La
poesía de Daniel tiene la suavidad y rudeza de las mareas. Sus versos nos
llenan de valentía ante el dolor de una ausencia y la sombría desconexión. El
escritor Cantos Colmont abraza los huracanes mientras dignifica la escritura. En
su esencia habita el talento.
Autosuficiencia
A
Marjorie Núñez
Por una fisura en mi autosuficiencia
Se coló la ausencia de tu caminar conmigo
Me vi buscándote al vaivén del viento, entre
un ocre polvoso y matorrales secos desterrados
Lo construido en conciencia como norte
Perdió sentido ante los abrazos ausentes,
La soledad que había creído siempre
consejera
Se volvió contra mí como cabeza adornada
de serpientes
Petrificando los sueños y planes
procrastinados eternamente
Que cayeron y se despedazaron ante mis
pies alados,
Lo que siempre clasifiqué como predecible,
cursi, automatismo sentimentaloide,
Me está arrastrando por un campo de
ortigas
En donde dejo girones de piel
Que espero recojas y me las cosas con las
uñas
Cuando vuelvas a mí con tus besos
Decir “te extraño” siempre fue un elefante
tomando el té
Hasta que comprendí la necesidad de tu
esencia
Que si bien su faltar nunca será causa de
muerte
Sí lo es para que los colores aligeren mis
caídas
Para ver la música revoloteando en mis
ideas
Para calmar mis angustias de parricida
Espero, contando las probables utopías
Que construiremos juntos
Si apagan la luna
¿Quién devolverá
los aullidos?
Los delirios de licantropía
que gotean de las sábanas
dignificando el pecado
¿Quién consolará
a los suicidas?
Que vagan en el
séptimo círculo
por usar los envejecidos atajos
y ahorrarse el martirio de un amor negado
¿Quién borrará
las poesías?
Esas dibujadas en pompas de jabón
y en vuelos de
mariposas
vestidas con mortajas y tules
¿Quién
responderá por los locos?
Flotando en sus
meandros
al vaivén de las mareas de plomo
y de los
huracanes de suspiros
¿Quién se atreverá a desarmar los nocturnos de Chopin?
Prescindir del
claro azulado
Ahuyentará las
sonatas, los balcones
Las mareas, los
humores
Será triste
encerrar las sombras
de mirada
descorazonada
que escapan de
velas moradas
en los altares a
unicornios
Cuando el cosmos
nos alcance
y redimensione
la soberbia
desconectarán la
luna
y los lobos se
atragantarán con los aullidos
Mi regreso al polen
Con un canto primaveral de cucú … oído
entre chapoteos de jazmines … olfato
vaivenes de bocinas y tableteos … vista
tres colores se derriten en mi boca …
gusto
y un helecho azul sintetiza … tacto
mi regreso al ingrávido polen … pasado
Camino pidiendo permiso al cansancio
… consecuencia
Tirándome de los cabellos grises …
envejecimiento
Y el alma raída por la soledad, … contemplación
Esperando más días iguales …
monotonía
Que hacen imperecedera la culpa …
recurrencia
Siete años en que no se ha movido nada
a excepción de tres almas heridas
por la cobardía ante un dolor, de
supernova engullida
en una sombría desconexión
descarnada ahora, que se llena de polen
girando en mis ojos enrojecidos
Me acerco, me veo,
sin grises,
No arrastro la pierna
Parezco futuro buscando eslabones
perdidos
Y me insulto, ¡Cobarde de mierda!
¡Soy el presente de tu sacrificio
pasado!
¡Podías quedarte conmigo!
¡Esperar juntos la muerte!
No tenía sentido la recurrencia, en,
La contemplación de la monotonía, ni,
La consecuencia del envejecimiento, para,
Morir en sus manos sin haber resuelto los
abrazos, ergo
Opté por la vida, cargar con la culpa,
pienso
El perdón se hará esperar, pero
Reconstruirme los latidos era necesario
La
lástima era una opción, me ha servido
Encajo en la bondad y en la hombría
Llorando en silencio porque fastidio
Vacío, pero acompañando la distancia
que ponen conmigo
Corriendo detrás de días descapotados
y muñecos de cartón y nieve
Tal vez algún círculo me sea reservado …
consecuencia
Fue un egoísmo no morir en vida …
monotonía
Para renacido recoger mis pasos …
recurrencia
Sin pedir permiso al aliento …
envejecimiento
Que se te está escapando … contemplación
Oído, olfato, vista, gusto, tacto
Me estrellan un pasado cuando escuché
volar el polen
Y me tienen aquí, buscando tres suspiros
Te perdono, ergo, te bendigo
Biografía
Daniel
Cantos Colmont es economista, gestor cultural, poeta y vocal del directorio del
Casal Catalá de Guayaquil
Mención
en premio internacional “La integración por un mundo mejor”, Milán, Italia,
poesía, “Convergencias en ojos de perro azul”
Participación
en festival 100 mil poetas por el cambio, Milán, 2014
Premio
internacional Milano 2014 avalado por la U Europea
Productor
de programas en redes para el Casal Catalá de Guayaquil “Passaport al futur” –
“Zaratustra”, desde el 2019
Organizador
y presidente del jurado del concurso “Josep Carner i Puig Oriol” para el Casal
Catalá desde el 2019
Editor
de las antologías del concurso Josep Carner
Productor
de las veladas poéticas Turbios Bardos, 2021
Productor
de las veladas poéticas “Poéticas de la casa” para la CCNG, desde 2022
Miembro
del jurado del festival Ileana Espinel Cedeño, 2022
Poemarios:
Madura Adolescencia, 2013 e Involución, 2017
Comentarios
Publicar un comentario