía que precede al porvenir,

la perseverante faena 

de dar cobijo y calmar la sed.

 

 

XLV

 

El mar golpea

la furia del tiempo,

las conchas seducen la memoria,

la brisa estalla en tu rostro ausente.

 

El oleaje perturba

el ombligo de los amantes,

la vida del navegante

como desgarradura en el añejo oficio,

el sol en la derrota

sobreviene como vértigo,

tu desnudez

palpitante en mi retina

tesitura de espejismo a la distancia.

 

 

XLVII

 

Hablar

desde el lenguaje del mutismo;

el mundo andante esperando por nosotros.

 

Penetrar a la esfera desconocida

en una aproximación etérea.

 

Abrir las puertas de la catedral

tras un repentino soplo de fe.

 

Naufragar en las profundidades

del amor;

invitación como estallido de cristales,

pedazo roto en copa vacía.

 

 

XLIX

 

Fragmento de luz

tras el último beso de agosto,

ojos ávidos de cristal

de aquel gato en vigilia.

 

Sortilegio en el mar

ante el aplomo de la noche circundante,

canción roja de metal

en el desplome de los cuerpos afligidos.

 

Surco en la tierra fatigada

por la inclemencia de los siglos

y el rumor de catacumbas,

la duda permanente

en el mañana azul

como papel de celofán

en el viento.

 

LI

 

Las metáforas silenciadas

en la rotura del desafío

sin embargo

del lápiz diminuto.

 

Las horas convulsas

en la magia del tiempo.

 

Los entretelones

que se resisten al anuncio

ante el extravío de las hojas perennes,

aislamiento después de los adioses.

 

Nuevamente

las blancas paredes

que calladas

lo dicen todo.

 

LII

 

Vuelvo al poema

como seducción en la escapatoria,

como relicario de orfandades,

como lascivo encanto

en la triste noche,

como hojarasca sin una pizca de viento,

como aluvión que devora la siembra,

como abismo que carcome el sueño,

como derrota cuya consecuencia

oculta la ceniza,

como sombra que se asemeja a tu ausencia,

como relámpago en la intemperie,

como insomnio que deja los ojos inflamados

en el cuerpo del animal en llamas.

 

Vuelvo al poema…

 

 

De Íntimos fragmentos, Aníbal Fernando Bonilla, El Ángel Editor, Quito, 2019.

 

 

 

Aníbal Fernando Bonilla

(Otavalo, Ecuador, 1976)  

  

Máster en Estudios Avanzados en Literatura Española y Latinoamericana, y Máster en Escritura Creativa en la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR). Licenciado en Comunicación Social. Ha publicado, entre otros, los poemarios Gozo de madrugada (2014), Tránsito y fulgor del barro (finalista del Premio Nacional de Poesía Paralelo Cero 2018),  Íntimos fragmentos (2019), y la recopilación de artículos de opinión en Tesitura inacabada (2022). Columnista de diario El Telégrafo entre 2010 y 2016. Actualmente es articulista de El Mercurio, de Cuenca, así como colaborador en la revista digital venezolana Letralia, Tierra de Letras y en el portal loscronistas.net. Ha participado en eventos de carácter literario, cultural y político en España, Nicaragua, Argentina, Uruguay, Cuba, Bolivia y  Colombia, como el XV Encuentro de Poetas Iberoamericanos en Salamanca (2012), el XIII Encuentro Internacional “Poetas y Narradores De las Dos Orillas” en Punta del Este (2014), en donde recibió la distinción “Idea Vilariño” por su trayectoria literaria, y el III Encuentro Internacional de Poesía en la Ciudad de los Anillos en Santa Cruz de la Sierra (2016).

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