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Francisco Casado Pérez (México)



La poesía de Francisco está destinada a quienes todavía creen. Los versos del escritor Casado siempre encuentran descanso en el sitio perfecto donde meditar. El joven literato se encuentra con la necesidad de seguir escribiendo dando riendas a su libertad, generando suficiente insumo para la comunidad lectora.


Es fácil andar

cuando la mirada solo funciona

para que no mueras o llegues tarde

 

soltar las riendas de la mirada

te regresa a los cuatro años

donde todo es pregunta

en espera de respuesta

 

aunque sea mentira

 

mirar es la acidulada corrupción

que atraviesa el automatismo

impreso sobre las palmas

 

mirar

hace bien

y todo lo contrario

 

 

Cucaracha cucarachita

relámpago fugaz de coladera

¿qué mano o luz proyectaría

tu figura al escenario cavernoso?

¿En qué perfil o sobrenombre

escondes el ardor de tu sonrisa?

¿Cuántos seguidores tienes?

¿Cuántas menciones?

¿Qué software craqueado

puede trocear los músculos de tu alma?

Y cuando llegan los likes

¿Qué temen los ojos?

¿Qué teme la boca?

¿Cuál fue la culpa?

¿Cuál su condena?

¿Qué depravación tienes en mente?

¿Cuál fue el baño?

¿Qué perfil se atrevió a responder un emoji de vómito?

Cuando los cometas arrastraron tu vestido

y limpiaron de sarro los azulejos

¿Sonrieíste por compromiso?

¿Zuckerberg?

Cucaracha cucarachita

relámpago fugaz de coladera

¿Qué mano o luz proyectaría

tu figura al escenario cavernoso?

 

Aquí dentro

todo puede colgarse

         toallas / papel higiénico

extensiones / llamadas

ropa mojada.

 

Aquí dentro el peso de los vellos deja ver cómo cuelgan

pechos / vientres

testículos / papadas

brazos / lóbulos.

 

Todo puede colgarse aquí dentro

hay espacio suficiente

incluso para los suicidas.

 

 

Desde lugares comunes

una postal llega diciendo

 

Desearía que (no) estuvieras aquí

                                      Saludos cordiales

 

láurea de origami para fraudes

condenados al blanco infierno

entre cada letra de los nombres

que no cesan de leerse

 

sentencia por el crimen de teclear

en vez de tachar hojas de papel

a falta de insumos

para escribir en la oscuridad

 

tromba que anega todo lo escrito hasta el momento

con la necesidad seguir escribiendo

alumbrar los archiveros

a quienes todavía creen

que encontrarán verdades a deshoras

lejos           de los altares y sus (j)aulas

 

 

----------------------x--------------------------------


En el baño

Agamenón recibió tres golpes vengativos

y su muerte se volvió tragedia.

En el baño

Aon mató a Eglón con una puñalada zurda

         y desencadenó una masacre.

En el baño

Jorge II de Gran Bretaña sufrió un desgarro de aorta

         y su muerte cambió la historia de la medicina moderna.

En el baño

Jean-Paul Marat fue apuñalado en la tina

y su muerte inició la Revolución Francesa

y se volvió un de los cuadros más reconocidos de Jaques-Luis David

En el baño

aprendieron al Tigre de Santa Julia

         y se hizo leyenda

y lo hicieron película

En el baño

de la estación Penn (NY), Louis I. Kahn murió de un infarto

         y su hijo hizo un documental

         y viajó por el mundo

         y descubrió la maestría arquitectónica de su padre

         y su segunda familia.

En el baño

Rubem Fonseca escribió sobre la copromancia en un cuento

y por suerte nunca se volvió tendencia.

En el baño

encontraron (respectivamente) los cuerpos de Elvis y Jim Morrison

         y solo a uno se le ha parodiado por ello.

En el baño

Junichiro Tanizaki

         elogió que la penumbra es el sitio perfecto donde meditar

         y sigue en lo cierto.



Y al final 

Era el vacío

         y ni siquiera existía la palabra nadie.

Era el Big Bang

         y ni siquiera la nada sabía qué iba a pasar.

Era el año 200,000 antes de Cristo

         y ahora sí, nadie sabía qué iba a pasar.

Era el año 0

         ni siquiera Cristo sabía qué iba a pasar.

Era el siglo X

         y ningún reino sabía qué iba a pasar.

Era el año mil seiscientos (pam pam pam)

y nadie sabía qué iba a pasar.

En el siglo XIX

         y ni Julio Verne pudo adivinar qué iba a pasar.

Fue 1914 y 1939

         y nadie seguía sin saber qué iba a pasar.

En 1947 se llegó a quince minutos antes de la media noche

Apenas comenzaba a ser preocupante

que nadie todavía supiera qué iba a pasar.

Se alcanzó la luna

         ¿qué estábamos haciendo?

Marte

La fosa de las Marianas

¿Por qué no se comenzó a hacer algo?

2019 Aaaaachuuuu

2022, no todas las segundas partes

reciben el mismo éxito de su predecesor

¿Qué sigue?, ¿ups?

 

 

Biografía

Francisco Casado (1990, Ciudad de México, México).

Arquitecto y escritor. Ha publicado en revistas digitales de México, Chile y Venezuela. Mención Honorífica del Premio Bruno Corona Petit (2020 y 2022), Venezuela. Autor de Para mirar los pasos (2021), Escrúpulos Editorial, premio Don’t Read 2021 y la plaquette Flush (2023) editada por el taller de imprenta Canciones Tristes . Books & Printing. Desde 2022 dirige el proyecto editorial independiente Escrúpulos (@escrupuloseditorial).

Comentarios

  1. Gracias por compartir Francisco Casado, entre el humor (de risa y vómito) y la (des) esperanza. Abrazo.

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