Ir al contenido principal

Juan de Dios García (España)



La poesía de Juan de Dios es el amigo imprescindible que nos empuja a los límites. Los versos del escritor García rompen la inercia con la velocidad de su curiosidad y con una amable invitación de seguir buscando en la literatura la gloria que puede representar un poema entre las multitudes.

¿LA mujer que acaricio ahora

es la misma que llorará mi enfermedad?

¿Cuál es el final de trayecto

si el punto de partida es el desengaño?

 

La vida nos invita a seguir buscando,

a empujar los límites, a desear la rosa

aunque después nos diga que sólo hay cipreses,

ramas secas listas para la llama.

Al principio prenden con lentitud,

pero ese fuego posee el mismo peligro.

Tarde o temprano va a convertirse en llamarada.

 

Hasta las rosas de piedra han de marchitarse.

Del libro Nómada (Fundación M

Del libro Nómada (Fundación María del Villar, 2008)]Del libro Nómada (Fundación María del Villar, 2008)]

Del libro Nómada (Fundación María del Mar, 2008)

  

AUTORRETRATO

¿Soy real o estoy escrito?

A veces, caminando por la acera

de cualquier ciudad, paro e imagino

convertirme en poema entre la multitud.


Del libro Ártico (Germanía, 2014)


¿DÓNDE ESTABAS TÚ?

El día en que murió David Bowie yo estaba

preparando un examen sobre el Renacimiento

mientras hacía guardia en el trabajo,

a las ocho en punto, en la biblioteca.

Entró la limpiadora y lo anunció

con la inercia de la curiosidad:

«Lo he escuchado en la radio.

Esta mañana ha muerto David Bowie».

 

Un tiro en la cabeza. Por la espalda.

 

Seguimos conversando de política

local y nacional, de estrellas negras,

saxofones abstractos, nuestros hijos,

sus notas, cómo crecen,

look up here, I’m in heaven.

Y cada uno volvió a sus asuntos.

 

En el aula, después, repartí los exámenes

y me coloqué aposta en una esquina

durante las dos horas que duró.

Dejé que se copiasen los alumnos.

No quería que me viesen llorar

por una tontería.


Del libro Un fotógrafo ciego (Balduque, 2017)

 

ÍNDOLE

Nací el mismo año en que Joe Frazier combatió por el título mundial en Manila contra Mohammed Alí. A Frazier sólo lo recuerdan con emoción los aficionados al boxeo. Me parece suficiente.

De niño veía películas bélicas con mis hermanos. Cada uno elegía su papel en el bando de los vencedores. Yo nunca elegía al líder, sino al amigo imprescindible del líder, que también ganaba la guerra, pero en la puesta de medallas estaba en un segundo plano. Los medallistas lo sabían, el público no. Con eso bastaba. De hecho, era maravilloso. Así ha sido mi vida. Y así será: una gloria subterránea.


Del libro Canto fenicio (Chamán, 2022)

 

GENERACIÓN DEL 75

Mi padre empezó el año entrando en mi madre con descuido. Cuando llegó el otoño, lo reclutaron para la Guerra del Sáhara y en las escalerillas del avión lloró por primera vez ante su esposa embarazada.

Franco murió y David Bowie dedicó un disco a los jóvenes americanos. Dos décadas después creí que la literatura era fumar hierba y beber cerveza en un piso de estudiantes, leyendo en voz alta un libro de Kavafis y sonando de fondo el órgano de Ray Manzarek.

En una de esas fiestas a alguien se le ocurrió preguntar si estaríamos dispuestos a aniquilar todas las religiones del mundo. El sí colectivo fue apoteósico. Tocaba decidir cuál iba a ser el orden de ejecución. Había dudas entre si la segunda debía ser el islam, el judaísmo o el cristianismo, pero la primera la teníamos todos muy clara.

Estábamos hechos de velocidad, pero eso no era la literatura.

No puede uno elevarse sin ensuciarse las manos, por eso hoy sólo tengo una tormenta y un paraguas agujereado, por eso nunca he escrito un poema sobre mi madre. ¿No lo estoy haciendo siempre? Me estremece aún ese niño asustado, buscándola, perdido entre la multitud del mercadillo de los miércoles.


Del libro Canto fenicio (Chamán, 2022)


Biografía

Juan de Dios García (Cartagena, España, 1975). Trabaja como profesor de Lengua Española, Artes Escénicas y Literatura Universal en el Instituto Isaac Peral y en la Universidad Politécnica de Cartagena. Su último libro se titula Canto fenicio (Chamán, 2022). Anteriormente ha publicado Un fotógrafo ciego (2017), Ártico (2014), Nómada (2008) y la antología para el lector mexicano Matad al jardinero (2017).Nómada (2008) y la antología para el lector mexicano Matad al jardinero (2017).

Coordina la revista literaria El coloquio de los perros y mantiene una bitácora: juandediosgarcia-literatura.blogspot.com

Textos suyos de creación e investigación aparecen en diversas revistas españolas y extranjeras (Litoral, Paríso, Barcarola, Timonel en México, The Common y Azonal en EEUU, Caudal en República Dominicana, Aquearellen en Chile o Szafa en Polonia., Paraíso, Barcarola,, Litoral, Paraíso, Barcarola, Timonel en México, The Common y Azonal en EEUU, Caudal en República Dominicana, Aquarellen en Chile o Szafa en PoloniaLitoral, Paraíso, Barcarola, Timonel en México, The Common y Azonal en EEUU, Caudal en República Dominicana, Aquarellen en Chile o Szafa en Polonia).

El coloquio de los 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Karina Gálvez (Ecuador)

La poesía de Karina es aquella perla que brilla en la noche. Sus versos se convierten en caricias que maniobran a rienda suelta hasta convertirse en nuestro centro de gravedad. Su voz abraza sobre lienzo y lona, llevándonos al remanso de la fantasía donde se galopa de rosa en rosa y donde el poema se convierte en piel. Derramará ríos de prosa para llevarnos a lugares en los que nunca estuvimos, entre el alma y el deseo, llenando madrugadas hasta que el secreto se vuelva luz. Amazona Él, con su amor, me ha raptado como a Antíope raptó Teseo, y una guerra ha desatado entre mi alma y mi deseo.   En vano elevé mi pelta para huir de su mirada, pues sus ojos traspasaron cual sol entre mis pestañas.   Como Hipólita, ceñí en mi vientre un cinto lleno de magia, que él maniobra a rienda suelta en todas nuestras cabalgatas.   Y es que, igual que Belerofonte, sobre Pegaso revuela.  Sus alas, que lo hacen libre, me vuelan a una luna llena.   Talestris y Ale

Paula Andrea Pérez Reyes (Colombia)

La poesía de Paula Andrea es la llama que danza sobre las melodías de cada momento. En sus versos se ha despertado mi deseo y encuentro vida. La escritora Pérez Reyes suspira sobre sus corrientes y mantiene encendida las palabras, los gritos y las líneas de nuestros cuerpos. Me refugio en su escritura para escapar hasta llegar a otro aire, otro tiempo. Ela sobre la laguna de Estigia A Gustave Doré que sigue en la barca Ela va en la barca sobre la laguna de Estigia Ela suspira sobre sus corrientes  Y en un vaivén de venenos para prolongar el recorrido  encuentra  un alma atrapada en una esquina de la barca. La vida es una débil llama que danza las melodías de momentos  Ela es una vela que se mantiene encendida  alumbra sobre la laguna de Estigia El tintineo de las monedas hace contraste entre las moradas de la tierra y el mundo del olvido. Esta noche no viene Flegias Esta noche no nos visitará Caronte Esta noche Ela deja los cuerpos a las puertas del abismo

Andrea Suarez Núñez (Ecuador)

Con la poesía de Andrea tendremos la excusa perfecta.  En sus versos seremos la antorcha en días de campo. Suarez nos derretirá con detalles, empañará nuestros ojos imaginándonos gritos de felicidad. Sus letras tienen un mensaje para el lector: no hay que caer en un abismo por alguien. La soledad en invierno El clima nublado y las manifestaciones de mi corazón  herido y roto combinaron tan bien el día de tu partida,  que empezó a llover cuando mis ojos se empañaron.  Por un momento me sentí consolada por ello,  pero el   dolor seguía inmerso. Fue así como una noche en invierno decidió partir de la compañía de este repulsivo ser, y sin fundamentos  cuestionables, incentivándome así a pedir una entrada para el lugar menos deseado, pero más visitado, la  soledad. Hotel 321 Estoy en la última habitación de aquel hotel que  solíamos ir, imaginando nuestros gritos de felicidad  inaudita, que ahora se convirtieron en noches de  desvelos desde que t