Andrea Suarez Núñez (Ecuador)

Con la poesía de Andrea tendremos la excusa perfecta.  En sus versos seremos la antorcha en días de campo. Suarez nos derretirá con detalles, empañará nuestros ojos imaginándonos gritos de felicidad. Sus letras tienen un mensaje para el lector: no hay que caer en un abismo por alguien.

La soledad en invierno

El clima nublado y las manifestaciones de mi corazón 

herido y roto combinaron tan bien el día de tu partida, 

que empezó a llover cuando mis ojos se empañaron. 

Por un momento me sentí consolada por ello, pero el  

dolor seguía inmerso.

Fue así como una noche en invierno decidió partir de la

compañía de este repulsivo ser, y sin fundamentos 

cuestionables, incentivándome así a pedir una entrada

para el lugar menos deseado, pero más visitado, la 

soledad.

Hotel 321

Estoy en la última habitación de aquel hotel que 

solíamos ir, imaginando nuestros gritos de felicidad 

inaudita, que ahora se convirtieron en noches de 

desvelos desde que tu no estas.

Estoy consciente de aquella desdicha que ocasiono 

nuestro adiós permanente, pero vivo sin 

arrepentimiento alguno de haberte amado con toda mi

repulsiva vida.

Fue ahí cuando comprendí que mi muestra de amor fue 

tan poca cosa, para alguien que se derrite con detalles 

tan superficiales, que preferí alejarme muy lentamente

y a pesar de eso fue tan doloroso.

¿Sabes por qué?

Porque ni siquiera notaste cuando me fui…

Maneras de querer

Me pone en una montaña rusa sin yo querer estarlo, 

me eleva y hace que decaiga sin piedad, y eso acelera

 mi corazón de una manera ostensible y dolorosa.

Con una lagrima a punto de salir y otra cayendo en el 

tercer lunar de mi pecho, suspirando muy lentamente 

para que duela menos, pero sigo tratando de ser 

diligente contigo, y menos crucial conmigo.

Y fue así como se marchó en un ocaso de sol, y me dejo 

con la esperanza de que volvería a iluminar, como sol 

en las mañanas.

Pero nunca volvió….

Dudas existenciales

Prepararse para el amor y el adiós es algo complicado 

para el ser humano, se supone que no hay que 

limitarse para amar alguien, pero tampoco hay que 

caer en un abismo por alguien.

¿Como la gente pretende vivir con ello?

Con amor y después olvido.

El ancla del amor

Llevas mucho tiempo tratando de quererme, que no 

se si en realidad logres hacerlo, sin embargo, creo que tu 

cariño tiene nombre y apellido, solo que tratas de 

probar y mejorar conmigo, para así no cometer ciertos 

errores banales con ella.

Han pasado doscientos tres días aludiendo los mismos 

sentimientos, que ahora se que cuando te aburres, 

tratas de hacerme sentir mal de una u otra manera, 

para poder sentirte triste y así tener la excusa perfecta, 

de que fui yo la que ocasiono tus malos ratos.

Creerás que soy masoquista, que no tengo amor 

propio, y un sin número de cosas adversas. Lo de amor 

propio si te lo debo la verdad, pero lo cierto es que te amo 

y quiero ver hasta dónde puede llegar una 

persona por amor.

Advertencias inéditas

El misterio de tus impulsivas palabras, quedaran 

plasmadas como un aviso de que si me manifestaste 

que solo era alguien transitorio.

Pero que insensato fuiste al abandonarme con millones 

de momentos llenos de vida, al menos podías haberme 

manifestado que era un juego, y así yo fuera 

responsable de mi doble perdida en el juego.

Pero no, no lo hiciste, me hiciste creer que yo era la 

antorcha en tus días de campo.

7:40 a.m.

El día me aturde hoy, y no porque sean las 7:40, 

tampoco porque es muy temprano y peor por querer 

conciliar el sueño. Es el perpetuo desconsuelo de mi 

vida.

Sin embargo, las nubes no reflejan que va a llover, 

pero la intensidad en la que hoy vivo me alerta que 

lloverá en mi cara.

Biografía

Cecilia Andrea Suarez Núñez. Nació en la ciudad de Babahoyo, el domingo 22 de julio del 2001. Actualmente vive con su madre y perro llamado Tomy. Estudia obstetricia, su género musical favorito es la salsa, ama los días lluviosos y le encanta bailar.

De niña era la más llorona de su casa, siempre solía andar con gripa, a raíz de eso, le hicieron bullying en la escuela, la peor etapa de la vida sin duda alguna.

Empezó a escribir desde el 24 de diciembre del 2019, luego de sentirse por primera vez reconfortada, fue cuando se convirtió parte de su rutina, de la vida. Escribir unas cuantas palabras le ha ayuda a no desistir de su enorme pesadumbre. Meses después comenzó a publicar en redes sociales, y la respuesta ha sido grata, motivadora y conmovedora.