La poesía de Porfirio estremece y florece todo el tiempo. El escritor Salazar devora con su talento el espectro radiante en toda la dimensión de la palabra. Sus versos abrazan y consuelan la vida como canto y dulzura, como fuego que arde en el corazón de sus lectores.
Donde duermen las horas
Viene la vida durmiendo
como un dormir durando,
llena de villorrios y plazas,
con sus escribas que esperan
la navidad de la muerte.
Viene, y ya pasaba.
Sabemos que otros nos están mirando,
que son parte del juicio,
de nuestra consumación.
Elegía del olvido
Como unos ojos de nieve que me buscan,
como un espectro radiante que nos mira,
me busco en todas las muertes escondidas
y me pierdo en el ayer perdido.
Como una mano trémula de espasmo,
como un brazo de rocío en la mañana
me toco,
como si esas manos pudieran
ser las ansias,
como si esas manos
ya no fueran mías.
Beso las rosas y los mirtos de mi huerta
y hallo, nuevamente,
la misma vida mía.
Como un aire que sopla
me respiro.
Como un horario que nos hiere
me reparto entre la angustia.
Como un olvido
en el ayer perdido,
vuelvo.
Epitafio del polvo
Aquí, situado entre pedazos de exterminio,
dimensiones de palabras
mordidas por silencios,
desgajadas por el ansia,
perdonadas por el siempre,
descifro lo que hice y lo que fui.
Aquí, alas de muerte,
escupo este murmullo que se ahogará
en el mar de otros murmullos.
Aquí, ardo en los gritos,
en el mundo que invento.
Porque soy polvo, andanza y viejo amor,
porque fui guerrero que perdió sus rastros,
me estremezco aquí,
entre sueños arrugados,
viviendo sin ganas,
callando esta angustia en las rejas de la piel
que vivirá para contar
que he muerto y que renazco.
Abuela de madera
El tiempo se escondía entonces
en la casa donde volaban
los recuerdos:
el vaso de leche, la
estampita de San Judas con números de lotería,
la medalla de San
Juan y ese ramillete oloroso de naranjas frías
en el año nuevo.
En esa casa está tu
cama,
vacía como el adiós
que deja tu velero ya sin barca o mar,
vacía y triste como el
frío que amanece cuando otra piel se ha ido,
vacía, sólo vacía
cuando aprendo y
olvido muy cerca tus plegarias
que alargan estas
horas de morir.
En estas cuatro
paredes crecen los cuatros vientos,
pero mis manos, que
no hicieron esta casa,
tampoco excavarán las
tumbas para aquellos
que existieron en mí y me habitaron.
Nostalgia
Páramo sin sol dice
desventura
y con las
horas negras y calladas,
emigran al invierno
nuestras hadas:
hay destierro del
canto y la dulzura.
Llego al dolor sin
fuego de ternura.
Dolor sabe mis
penas más sagradas,
las ocultas, las
más atormentadas,
cuando, sin luz, la
vida me tortura.
Florece el tiempo
por gritar martirio
y con la vida forja
mi delirio
de ver en todas partes la tristeza.
¿Cómo vivir si la
nostalgia puso
en este
corazón su fuego iluso
que todo lo devora y nunca cesa?
Biografía
Porfirio Salazar nació en la ciudad de Penonomé, provincia de Coclé, el día 5 de marzo de 1970. Es Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas (1993) y Máster en Derecho Procesal (2006), ambos títulos por la Universidad de Panamá.
Recitales y conferencias en España (1993, 2019, 2022), Estados Unidos,
México, Puerto Rico, República Dominicana, Costa Rica, Cuba, Guatemala,
Nicaragua, Chile y Panamá.
Es Premio Nacional
de Poesía “Ricardo Miró” (el más importante reconocimiento de las letras
panameñas) en 1998 con la obra: “No reinarán las ruinas para siempre”, y en
1999, con la obra: “Ritos por la paz y otros rencores”.
-Premio Ricardo
Miró, ensayo, año 2009, con el libro: La piel en la llama.
-Con el libro Animal,
sombra mía obtuvo el Premio Centroamericano de Literatura “Rogelio
Sinán” 2008. En el 2020 la Editorial L Harmattan, Francia, publicó dicho libro
en edición bilingüe francés-español. Traducción de la profesora Marie Seguin.
-Su obra: Decimario
divino fue declarada como finalista, junto a otras nueve, en el Premio Mundial
de Poesía Mística Fernando Rielo 2021. Participaron 267 libros procedentes de 29 países.
Ha publicado: SELVA, GUITARRA DE FE, RITOS POR LA PAZ Y OTROS RENCORES, LA CITARA DEL SOL, EL VIAJE DE LA DESNUDEZ, SOLES EN LA LUNA DEL CANTOR, LA PIEL EN LA LLAMA, EL FUEGO DESPIERTO, CENIZAS EN MI SUEÑO, NO REINARAN LAS RUINAS PARA SIEMPRE, ENTRE OTRAS MÁS.
Excelente poeta, juez y defensor panameño
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